Primero fue el “teleférico al castillo”.
Luego el “rascacielos del Rico Pérez”.
Más tarde la “torre de comunicaciones en el Tossal”.
Y por último, pero no el último, "la noria gigante en el puerto".
Bonitas maniobras de distracción para que el personal discuta y se entretenga mientras el ascensor del castillo no funciona, la pasarela aérea se deteriora, la zona de la Volvo está cerrada a cal y canto, el centro tradicional agoniza, los solares se llenan de basura, los autobuses son un desastre, etc. etc. etc.…
Señores míos, si quieren cargarse la ciudad háganlo ya, de golpe y rápido pero por favor, no mareen más al personal, por que como decían en “La venganza de Don Mendo”, nuestros oídos están ahítos de tanto parchear y tanto pito.
Les dejo como muestra la foto del encabezado por si quieren ideas para su próxima salida de pata de banco.
ALVARO GARCÍA SIRVENT