ANÉCDOTAS DE FOGUERES (X)

La Foguereta del C. A. Montemar

Una de las principales características de Les Fogueres de Sant Joan de 1933 fue, sin duda, la aparición de curiosos colectivos, en ocasiones totalmente ajenos a la Fiesta, que quisieron dejar su grano de arena foguerer en las calles de nuestra ciudad. Probablemente el más anecdótico fuera la Foguereta CLUB ATLÉTICO MONTEMAR, financiada por los socios del mismo y de autoría desconocida, cuya estética era tan extraña y abstracta como el lema que consta en su expediente: “La vida insupéctica”.

El Expediente H-42/33 que se conserva en el Archivo Municipal de Alicante, contiene la correspondiente Solicitud de Plantà de esta curiosa foguereta, firmada por Francisco Aracil García, en representación del “Club Atlético Montemar”, el 15 de junio de 1933, teniendo Registro de Entrada en la Secretaría del Ayuntamiento el día 16 y siendo aprobada por Alcaldía esa misma fecha. Se adjuntaba una memoria de esta difícilmente explicable foguereta, así como un boceto en tinta sobre papel vegetal, no firmado, de 17,3 x 20,3 centímetros.

Boceto de la Foguereta del Club Atlético Montemar 1933 (A.M.A.)

El monumento, del que no se conoce documento fotográfico alguno, midió 2 x 3 metros de base y 4 metros de altura, y se plantó junto a la sede de dicho club, entonces situada dentro de la actual demarcación del distrito Benito Pérez Galdós, en el tramo de la calle Manuel Antón comprendido entre la calle Doctor Rico, hoy denominada García Morato, y la Plaza de Castellón, actualmente Hermanos Pascual. Pues bien, veamos qué y cómo se explicaba esta foguereta, comenzando con la mencionada memoria contenida en el expediente:

“Esta foguera, de indefinido argumento y estilo, critica, con cómica sátira, el arte llamado de vanguardia o cubista, ridiculizándolo. Sobre una base cuadrangular se alza una extraña figura de forma irreal e indescriptible de 3,00 metros de altura, coronando ésta una maquinilla de moler café, y sosteniendo en los extremos de unos brazos o cosa parecida, dos esferas. Sobre la base se ve una peonza estilizada y varias figuras más, que nada quieren decir, como en conjunto la foguera tampoco quiere decir nada ni su título tampoco. Este es el asunto, que no teniendo ninguna figura apariencia real, critica el arte cubista y desconcierta al público que se cree inteligente”.

Y tras definir las medidas del monumento, termina añadiendo: “En esta «foguera» figuran escritos varios letreros de incomprensibles palabras que no existen en el Diccionario”.

Portada del número extraordinario de Fogueres
de la Revista "El Tio Cuc". Junio 1933. (A.M.A.)

A esta descripción, por denominarla de alguna forma, del monumento, le podemos añadir la explicación que ofrece el número extraordinario de Fogueres de la conocida y popular Revista “El Tio Cuc”, de junio de 1933, que bajo el mismo boceto y añadiendo al título de la foguereta y entre paréntesis “Foguera de vanguardia”, dice lo siguiente:

“Las vicisitudes insupécticas de los «yos» en el momento de asfaltar las almas, unido a las evoluciones de las mismas, modelan el motivo de esta Foguera, como claramente se ve en esos cuspondios que tienden, ávidos, a incrustarse en el SER. Cadalsos sonrientes, lágrimas moribundas, o así, completan el dolor de la obra”.

Casi nada. Y ahora rogamos que, si alguno de nuestros lectores ha comprendido algo, nos facilite sus conclusiones mediante algún comentario que todos le agradeceremos.