14 agosto 2007

FOTOS PARA OLVIDAR: EL ÁNGEL DE LA MUERTE

Josef Mengele nació en una respetada familia católica bávara. Amaba el arte y la música, e hizo el juramento hipocrático de sanar a los enfermos y de no entrar a una casa sino para sanar a sus pacientes.

Eso fue lo que juró.
Lo que hizo: torturar, deshumanizar y masacrar.
El Doctor Mengele envió a cientos de miles
de inocentes a la muerte en los campos de concentración nazi, donde era conocido como "El Ángel de la Muerte". Fue el responsable de seleccionar a miles de judíos para experimentar y luego exterminarlos en los campos de concentración de Auschwitz. Un hombre que realizaba los más dolorosos experimentos sobre gemelos, con la esperanza de descubrir el secreto de los nacimientos múltiples, para así crear genéticamente la Súper Raza Aria que dominaría al mundo durante los mil años que, según Hitler, duraría el Reich.
En 1920, Alemania era el centro cultural y artístico del mundo. La medicina y la música florecían y Berlín era considerada una de las ciudades más refinadas del mundo. Las teorías de Darwin eran contrastadas con los nuevos descubrimientos y
una nueva ciencia causaba revuelo: la EUGENESIA, el estudio de los cruces genéticos.
Ese ambiente sería de extrema importancia en la vida posterior de Mengele. "El padre de Mengele er
a de duro carácter. Cuando llegaba a la fábrica lo hacía gritando. Era una persona muy dura. Y su madre estaba hecha con el mismo molde. Era una devota católica, piadosa, aunque muy recta de carácter y de dura disciplina. Mengele siempre tuvo el impulso por hacer algo muy especial, para probarse y superarse a sí mismo".
En 1930, Mengele ingresó a la Universidad de Münich, ciudad que se convertiría en un centro de la agitación política.
"Era un estudiante brillante y extraordinariamente ambicioso. Siempre intentaba hacer algo fuera de lo común, para ser un gran científico" . Allí, fue impactado por un discurso de Hitler sobre la superioridad de la raza germana. El antisemitismo ganaba impulso y la comunidad científica parecía estar de acuerdo. Pureza hereditaria, eutanasia, esterilización de los indeseables y superioridad racial mediante la eugenesia, ocupaban a la comunidad científica.
Nadie abrazó esta idea con mayor pasión que Mengele. En 1934 se unió al Partido Nazi, pero siguió con sus estudios. Cuando la guerra se extendió con el ataque sobre Rusia, Mengele fue movilizado al frente oriental; poco después fue herido en combate, por lo que le otorgaron condecoraciones y se convirtió en un héroe nazi.
Cuando las heridas de Menge
le sanaron, se ofreció voluntario como médico en los campos de concentración.
¿Po
r qué querría ir a un sitio como Auschwitz?
"Porque él buscaba "zwillingen" (gemelos) para sus experimentos y tendría a numerosos de ellos y hasta se podía dar el lujo de matarlos. Allí, desde el principio, dispuso de 226 gemelos, con edades entre 2 y 18 años. Y podía hacer lo que quisiera c
on ellos."
Una de las asignaciones de los médicos de campamento era recibir los trenes cargados con
judíos. Estos doctores tenían un poder terrorífico: podían decidir instantáneamente si un prisionero iba a la muerte en la cámara de gas, si se lo destinaba a experimentos, o si iba a trabajos forzados. Mengele era uno de los pocos médicos de campamento que podía llevar a cabo la tarea de selección a sangre fría, siempre en busca de gemelos.
Las investigaciones de Mengele tenían un fin claramente demarcado: lograr la absoluta perfección de la raza ar
ia y asegurar su reproducción. Es por ello que intentaba descifrar los secretos de los nacimientos múltiples. Cuando se sabía que tocaba el turno de las rondas de Mengele, la tensión invadía por igual a prisioneros, guardias y doctores de la SS. Todo el mundo se aterrorizaba cuando comenzaba a revisar a los recién llegados, en su frenética búsqueda de gemelos. "Lo veíamos vestido inmaculadamente, con un par de guantes de cuero en una de sus manos, y con un pequeño látigo para cabalgar en la otra. La relación entre "sujetos" y "amo" es muy difícil de explicar, y aún luego de haberla vivido, no puedo explicarla".
En ocasiones, su lado oscuro surgía descontrolado. Un sobreviviente lo recuerda ejecutando a un joven de 17 años, por robar carbón. Mengele le disparó en ambas rodillas, luego lo tomó del cabello y le disparó en la cabeza. "Robar está prohibido, y ustedes deben respetar las reglas de este lugar" dijo e
n voz alta.
Josef Mengele fue la personificación del peor demonio. Se convirtió en un verdadero símbolo del terror nazi. Es absolutamente imposible leer la acusación hecha contra él en la ex Alemania Oriental, que describe cabalmente sus
atrocidades, sin siquiera dejar caer una lágrima. "Fuimos completamente sobrepasados por su monstruosidad".
Mengele inyectaba en las venas toda clase de substancias, como fenoles, cloroformo, nafta, insecticidas... Algunas veces, directamente en el corazón. El mataba a los objetos de sus experimentos para hacerles autopsias. Hacía vivisecciones, para estudiar los límites de resistencia a los traumas y el dolor en los seres humanos. Una vivisección, es lo mismo a hacer la autopsia en un ser vivo. De más está decir que lo hacía con la persona consciente y sin anestesia...
Obviamente, nadie sobrevivía.
De esta forma, los experimentos de Mengele cobraron hasta 60 víctimas diarias.

