21 febrero 2008

FOGUERES 1939


Después de dos ejercicios en blanco a consecuencia de la Contienda Nacional, a primeros de abril de 1939, terminada ésta, comienza a recobrarse la normalidad, y las personas que estuvieron implicadas en la organización de Les Fogueres de Sant Joan en 1936 comienzan a hacer gestiones para revivir nuestras fiestas del fuego. El día 7 de junio, el Jefe Provincial del Servicio Nacional de Propaganda, Juan Luis Bueno Martínez, convoca a las comisiones de las hogueras y barracas que plantaron en 1936, así como a los artistas, fundamentalmente pintores, con el propósito de recuperar la fiesta que tanto éxito tuvo sus primeros años de andadura, entre 1928 y 1936, en los que creció de forma casi exponencial.

Con la premura de las ya próximas fechas de celebración, el día siguiente, 8 de junio, tuvieron lugar dos reuniones en la sede de la Jefatura Provincial de la F.E.T., en el número 2 de la calle Duque de Zaragoza, una matinal de los pintores artistas de fogueres, y otra vespertina con la participación de representantes de los distritos festeros del Barrio Santa Isabel, Plaza del Ayuntamiento, Barrio San Fernando, Benito Pérez Galdós, Mercado, Calvo Sotelo, San Agustín y Carmen, Plaza de Hernán Cortés, La Florida, Plaza de las Monjas, San Antón Alto, Carolinas, Calderón de la Barca, Plaza de Juan Poveda y 1º de Mayo (hoy Plaza de San Cristóbal), Calle San Vicente, Trafalgar, Plaza de Chapí y Plaza de Gabriel Miró; las barracas “Peña Los Gorilas”, “Peña Els Trenta ú”, “Peña De tres, tres”, “Peña Los 13”, “Peña Ali-Cántara” y “El Galliner”; así como otras tertulias y asociaciones prestas a colaborar.

Fruto de estas reuniones se crea una Comisión compuesta por el mencionado Jefe Provincial de Propaganda, Ramón Guilabert Davó representando al Ayuntamiento, el Secretario Local de Falange Francisco Javier Morales, el Director de la “Gaceta de Alicante” Fernando Ors, y José Roméu Zarandieta por el comercio, entre otras personalidades alicantinas, así como la última Comisión Gestora, y tras sucesivas sesiones de la misma, se decide confeccionar un austero programa de fiestas, contratar quince bandas de música y plantar una foguera, en señal de recuperación y estímulo para años venideros. La financiación vendría dada fundamentalmente por las siete mil pesetas de beneficio que resultaron del superávit de las Fogueres de 1936, más el recorrido que por los distritos realizaron las comisiones de hogueras y barracas el 11 de junio, solicitando ayuda económica al vecindario, que dadas las circunstancias hay que reconocer que se portó.


La construcción de la foguera se encomendó a Francisco Muñoz Gosálbez, que la realizó en la cifra récord de ¡quince días!, y se plantó en la confluencia de las avenidas de Alfonso el Sabio y de Zorrilla (luego de José Antonio, y hoy de la Constitución), en el lugar tradicional de plantà de la actual Foguera Mercado Central frente a la fachada principal de éste. Su título era “La fuga”, y recordaba los tristes días vividos durante la dominación de Negrín, así como la fuga de éste con todo lo que se pudo llevar consigo. Su figura remataba el monumento.

Tan sólo se conoce una foto de esta foguera, en muy malas condiciones de conservación, y que aquí reproducimos, y es por ello que basándose en la escasa información que encontró en la prensa de la época, el artista de fogueres Julio Esplá Martínez hizo un intento años más tarde de recrear en un boceto esta foguera, pero el resultado, como se puede apreciar en la reproducción del mismo que acompaña a este artículo, en poco se parece a la realidad.

Así describía la foguera la Gaceta de Alicante: “...sencilla, pero sabrosa. En ella se representa a un hombre sobre una calavera, que se está hinchando, con unas tragaderas formidables, en la mano sujetando un maletín, lo cual indica que no era un pobrete. Con una base de zócalos de cemento, con un graneado de chinitas, que algunos reconocerán quién en su día nos recetó, pero que él no probó”.

El programa de fiestas se desarrolló entre los días 22 y 26 de junio. Entre sus actos podemos encontrar un Desfile de Bandas de Música (que al final sólo pudieron ser siete, y vinieron de San Juan, Alcoy, Cocentaina, Crevillente y Villafranqueza, más la Banda de Música Militar y la de la Cruz Roja), un concierto de la Banda Municipal en la Explanada, otro de presentación oficial de la Orquesta Sinfónica de Alicante en el Ideal Cinema, local que también recogió la presentación en Alicante del Teatro Español Universitario (S.E.U.), un partido de fútbol en el Estadio Bardín entre el Hércules C.F. y el Valencia C.F. (2-1), una gran corrida con ocho toros (Marcial Lalanda, Juan Belmonte, Pepe Bienvenida y Curro Caro) y una novillada; despertàs, pasacalles, verbenas, tracas y concursos. También plantaron las seis barracas mencionadas, implicadas en la recuperación de la Fiesta.

Como anécdota, la tradicional “Palmera” no se lanzó desde el Castillo de Santa Bárbara, pues éste estaba ocupado por presos militares, sino desde el Castillo de San Fernando.

Pero el objetivo se había cumplido. La chispa estaba de nuevo encendida, y su llama, pese a las dificultades y penalidades de esos primeros años de la reanudación de Les Fogueres, ya no se ha vuelto a apagar.


ARMANDO PARODI ARRÓNIZ

 
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