27 junio 2007

EL DESASTRE DEL HINDENBURG

El Hindenburg, cuyo tamaño era tres veces más grande que un Boeing 747, fue un dirigible con capacidad para 72 pasajeros y una tripulación de 61 personas. Fue construido con algodón, barnizado con óxido de hierro y acetato-butirato de celulosa impregnado de polvo de aluminio. Fabricado por Luftschiffbau Zeppelin en 1935 con un coste de 500.000 libras, hizo su primer vuelo el 4 de marzo de 1936.
En un primer momento, se pretendió llenar el Hindenburg con helio, pero un embargo del ejército de Estados Unidos sobre este elemento obligó a los alemanes a cambiar el diseño para pasar a usar hidrógeno altamente inflamable. A pesar de que la densidad del hidrógeno es la mitad de la del helio, la capacidad de levante apenas aumentó en un 10%. Gracias a este pequeño incremento de potencia, en el invierno de 1936 se añadió capacidad para 10 cabinas de pasajeros más. Nueve de ellas disponían de dos camas, y la última de cuatro. También se quitó un piano para ahorrar peso.
Los alemanes tenían experiencia en el uso del hidrógeno, sin sufrir nunca un accidente relacionado con la alta inflamabilidad del gas. Aun así, y para mayor seguridad, se trató la envoltura del dirigible para que no acumulara electricidad estática y saltaran chispas. Tenían tanta confianza en su capacidad para manejar hidrógeno, que los ingenieros alemanes incluyeron una sala para fumar en el Hindenburg.
En su primer año de uso comercial, el Hindenburg voló 308.323 kilómetros, transportando 2798 pasajeros y 160 toneladas de carga y correo. Cruzó 17 veces el Océano Atlántico, 10 de los cuales a EE.UU., y las siete restantes a Brasil. En julio del mismo año, batió un record al cruzar dos veces el oceáno en 5 días, 19 h y 51 min, con el boxeador Max Schmeling como pasajero, después de ganar a Joe Louis.
El régimen nazi se apoderó del marketing del Hindenburg como una muestra de la grandeza del poderío alemán. El 1 de agosto, durante la inauguración de los Juegos Olímpicos de Berlín, el dirigible sobrevoló el estadio olímpico momentos antes de la aparición de Adolf Hitler.
El 6 de mayo de 1937, tras haber cruzado el Atlántico, el Hindenburg se acercó a la base de amarre en la Estación Aeronaval de Lakehurst (Nueva Jersey), después de esperar varias horas a que el tiempo tormentoso le permitiera las maniobras de atraque.
A las 19:25, mientras el Hindenburg ya había largado los amarres y se acercaba a la torre, se observó a popa un destello de fuego. Repentinamente, se prendió fuego en la parte superior de la popa, extendiéndose casi instantáneamente por todo el dirigible mientras la estructura caía lentamente sobre los pasajeros que saltaban desde una altura de 15 m y marinos que ayudaban en las maniobras. Quedó destruido por completo en menos de 40 segundos y su esqueleto permaneció largo tiempo en el suelo hasta que fue vendido como chatarra.
A pesar de lo impactante del desastre, de las 97 personas que había a bordo, sólo 35 murieron, la mayoría de ellas calcinadas o aplastadas bajo la estructura. Muchos de los tripulantes y pasajeros se salvaron gracias a la rotura de los tanques de agua, que cayó sobre ellos, salvándoles de las llamas.
Tras el desastre y posterior investigación, Adolf Hitler ordenó terminar con la flota de dirigibles comerciales.
El desastre es recordado por la extraordinaria cobertura mediática, a través de filmes, fotos, y especialmente, de la narración radiofónica de Herbert Morrison desde el lugar del accidente. La presencia de tantos periodistas se debía al anunciado primer vuelo transatlántico para pasajeros que llegaba a suelo estadounidense en aquel año. La narración de Morrison no fue difundida hasta el día siguiente. Aun así, se convirtió pronto en una de las más recordadas de la historia, con la memorable expresión "¡Oh, la humanidad!" ("Oh, the humanity!"), que desde entonces quedó ligada al recuerdo del desastre.
La gran cobertura mediática del accidente tuvo una gran repercusión en el futuro de los dirigibles para pasajeros. Las múltiples imágenes del siniestro dieron la vuelta al mundo, acabando con la confianza que se tenía en este transporte.

 
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