El monarca llegó a Alicante. Corría el año 1911 cuando S.M. Alfonso XIII se quiso fotografiar ante el Tiro de Pichón (foto 1), esperando el paso de la tropa que le había rendido honores.
Después se marcaría varios rigodones en el Casino, pero antes, el rey asistió a la tirada de la Copa de Su Majestad, en la que, según los periódicos de la época "compitieron 35 famosas escopetas".
También estuvo en la Plaza de Balmes, donde la Junta de Obras del Puerto había levantado un templete, con su correspondiente mesa y unos caballetes en los que se expusieron los diversos planos que el ingeniero Próspero Lafarga había hecho para el futuro mercado (ahora Mercado Central). El secretario del Ayuntamiento, con la gravedad requerida, dio lectura a la siguiente acta: «En la ciudad de Alicante, el día 12 del mes de febrero del año 1911, en la plaza de Balmes, S. M. el Rey don Alfonso XIII procedió a colocar solemnemente la primera piedra para la construcción de una plaza de abastos, entendiéndose la presente acta que con S. M. firman su real séquito, representantes en Cortes, autoridades de esta ciudad y demás personalidades invitadas. Acto seguido, se encerró ésta en unión de varias monedas y periódicos, en una caja de plomo que fue depositada en la cavidad abierta en la piedra objeto de la ceremonia».
Según la Prensa, estamparon su firma el monarca, el presidente del Gobierno, el ministro de Marina, el director general de Obras Públicas, el marqués de Torrecillas, el capitán general de la Región, el general Sánchez Gómez, el presidente de la Junta de Obras del Puerto y, naturalmente, el alcalde de Alicante.
Era domingo. El día anterior, Alfonso XIII y la reina, acompañados del presidente del Consejo de Ministros, José Canalejas y Méndez, a las ocho y media, habían dejado el tren en el parque que lleva el nombre del referido político. Allí mismo, y en medio de una impresionante multitud, el alcalde alicantino, Federico Soto Mollá, les dio la bienvenida en nombre de la ciudad. En varios coches, soberanos, autoridades y personalidades se trasladaron al Ayuntamiento (foto 2) y a la Colegiata de San Nicolás donde escucharon un Tedeum.
Los reyes se retiraron a descansar al barco «Giralda» fondeado en nuestro puerto, y Canalejas se hospedó en el domicilio del senador Díaz Moreu.
Fue una visita regia con un programa apretado: Ayuntamiento, Club de Regatas, Teatro Principal, banquetes, bailes, corrida de toros....
«Diario de Alicante» pormenoriza, hora a hora, tanta actividad. Alfonso XIII se desplazó a Villajoyosa (ver fotos) con objeto de inaugurar la línea férrea de La Vila a Denia. Y fue, según el mencionado diario, en aquella ocasión, cuando el Rey, después de atender la petición de los pescadores y marineros, de que se construyese el puerto, confirió a la citada población el título de ciudad.
Después se marcaría varios rigodones en el Casino, pero antes, el rey asistió a la tirada de la Copa de Su Majestad, en la que, según los periódicos de la época "compitieron 35 famosas escopetas".
También estuvo en la Plaza de Balmes, donde la Junta de Obras del Puerto había levantado un templete, con su correspondiente mesa y unos caballetes en los que se expusieron los diversos planos que el ingeniero Próspero Lafarga había hecho para el futuro mercado (ahora Mercado Central). El secretario del Ayuntamiento, con la gravedad requerida, dio lectura a la siguiente acta: «En la ciudad de Alicante, el día 12 del mes de febrero del año 1911, en la plaza de Balmes, S. M. el Rey don Alfonso XIII procedió a colocar solemnemente la primera piedra para la construcción de una plaza de abastos, entendiéndose la presente acta que con S. M. firman su real séquito, representantes en Cortes, autoridades de esta ciudad y demás personalidades invitadas. Acto seguido, se encerró ésta en unión de varias monedas y periódicos, en una caja de plomo que fue depositada en la cavidad abierta en la piedra objeto de la ceremonia».
Según la Prensa, estamparon su firma el monarca, el presidente del Gobierno, el ministro de Marina, el director general de Obras Públicas, el marqués de Torrecillas, el capitán general de la Región, el general Sánchez Gómez, el presidente de la Junta de Obras del Puerto y, naturalmente, el alcalde de Alicante.
Era domingo. El día anterior, Alfonso XIII y la reina, acompañados del presidente del Consejo de Ministros, José Canalejas y Méndez, a las ocho y media, habían dejado el tren en el parque que lleva el nombre del referido político. Allí mismo, y en medio de una impresionante multitud, el alcalde alicantino, Federico Soto Mollá, les dio la bienvenida en nombre de la ciudad. En varios coches, soberanos, autoridades y personalidades se trasladaron al Ayuntamiento (foto 2) y a la Colegiata de San Nicolás donde escucharon un Tedeum.
Los reyes se retiraron a descansar al barco «Giralda» fondeado en nuestro puerto, y Canalejas se hospedó en el domicilio del senador Díaz Moreu.
Fue una visita regia con un programa apretado: Ayuntamiento, Club de Regatas, Teatro Principal, banquetes, bailes, corrida de toros....
«Diario de Alicante» pormenoriza, hora a hora, tanta actividad. Alfonso XIII se desplazó a Villajoyosa (ver fotos) con objeto de inaugurar la línea férrea de La Vila a Denia. Y fue, según el mencionado diario, en aquella ocasión, cuando el Rey, después de atender la petición de los pescadores y marineros, de que se construyese el puerto, confirió a la citada población el título de ciudad.
Estas dos fotos han sido cedidas
por Pedro J. Gómez García
por Pedro J. Gómez García