La población de Onil, desde finales del siglo XIX, ha sido tradicionalmente una localidad productora de muñecas. Desde que el señor Ramón Mira Vidal (ex guardia civil) y su ímpetu innovador se decidiesen a fabricar muñecas con barro, muchas pequeñas empresas y talleres de la localidad se dedicaron a este oficio.
No obstante, a mediados del siglo XX, con la aparición del plástico (material mucho más maleable, barato y fácil de trabajar que los materiales tradicionales), provocó que muchos de los talleres tradicionales de muñecas se viesen ante una situación complicada. Con los márgenes de beneficios que obtenían les era difícil, por no decir imposible, adquirir maquinaria nueva para renovarse y esto comprometía de forma seria su futuro. Las muñecas que fabricaban eran laboriosas en su fabricación, caras de vender y para colmo de males, el comprador las consideraba incluso pasadas de moda.
La solución pasó por agruparse todos estos talleres bajo un mismo paraguas, pudiendo hacer frente a la competencia con la compra, entre todos, de nueva maquinaria y siendo así más competitivos frente a un mercado cambiante, evitando así la desaparición de muchas pequeñas empresas de la población.
Es así cuando, en febrero de 1957, 25 de estas pequeñas empresas se unieron constituyendo Famosa (Fábricas Agrupadas de Muñecas de Onil, S.A.) y el primer director general fue el Sr. Isidro Rico, que en 1978 seria substituido por Jaime Ferri.
No obstante, pronto llegarían serios problemas para la recién fundada compañía. El primer inconveniente grave al que hizo frente Famosa vino tras el abandono de cuatro empresas que la formaban. El hecho de tratarse de empresas de la misma localidad e incluso con lazos familiares entre ellas propició esta "huida". Así pues, Famosa solo continuó con cinco de las empresas fundadoras, que decidieron seguir adelante con el proyecto.
Otro fuerte revés que sufrió esta primeriza Famosa fue el lanzamiento del muñeco "Baby Godín" en el año 1963. Cuando todo estaba preparado y con los pedidos a punto de servirse, comprobaron en los almacenes que el color carne de los muñecos se transformó inexplicablemente en un color amarillo. La baja calidad del plástico con el que se trabajaba seguramente fue la causante de tal desdicha.
Pero el empeño de los alicantinos pudo más que estos problemas y con la apertura hacia nuevos mercados, Famosa decidió acudir a ferias extranjeras como la de Lyón. En ella se trasladaron el entonces director general de la compañía Isidro Rico y Ramón Sempere con una furgoneta recién adquirida. Entrando en Francia les sorprendió la noche y acordaron aparcar la furgoneta, procurando dormir en su interior. A la mañana siguiente, al despertarse con los primeros rayos de Sol observaron perplejos que había muchas tumbas a su alrededor. Sin darse cuenta pernoctaron toda la noche en el interior de un cementerio.
Saliendo a escape se dirigieron a la feria que, como si la noche en el cementerio se tratase de una profecía, no les fue nada bien. Con la cartera de pedidos vacía, decidieron regresar a Onil y de nuevo les sorprendió la noche. Comprobando que no aparcaban otra vez en un cementerio, pasaron también esa segunda noche durmiendo en su interior. A la mañana siguiente, otra nueva sorpresa les aguardaría, pues durante la noche, los empleados de una empresa italiana de la competencia, a modo de sabotaje, les pintarrajeó la furgoneta. Sin duda, un viaje nefasto pero que Sampere siempre recordaría con cariño.
Más o menos en esa época asistió Famosa como expositora en la feria del juguete de Nuremberg. De nuevo, la mala suerte parecía perseguir la empresa protagonista de este artículo, pues por causas que se desconocen, la dirección de la feria no les concedió espacio en el recinto ferial para vender sus productos. Finalmente, y suponemos que después de tiras y afloja, les permitieron situarse en el rellano de una escalera, resignándose los empleados de Famosa a colocar sus muñecas en los peldaños de las escaleras.
Cierto tiempo después, durante la celebración de la primera feria del juguete de Valencia, Famosa también asistió como expositora, ocupando un pasillo. No es que incluso en casa les trataran incorrectamente, simplemente que en esa edición, la organización de la feria tuvo serios problemas de espacio.
Estas pequeñas anécdotas son vistas ahora con cierto sentido del humor e incluso ironía, pues a Famosa todavía le aguardaba un gran futuro por delante. No obstante, esto no quita que podamos ver en ellas un gran empeño por parte de la empresa en salir adelante a pesar de las adversidades. Además, la historia de la furgoneta pintada por una empresa de la competencia, hace comprender el clima hostil que en aquellos años se encontraba una empresa nacional cuando decidía abrirse paso en el mercado europeo.
