15 marzo 2009

EL CLOT DE GALVANY: ENTRE LUCES Y SOMBRAS

Esto que ven a continuación es el Clot de Galvany...

                                
Y ésto....
                                                         
                  
Incluso ésto....
                 
                     
Pero también es ésto.....
                            
                      
Y ésto....
                 
                
Incluso ésto....

                                 
Así es el Clot de Galvany.
Las luces y las sombras de uno de los grandes humedales de Alicante que lleva años atacado y agredido por uno de los grandes males que azotan nuestra tierra: el urbanismo descontrolado.
Con una superficie de más de 350 hectáreas y localizado entre las partidas rurales de El Altet y Los Balsares, fue declarado Paraje Natural Municipal por Acuerdo del Consejo de la Generalitat Valenciana de fecha 21 de enero de 2005. Del mismo modo, se halla incluido en el Catálogo de Zonas Húmedas, aprobado mediante Acuerdo de 10 de septiembre de 2002, del Consell de la Generalitat.
Aún así, este paraje natural se encuentra sometido a una altísima presión urbanística: por el norte se topa con la construcción de 3200 viviendas en la urbanización de los Arenales de Sol que han ocupado la sierra que separaba este paraje con lo que era el mar, y por el sur con la construcción de innumerables bungalows y apartamentos en el término municipal de Santa Pola.
Una vez más....., ser alicantino duele.

 
  
  
  
  
  
  
  
  
 
                                
El Clot de Galvany es un enclave de gran valor ambiental. En él se pueden distinguir diferentes ecosistemas, que contienen una flora y fauna de gran relevancia a escala autonómica e incluso estatal.: cerceta pardilla, la garcilla cangrejera, la malvasía cabeciblanca y el porrón pardo.Entre los anfibios destacan el sapo corredor y la rana verde común, así como una gran variedad de reptiles.
Nuestro compañero Elías Gomis puede dar fe de ello y ampliar los datos.
Asimismo, este paraje alberga la mejor formación dunar de la provincia de Alicante y una de las mejores de la Comunidad Valenciana, con un sistema de dunas móviles, semifijas y fijas, que en tiempos pretéritos y desde la década de los sesenta fueron destruidas por la intensa actividad urbanística desarrollada en el contexto del fuerte crecimiento de la demanda residencial vinculada a la intensa actividad turística de las zonas litorales alicantinas
                    
 
  
  
  
  
  
  
  
  
 
                                            
Como nos cuenta Harto en su blog "La Destrucción del Clot de Galvany", de obligada visita para conocer el despropósito que se lleva a cabo en la zona,  "Santa Pola se encargó de eliminar poco a poco la sierra de su cabo, del mismo nombre, hasta convertirse en un cáncer que, no contento con ello, siguió avanzando hasta alcanzar el límite con otro término municipal, el de Elche, enfrentándose así dos políticas muy diferentes: una arrasadora y otra protectora de su patrimonio. Santa Pola puso una mano sobre el cuello del Clot intentando ahogarlo, ahora es Elche quien ha decidido entrar en el juego de la urbanización masiva, permitiendo la construcción de miles de apartamentos con balcones que miran al mar, poniendo la mano que faltaba para axfisiar del todo este singular espacio que es el Clot de Galvany, formado por dunas, charcas, carrizales..."
Al parecer, el Ayuntamiento de Elche a ultraprotegido el Clot a base de vallas y creando senderos inabandonables por el caminante a cambio de sanción, prohibiendo paseos de perros o incluso bicicleta...  Pero por otro lado, ha permitido la elevación en el paisaje de altas torres de apartamentos, y la eliminación de búnkers enteros, arrasados por las máquinas retroexcavadoras.
Recordemos que alrededor del Clot hay había una decena de búnkers militares. Nunca fueron utilizados, y su existencia se relaciona con la Guerra Civil, aunque otras teorías sitúan su construcción durante la Segunda Guerra Mundial, con el beneplácito de Franco, ante la sospecha del nazismo de que habría un desembarco de los Aliados en nuestras tierras.

 
  
  
  
  
  
  
  
 
                                         
Pasear por el humedal produce una extraña mezcla de satisfacción y tristeza, ambas a partes iguales. Según tu estado de ánimo o tu actitud ante lo que estás viendo, puedes disfrutar de una maravillosa tarde rodeado de Naturaleza en estado puro, o sentir una punzada de dolor ante el abandono de sus caminos en favor de  una edificación masiva y descontrolada.
Las imágenes del artículo son lo suficientemente explícitas en ambas cosas.
Hermosos pinos, impresionantes palmeras, curiosos lagartos y escurridizos conejos, saludan al caminante mientras los edificios de hormigón y las avenidas de asfalto invaden su valioso y privilegiado terreno. Podemos comprobar, desde lo alto de sus numerosas torres de observación, cómo la flora y fauna se abre paso inexorablemente a pesar del drenaje y desecación al que está sometido sus lagos y humedales.
Dolor.
Angustia.
Impotencia.
¿Quién ganará en esta particular lucha?
¿La mano destructora del ser humano, o la fuerza incontrolable de la Naturaleza?
Me temo que no tardaremos mucho en saberlo

 
  
  
  
  
  
  
  
 

Fuentes:
Elaboración Propia
Wikipedia
La Destrucción del Clot de Galvany
Fotografías:
Juan José Amores

 
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