29 septiembre 2008

LAS AGUAS DE PENÁGUILA

A través de los Opúsculos Médicos de 1847 de don Joaquín Fernández López, médico director por S.M. de los baños y aguas minerales de Busot, podemos estudiar sus investigaciones hidrológicas sobre los manantiales sulfurosos de Penáguila.
Según don Joaquín Fernández “las aguas sulfurosas están caracterizadas por el olor del hidrógeno sulfurado libre, ó por los sulfhidratos que contienen. A estos géneros pertenecen las aguas de Penáguila”. Además, precisa que estas aguas se caracterizan por un gusto azufroso nauseabundo, y un olor fétido semejante al de huevos corrompidos. También matiza que son desobstruentes y promueven el sudor. Pues bien, lo cierto es que atendiendo a esta descripción de las aguas de Penáguila en el S.XXI, se puede afirmar que en la actualidad no tienen un gusto nauseabundo o fétido.
Dentro del estudio hidrológico que efectúa el médico Fernández destaca las distintas fuentes que circundan la población. De este modo expone que en el año 1847 don Joaquín Rico, creador del Jardín de Santos, condujo hasta la plaza una fuente de su propiedad, reconstruyendo un acueducto de 8.182 palmos, el mismo que bajo el nombre de Fuente de la Villa daba servicio en tiempos de la dominación árabe. Entre otras fuentes cita la del Anadrac (actualmente seca). Por encima de todas ellas, destaca la fuente más notable, la Font Major, “que brota formando cascadas debajo de la montaña de Sta. Lucía”.

Los orígenes de la Font Major de Penáguila
Haciendo una transcripción fiel, don Joaquín Fernández afirma que “un vecino que se dirigía al molino de don Joaquín Rico Soler, situado a un cuarto de hora  del pueblo hacia el norte, en el semicírculo que forma el cauce  del río, teniendo sed bebió agua, la que según su expresión la encontró como de sabor de pólvora. Desde entonces el citado propietario deseoso de investigar este fenómeno notable, siguió la corriente de un pequeño manantial que había, y mirando un terreno arcilloso compacto, descubrió el origen al lado izquierdo del camino de Alcoy. Después procuró separar su corriente del río, construyendo un acueducto de 700 palmos y una casita dentro, de la que recogió el agua en una fuente (la Font Major)”.
Al entrar en la casita de la fuente se pueden observar en el suelo depósitos de barro y azufre. El cauce del agua fluye por un grifo de bronce, del diámetro de un real de plata. La temperatura del agua es de 14º en todas las épocas del año.

Resumen analítico de las aguas de Penáguila
Analizando el agua contenida en un vaso de cristal, podemos observar algunas moléculas que pululan por el agua, que parecen copitos de nieve. Pues bien, el resultado de la analítica del agua mineral de Penáguila es la siguiente:

Peso específico…………………………1,04
Acido sulfhídrico………………………...17, pulgadas.
Sulfato de magnesio…………………….1,0
Cloruro de sodio…………………………1,1
Sulfato de cal……………………………..0,4
Sulfridato de sosa………………………..1,2
Alumina…………………………………..0,6
Pérdida……………………………………0,7

Total en cada libra de agua 5,0 granos.

