24 junio 2007

LA BELLEA LLOROSA

Juan nos ha enviado amablemente una leyenda sobre las Hogueras de San Juan.
Esperamos que os guste.
Siempre había sido una de las hogueras mas humildes de la ciudad de Alicante. Aquel año, no sabían bien como, contrataron los servicios de Carlos, un joven y barato artista foguerer venido de algún pueblo de la provincia. A Carlos se le veía confiado en sus posibilidades y con muchas ganas de empezar su trabajo.
A los pocos días se celebró el pequeño acto de presentación al que acudieron tanto Carlos como Lourdes, la nueva Bellea. Lourdes era una hermosísima mujer de 20 años, ojos cobrizos y de lacio pelo negro. Tras acabar con la cena se le pidió al artista que pronunciara algunas palabras. El joven se alzó, y dirigiéndose a la Bellea dijo: "Señoras y señores ustedes me han presentado a Lourdes esta noche y yo he encontrado la inspiración necesaria para mi obra. Den por seguro que este año su hoguera será la ganadora". Todos los miembros rieron, pero ninguno sabia que el joven artista no hablaba en vano. Durante los largos meses de invierno, Carlos, trabajo en secreto en su obra. Muy a menudo tuvo que requerir la presencia de la joven Bellea ya que era su modelo y fruto de inspiración. Como no pudo ser de otra manera, al final el amor los fue uniendo. A menudo Carlos le comentaba: "Lourdes, no soportaré ver como desaparecerás entre las cenizas de la Nit de la Cremà". Ella, naturalmente, no entendía nada de nada.
Llegaron las hogueras de 1968, pudiéndose ver al completo la obra del joven artista. El inmenso monumento estaba coronado por una radiante réplica del rostro de la joven Lourdes. Jamás haba visto nadie en la ciudad de Alicante algo tan parecido a la realidad; cada trazo, cada pincelada albergaba un sentimiento y una perfección sublimes. La hoguera parecía haber cobrado vida. Los ojos cobrizos de la gigantesca figura enamoraron a todos los alicantinos, en especial al jurado, que, sin dudarlo, le concedió el primer premio.
Llego la noche del 24 de junio. Para Lourdes aquellos habían sido los momentos mas felices de su vida. Su amor por Carlos era algo insuperable e inamovible. Mientras todo eso se le pasaba por la cabeza, esperaba la llegada del artista. El joven artista no apareció y Lourdes corrió desesperadamente de un sitio para otro, dejando tras de si un reguero de lágrimas. Todos la intentaban calmar en vano, pero ella no dejaba de llorar, ya que no quería ver quemar la hoguera sin al artista y enamorado a su lado. Pasaron muchos minutos y Carlos no apareció, por lo que al final decidieron quemar la hoguera sin él. Lourdes se había marchado sola y desconsolada.
Cuentan desde entonces que en Alicante, cada año por fiestas de Sant Joan, la joven Lourdes aparece dentro de una de las hogueras de la ciudad convertida en ninot. Dicen que es ella, que sigue con la búsqueda de su amado. Cuando paséis por la ciudad, contemplando todos aquellos magníficos monumentos, buscadla entre todas la figuras. Es imposible confundirla: Su pelo es negro, su rostro muy lindo y sus ojos cobrizos albergan una lágrima.

 
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