10 junio 2007

LA AJETREADA HISTORIA DE LA CRUZ DE LA MUELA

Hace algún tiempo se debatía en el Blog como se han colocado en lo alto de las montañas los hitos geodésicos, antenas, torres, cruces y demás parafernalias... Pues bien parece que dependiendo del año o del poder económico del constructor se han utilizado desde tracción humana o animal, maquinaria rudimentaria o tecnología punta.
En este caso Pedro Gómez de Orihuela nos manda esta imagen de la re-colocación de la Cruz de la Muela, una cruz de término, situada en la emblemática cima del mismo nombre a 464,1 m. dentro del conjunto de la sierra de Orihuela.

Se trata de una mole de hierro de más de 1.200 Kg. y unas dimensiones de 14,80 metros de altura por casi 8 metros de brazos, sostenida por una peana de cemento de 1,60 metros.
Se ha relacionado con el dominico santo valenciano Vicente Ferrer, quien en un sermón, a su paso por Orihuela en 1411, pudo haber dicho:
"Devotos oriolanos, hijos míos, estoy cierto que en aquella elevada montaña habitan muchos demonios, los que con sus infernales astucias causarán entre vosotros innumerables ruinas espirituales y temporales. Si queréis veros libres de ellos, colocad allí el soberano estandarte de la Santísima Cruz".
No se sabe si originariamente fue construida en tierra y luego subida al monte o si fue labrada de un frondoso olivo en la misma cima. No obstante, debemos esperar a 1715 para datar una primera cruz de madera. El historiador J. Montesinos, en los albores del siglo XIX, da cuenta de la costumbre de acudir el sacristán mayor de la Catedral el día de Pascuas de Resurrección a bendecir los términos al pie de esta cruz, colocando palmas benditas en las tres anillas que la misma ostentaba.
El tiempo y el hombre destruyeron el símbolo en más de una ocasión. El beato oriolano Inocencio Carretero propuso en 1910 la fabricación de una gran cruz de hierro, que despareció durante los años de la guerra civil. En 1942 volvió a colocarse, de hierro hasta que el 2 de enero de 1985 fue misteriosamente aserrada por unos bárbaros incontrolados y arrojada desde la cima.
Ese mismo año fue reconstruida por fervor popular y colocada por un helicóptero del ejercito del aire ante la curiosa mirada de los vecinos que se acercaron a contemplar la curiosa maniobra, tal como nos muestra la foto.

 
La Asociación Cultural Alicante Vivo se reserva el derecho de moderación, eliminación de comentarios malintencionados, con lenguaje ofensivo o spam. Las opiniones aquí vertidas por terceras personas no representan a la Asociación Cultural Alicante Vivo.