Entre sus productos mundialmente conocidos, citaremos los siguientes:
La solución pasó por agruparse todos estos talleres bajo un mismo paraguas, pudiendo hacer frente a la competencia con la compra, entre todos, de nueva maquinaria y siendo así más competitivos frente a un mercado cambiante, evitando así la desaparición de muchas pequeñas empresas de la población.
Es así cuando, en febrero de 1957, 25 de estas pequeñas empresas se unieron constituyendo Famosa (Fábricas Agrupadas de Muñecas de Onil, S.A.) y el primer director general fue el Sr. Isidro Rico, que en 1978 seria substituido por Jaime Ferri.
No obstante, pronto llegarían serios problemas para la recién fundada compañía. El primer inconveniente grave al que hizo frente Famosa vino tras el abandono de cuatro empresas que la formaban. El hecho de tratarse de empresas de la misma localidad e incluso con lazos familiares entre ellas propició esta "huida". Así pues, Famosa solo continuó con cinco de las empresas fundadoras, que decidieron seguir adelante con el proyecto.
Otro fuerte revés que sufrió esta primeriza Famosa fue el lanzamiento del muñeco "Baby Godín" en el año 1963. Cuando todo estaba preparado y con los pedidos a punto de servirse, comprobaron en los almacenes que el color carne de los muñecos se transformó inexplicablemente en un color amarillo. La baja calidad del plástico con el que se trabajaba seguramente fue la causante de tal desdicha.
Pero el empeño de los alicantinos pudo más que estos problemas y con la apertura hacia nuevos mercados, Famosa decidió acudir a ferias extranjeras como la de Lyón. En ella se trasladaron el entonces director general de la compañía Isidro Rico y Ramón Sempere con una furgoneta recién adquirida. Entrando en Francia les sorprendió la noche y acordaron aparcar la furgoneta, procurando dormir en su interior. A la mañana siguiente, al despertarse con los primeros rayos de Sol observaron perplejos que había muchas tumbas a su alrededor. Sin darse cuenta pernoctaron toda la noche en el interior de un cementerio.
Saliendo a escape se dirigieron a la feria que, como si la noche en el cementerio se tratase de una profecía, no les fue nada bien. Con la cartera de pedidos vacía, decidieron regresar a Onil y de nuevo les sorprendió la noche. Comprobando que no aparcaban otra vez en un cementerio, pasaron también esa segunda noche durmiendo en su interior. A la mañana siguiente, otra nueva sorpresa les aguardaría, pues durante la noche, los empleados de una empresa italiana de la competencia, a modo de sabotaje, les pintarrajeó la furgoneta. Sin duda, un viaje nefasto pero que Sampere siempre recordaría con cariño.
Más o menos en esa época asistió Famosa como expositora en la feria del juguete de Nuremberg. De nuevo, la mala suerte parecía perseguir la empresa protagonista de este artículo, pues por causas que se desconocen, la dirección de la feria no les concedió espacio en el recinto ferial para vender sus productos. Finalmente, y suponemos que después de tiras y afloja, les permitieron situarse en el rellano de una escalera, resignándose los empleados de Famosa a colocar sus muñecas en los peldaños de las escaleras.
Cierto tiempo después, durante la celebración de la primera feria del juguete de Valencia, Famosa también asistió como expositora, ocupando un pasillo. No es que incluso en casa les trataran incorrectamente, simplemente que en esa edición, la organización de la feria tuvo serios problemas de espacio.
Estas pequeñas anécdotas son vistas ahora con cierto sentido del humor e incluso ironía, pues a Famosa todavía le aguardaba un gran futuro por delante. No obstante, esto no quita que podamos ver en ellas un gran empeño por parte de la empresa en salir adelante a pesar de las adversidades. Además, la historia de la furgoneta pintada por una empresa de la competencia, hace comprender el clima hostil que en aquellos años se encontraba una empresa nacional cuando decidía abrirse paso en el mercado europeo.
Entre sus productos mundialmente conocidos, citaremos los siguientes:
1958. GUENDOLINA: Así se llamó la primera muñeca de Famosa que logra una buena acogida en el mercado. Fue, según los críticos, una ''creación única de estilo neoclásico''.
1967. PELUCHES QUIRÓN: Comienzan a diseñarse y producirse los peluches de Quirón, una marca que sigue viva hoy en día.
1969. BARRIGUITAS: Pequeños bebés que, a lo largo de los años, han contado con infinitos complementos y vestidos.
1970. PIN&PON: Famosa lanza Pin&Pon tratando de completar su oferta. Con los años Pin&Pon ha terminado convirtiéndose en un clásico del juego.
1978. NENUCO: Comienza esta Navidad a crecer la familia de muñecas bebé más grande del mundo... la de Nenuco
1992. MICROMACHINES: Famosa distribuye para España Micromachines, colección de pequeños vehículos y juguetes.
2003. DISNEY HEROES: Un mundo de fantasía lleno de aventuras; un lugar para compartir con los valores de los héroes, estimulando la imaginación a través de historias fascinantes.
INFO: FAMOSA