24 agosto 2007

ALEJANDRO RAMOS FOLQUES: LA ARQUEOLOGÍA COMO VIDA

Nacido en Elche el 5 de Julio de 1906, Alejandro Ramos estudió la carrera de Derecho siguiendo, así, una larga tradición familiar de Registradores de la Propiedad.
No obstante, su verdadera vocación iniciada, ya desde pequeño, fue la de arqueólogo.
No en balde, desde muy temprana edad, pasó largas temporadas en la finca Villa Ilici, o de La Alcudia, coleccionando monedas y cerámicas que, con tanta frecuencia, aparecían en superficie. Todo aquello constituyó el embrión de lo que, con el tiempo, sería su colección arqueológica.
Años atrás, su padre había comprado aquella propiedad al Dr. Campello, finca ésta donde se había descubierto el famoso busto de la Dama de Elche.
Tras la muerte por aquel entonces del archivero municipal de Elche, D. Pedro Ibarra Ruiz, el Ayuntamiento pasó a adquirir su conocida colección de antigüedades ante lo cual, D. Alejandro Ramos, que acariciaba la idea de crear un Museo en aquella localidad, donó a aquella institución gran parte de sus propios materiales que hasta entonces poseía de cara a favorecer aquél proyecto.
De esta forma, en 1940, se inauguraba el Museo Arqueológico Municipal de Elche.
Comenzaba así, una etapa en la arqueología ilicitana y, paralelo a ella, en la trayectoria científica de nuestro investigador.
En 1948 se celebró en Elche el IVº Congreso Arqueológico del Sudeste Español. Ello, indudablemente, suponía un reconocimiento a la labor arqueológica de Alejandro Ramos Para aquel entonces ya había descubierto el famoso mosaico de “la Basílica” en La Alcudia.
Sus excavaciones en el yacimiento de La Alcudia las inició, oficialmente, a partir de 1933 y se puede decir que constituyeron el eje vertebral de su intensa actividad científica.
Cuarenta y nueve campañas de trabajos de campo le permitieron obtener una valoración global de aquella histórica ciudad.
Su talante abierto y generoso le facilitó la amistad con numerosas personalidades del reducido círculo de arqueólogos en aquella época. Así, entre otros, destacaríamos por su relación con los estudios ibéricos las figuras de D. Augusto Fernández de Avilés y Álvarez-Ossorio, surgida con motivo de sus frecuentes visitas al Museo de Alicante cuanto éste era Director del mismo.
Persona de gran cultura, desempeñó numerosos cargos oficiales de claro matiz cultural. Así, entre otros, podríamos destacar su nombramiento como Académico Correspondiente de la Real Academia de la Historia y de la de Bellas Artes de San Jorge de Barcelona; miembro del Instituto Arqueológico Alemán y del Centro Internazionale di Recherche Storiche e Arqueologiche de Viterbo; Director Correspondiente del Centro de Cultura Valenciana y del Instituto de Estudios Ibéricos y Etnología Valenciana
Tan intensa actividad a lo largo de varias décadas, tanto en el campo de la investigación como de la museología, le hizo acreedor de sucesivas distinciones, entre las que podríamos destacar la Medalla de Oro de la Orden de Cisneros, o la Medalla al Mérito en el Trabajo concedida por el Estado.
Murió en Elche el 3 de junio de 1984.

EL YACIMIENTO

El yacimiento arqueológico de la Alcudia, se extiende a lo largo de una loma de casi 10 Ha. de extensión, situado a unos dos kilómetros de la actual ciudad de Elche.
El paraje, hoy lamentablemente modificado, no corresponde apenas con lo que fue en época antigua: una ínsula rodeada, de manera natural, por dos brazos del río.
Sesenta y dos campañas oficiales de excavaciones (1935-1977) han sacado a la luz importantes conjuntos de materiales y restos de construcciones, leve muestra de la enorme potencialidad del yacimiento. Recientemente la familia Ramos ha donado el Museo Monográfico a la Universidad de Alicante que, a su vez, ha comprado el área arqueológica creando una Fundación-Patronato.
Todo ello supone un cualitativo salto hacia adelante del yacimiento arqueológico de La Alcudia, probablemente, uno de los más representativos de toda la provincia alicantina y, con ello, de la Comunidad Valenciana en general.
La riqueza arqueológica del yacimiento arqueológico de la antigua Illici, explica el que, desde hace siglos, se recogieran testimonios escritos en torno a la aparición de materiales arqueológicos en la zona. De hecho, ya en el s. XVIII se acometieron notables excavaciones, comisionadas por la Corona, con motivo de un estudio sobre la Historia del Obispado de Orihuela hasta el punto que, todavía hoy, se guardan en el Ayuntamiento de Elche materiales por aquel entonces rescatados.
El descubrimiento el 4 de Agosto de 1897 del famoso busto de la Dama reavivó, como era de esperar, aquella larga tradición de rebuscas y excavaciones.
enlaces relacionados: LA DAMA DE ELCHE

 
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