Usos para los que son apropiadas las aguas de Penáguila.
Bajo los criterios del médico don Joaquín Fernández, las aguas medicinales de Penáguila son apropiadas para las siguientes afecciones: para el tratamiento de irritaciones  crónicas del estómago y tubo intestinal, en obstrucciones del hígado, bazo, páncreas, en vómitos espasmódicos y en gastrodinias. También es apropiada para “los catarros crónicos de la vejiga de la orina y uretra”. Del mismo modo, estima que las propiedades de estas aguas son apropiadas en el baño y para beberla para aquellas dolencias que vienen a consecuencia de envenenamientos y cólicos saturninos. Continuando con la enumeración de enfermedades, se considera que es idónea para el herpes, la sarna, la tiña y otras dolencias cutáneas. El agua de Penáguila por sus propiedades detiene las úlceras incipientes de la matriz y de algunos senos fistulosos y la supuración de la vejiga. Por el contrario, está contraindicada en las personas irritables que tengan predisposición a hemorragias en los escirros, gangrenas y calenturas agudas, ya procedan de inflamaciones o de otro tipo de afecciones desorganizadoras de los tejidos.
La forma de administrar el agua mineral debe efectuarse bebiéndola tal cual sale del seno de la fuente. Para quitar el mal gusto que deje en el paladar, se pueden tomar anises o caramelos. La mejor hora para beberla es en ayunas.
Para hacer uso de las aguas en el baño Fernández aconseja que los enfermos no permanezcan en el baño más tiempo del que les aconseje su facultativo. En los baños fríos no deben exceder en los niños de 8 a 10 minutos, y en los adultos, de un cuarto de hora. Los de 20 a 26 grados del termómetro de R.r pueden tomarse de 20 a 25 minutos, y los que excedan de 30º de la misma escala no sobrepasaran los 20 minutos. Pues bien, pese a estas recomendaciones, afirma que las aguas medicinales todavía no se han usado en baños.

Analogía de las aguas de Penáguila con otras extranjeras y nacionales. 
Para concluir su estudio sobre las aguas medicinales de Penáguila, el médico don Joaquín Fernández efectúa una comparación de las propiedades de las aguas de Penáguila frente a otros manantiales españoles y extranjeros. Las aguas de Penáguila guardan analogía con los siguientes manantiales de Francia: Barejes, Bagneres-de Luchon, Ruilleres en Cauterets, de Bonnes, Saint-Amand y Enghien. En el mismo sentido, en España se asemejan con las propiedades de las siguientes fuentes: con las aguas de Alcaráz (Salamanca), Chiclana, cerca de Cádiz (Fuente Amarga. Pozo de Braque); Esparraguera y Fuen Santa del Torrelló (Barcelona) y Molar o fuente del Toro (Madrid).

Breve descripción de la Font Major.
Entrando al pueblo, a mano izquierda, encontramos la cuesta del Riuet que nos conduce a la fuente. Bajando una cuesta empedrada y jalonada por plataneros, encontramos al final del breve paseo la Font Major que se compone de 29 caños, de los cuales emana agua sin parar noche y día. Hasta hace pocos años el agua de la fuente se utilizaba para regar las huertas del pueblo y para hacer la colada en el lavadero, pero con la llegada de las imponentes lavadoras, pocas son las mujeres que se aventuran a restregar sus puños sobre las desgastadas losas del lavadero, que dan testimonio de su frecuente uso en tiempos pasados.
En los últimos años nos encontramos con una fuente vetusta en estado ruinoso, que no luce con su plena hermosura por la dejadez de las diferentes autoridades municipales y provinciales, aunque en lo que va de año la alcaldía salida de las últimas elecciones ha procedido a la adecuación de su canalización y la Diputación de Alicante ha destinado una partida de 28.438 euros para la reparación de la red de saneamiento y conducción de aguas limpias desde el Pou Vell hasta el lavadero público municipal.
Penáguila es conocida por sus abundantes aguas, hasta el punto de ser llamada por algunos como “el poble de l’aigua”. Agua que ha regado durante muchos años los fecundos huertos, dando sustento al principal factor económico de la población, la agricultura. Si bajamos a la fuente, ya no podremos disfrutar del bullicio de las mujeres que se reunían para hacer la colada, pero encontraremos el sosiego y la paz escuchando el roncar del agua que emana de los 29 caños.

Fuente: Opúsculos Médicos de don Joaquín Fernández López.
Fotografías:
http://www.flickr.com/photos/pacosrulz/
http://brokenotes.blogspot.com/2008_05_01_archive.html
http://benirraspeill.blogspot.com

ENRIQUE BROTONS

 
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