03 enero 2010

LA FLORIDA EN SU ORIGEN

A principios del siglo XX, los llanos del paraje de La Florida, situados al oeste del recientemente construido barrio de Benalúa, fueron ocupados desordenadamente por una serie de chalets construidos para recreo de una clase social pudiente, a la vez que se edificaban otras de corte más modesto. La primera licencia de obras, se otorgó el 28 de septiembre de 1914, sin que podamos saber exactamente su ubicación y lo mismo ocurre con la casa construida para Figueras Pacheco, según consta en este artículo . El arquitecto municipal Francisco Fajardo Guardiola, planificó un callejero ortogonal para la zona en 1925, cuyo eje principal era la C/ República Argentina, al sur de la Carretera de Madrid. A partir de esa fecha, se fue construyendo en dicha calle y sus travesías, La Vega, Ana Navarro, Polux, Castor, etc...A partir de los años 30, la construcción progresó hacia el este, por detrás de la Cárcel Moderna (de Jose Antonio, actual residencia Lucentum), en las calles Asturias, Grado, Prudencio de la Viña, etc. Al otro lado de la carretera de Madrid, también se edificó pero en menor cuantía.
         

Plano de las diversas fases de construcción del barrio.
             
El esquema de las viviendas de esta primera fase, era muy parecido en la mayoría de los casos: de una sola planta, con cubierta inclinada a dos aguas, de teja alicantina, fachada con zócalo de piedra y el resto enlucido y serigrafiado, aleros con ladrillos socarrats y puerta central y ventana a cada lado o una sola puerta y una ventana. En la parte posterior, tenían un patio al que daba el comedor, el wc (no tenían baño) y la cocina. Allí se encontraba la fosa séptica, dada la carencia de alcantarillado. El esquema general era un pasillo o recibidor que recorría la casa desde la calle hasta el patio y piezas a ambos lados. El techo de cañizo enlucido de yeso para ocultar el armazón de madera y las tejas de la cubierta. Cuando la casa era más pudiente y de esquina, estaba rodeada de un pequeño ante-jardín y el patio posterior tenía acceso directo desde la calle.
                     






Planos de proyecto de varias edificaciones
                      
Muy pocas casas se construyeron para vivienda propia o para vender; la mayoría estaban dedicadas para alquiler y los dueños eran casi siempre pequeños industriales o comerciantes que así incrementaban sus beneficios. Curiosamente, a pesar de ser casas de una sola planta y las calles de una anchura adecuada para esa altura, eran bastante oscuras, quizás por la poca anchura de los huecos, o porque la puerta de la calle era maciza, si bien en muchísimas de ellas, luego se estableció una segunda puerta con cristales (la famosa cancela), que es la que permanecía abierta por el día, o porque las ventanas que daban a la calle, estaban siempre cerradas con persianas para mayor privacidad. Al no tener patio intermedio y algunas piezas ser interiores, hacía que solamente las habitaciones que daban al patio, fueran algo luminosas. En cuanto al tamaño, era bastante variado, pero curiosamente, aunque la parcela era de un tamaño normal, la vivienda en sí era algo pequeña y con unas distribuciones que hoy en día nos resulta curiosa. Tampoco entiendo muy bien que si en aquél entonces las familias eran de abundante descendencia, se hicieran viviendas de 2 dormitorios...



Calle Ana Navarro



C/ República Argentina
                


C/Andrómeda- Grau
             


C/Asturias - Centauro
            



C/ Arturo y Pza Magallanes
            






C/ Rigel. Alguna conserva aún el enlucido original, aunque en la mayoría se ha eliminado al restaurarlas. Otras presentan añadidos de volumen importantes que alteran la estructura original.
                   
Se construyeron cientos de viviendas de estas características en todo Alicante, especialmente en los barrios de San Blas y Carolinas y aunque en La Florida, la gran mayoría de las casas fueron proyectadas por el arquitecto municipal, Francisco Fajardo, ignoro si fue igual en el resto.

A partir de los años 60 y dada la normativa municipal que permitía ocupar la totalidad de la parcela con edificación, fueron siendo sustituidas por bloques de pisos. En otros casos, las viviendas fueron reconvertidas en talleres, especialmente de automóviles (para lo que las estructuras de la viviendas eran bastante aptas al no tener pilares intermedios).
               
Aún quedan unas cuantas diseminadas por el barrio, en estado de conservación bastante desigual, han pasado casi 80 años desde su construcción y las humedades y el simple paso del tiempo, junto con la falta de mano de obra especializada en técnicas no habituales hoy en día, ha hecho que se alteren sustancialmente las fachadas, eliminando los clásicos revocos. En otros casos se ha ocupado el patio posterior ampliando la vivienda y en muchos otros, se ha añadido una o dos plantas.

Planos antiguos y parte del texto, extraidos del libro "El sector occidental de la ciudad de Alacant", de Juan Piera Manzanaro.

 
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