21 enero 2008

EL COLEGIO DE LAS CALASANCIAS

Llanos Navalón, profesora de secundaria en El Campello, me envía esta foto en la que aparece junto a sus compañeras. Era una clase del Colegio Calasancio de Alicante, en el curso 1961/62, antes de trasladarse al edificio actual en la avenida de Dénia, Vistahermosa. En aquellos años los centros de enseñanza religiosa de la ciudad escolarizaban a niñas de 6 a 12 años –además de éste- en Jesús y María, Carmelitas, Franciscanas, Hijas de la Caridad, Institución Xaveriana, Institución Teresiana, Hijas de María Auxiliadora, Siervas de San José, Escolapios, Oblatas de Santísimo Redentor, Adoratrices, Esclavas del Sagrado Corazón y Salesianas.
La composición de esta imagen me recuerda a Las Meninas de Velázquez. Los elevados ventanales daban a la calle Mayor, frente a la tienda de turrones. Las colegialas recibían la luz desde la izquierda y así escribían mejor, aplicadas bajo la atenta mirada de la sor con toca blanca. No observo ningún gesto infeliz, al menos en aquel instante.
Si estaban apiñadas; muchas alumnas bajo el alto techo, en apretadas filas de pupitres de madera de doble asiento. Apenas se moverían las disciplinaditas; ¡ganas tendrían de ir al patio de recreo!. O a la calle Mayor, cuyo trasiego verían las afortunadas sentadas junto a los balcones. Mi amiga Maricarmen, alumna en aquellos años, me contó que una intrépida niña intentó cruzar a lo largo de la fachada saliendo de una ventana para entrar por otra del aula contigua. No pasó nada. El dueño de los turrones la vió y telefoneó de inmediato a las monjas.
Aun no había llegado la Ley General de Educación de 1970. Asi que las niñas con las niñas y los niños con los niños. Nada de coeducación y clase los sábados por la mañana.

CARLOS SALINAS

 
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