15 mayo 2007

FRAGA Y EL MANANTIAL DE LA ETERNA JUVENTUD

Aquella leche en polvo de los americanos que daban en los colegios nacionales y en las microescuelas trajo estos lodos: las bombas de Palomares.
¿Cuántas fueron las bombas de Palomares?
La historiografía clásica admitía hasta ahora que las bombas de Palomares habían sido cuatro. Las cuatro bombas que cayeron sobre la mar almeriense, frente a la costa de Palomares, en la mañana del 17 de enero de 1966, cuando en pleno vuelo chocó un bombardero nuclear americano del tipo B-52 con el avión nodriza que le estaba dando a esa hora el desayuno.
Como las carga el diablo, las bombas cayeron a la mar desde el cielo (lo cual demuestra que de ahí arriba nunca podemos esperar nada bueno).
Las bombas H se fueron al fondo del mar, matarilerileró, como es la obligación de toda bomba. Y los americanos, con todo su poderío y todo su golpe de Sexta Flota, radares, sondas y submarinos de bolsillo, no pudieron encontrarlas. con el tanga de lamé, pues pasó un día y otro día, un mes y otro mes pasó, sin que las bombas aparecieran.
Hasta que llegó el tío Paco "el de la Bomba", bajito, bigotito en ristre y vestidito de blanco cual hombre de Colón. Franco tendió la red, aforó aquello a ojo de buen cubero y dijo dónde estaban las bombas. Esto no ocurrió hasta el 7 de abril. Vamos, que de Reyes a Semana Santa estuvieron las bombas atómicas de Palomares dando por culo (perdón, por saco).
Después se ha sabido, que la más peligrosa de las bombas de la democracia cayó en Palomares en la mañana del 10 de marzo de 1966. Aquella bomba se llamaba Manuel Fraga Iribarne. En forma de ministro de Información y Turismo, especializado en poner el veto a Serrat y en mandar a Massiel al Festival de Eurovisión como Armada Invencible del Franquismo, fue a bañarse en compañía del embajador de los Estados Unidos.
Con aquel baño en pleno mes de marzo ante las cámaras de la incipiente Televisión Española de Franz Johan y del No-Do, Fraga, en el paternalismo franquista, trató de demostrarnos que aquel gazpacho nuclear de Morón se podía comer: "Anda, niño, tómate la papilla atómica, que está muy rica"
Por haberlas tachado la censura (de eso Fraga sabe un rato) no fueron recogidas las dos frases históricas de Fraga en Palomares. A saber: "Joé, qué fría está el agua" y "La mar es mía"
Vivir para ver.

 
La Asociación Cultural Alicante Vivo se reserva el derecho de moderación, eliminación de comentarios malintencionados, con lenguaje ofensivo o spam. Las opiniones aquí vertidas por terceras personas no representan a la Asociación Cultural Alicante Vivo.