Demente o no, los experimentos de Mengele llegaron a su fin. El invierno se acercaba y el Ejército Rojo avanzaba hacia el campo de muerte. El 26 de noviembre de 1944, Einrich Himmler, máximo jefe de las SS, telegrafió a todos los Comandantes de Campo ordenando suspender las muertes. Antes del desmantelamiento del campamento, Mengele hizo su selección final, enviando a 461, de un total de 509 prisioneros recién llegados, a una muerte instantánea. Fue su último servicio en Auschwitz.
Con el sonido de los cañones
rusos cada vez más fuertes, Mengele reunió sus registros y anotaciones, y el 18 de enero de 1945, el Ángel de la Muerte desapareció para siempre.
Mengele dejó su uniforme de oficial de la SS y se dirigió a una unid
ad hospital que iba hacia el sur. Cuando finalmente, en mayo de 1945 Alemania capituló, Mengele terminó en dos campos de prisioneros de los aliados, ignorado por sus captores. Ello se debió a que él había pasado por alto muchos de los trámites necesarios para ser parte de las SS. Mengele carecía del tatuaje obligatorio de oficial de las SS, que se hacía en la parte interior del brazo izquierdo, dos pulgadas por debajo de la axila.
Las listas de criminales de
guerra circulaban por la República Federal de Alemania y los doctores y oficiales de las SS estaban siendo juzgados. Mengele huyó a Italia en 1949; poco después abordó un buque que lo llevó a Buenos Aires. En Argentina se sentiría seguro, gracias a una organización secreta conocida como ODESSA, encargada de otorgar salvoconductos a antiguos oficiales SS.
Las recompensas ofrecidas por Alemania e Israel para su captura, sumaban 3.5 millones de dólares... pero no dieron resultados.
En junio de 1985, la noticia del descubrimiento de la tumba de Wölfgang Gërhard recorrió al mundo. Los restos que habían permanecido bajo tierra desde 1979 fueron exhumados. El equipo forense concluyó que eran los restos de Josef Mengele, el nazi más buscado desde la Segunda Guerra.
Según la evidencia descubierta, 1979 sería un año marcado en la vida de Mengele. "En 1979 fue invitado a pasar un día de playa, a 50 millas de Sao Paulo. Mengele se introdujo en el mar, hasta que el agua alcanzó sus rodillas. En ese momento desapareció. Sufrió un ataque cardíaco, cayó al agua y se ahogó. Cuando fue llevado a la playa, y a pesar de los esfuerzos, no pudo ser resucitado".
Hicieron los arreglos para que Mengele fuera enterrado en el cementerio de Ambu, bajo una lápida que lleva el nombre de Wölfgang Gërhard, y allí permaneció hasta su exhumación en 1985.
Muchas de las víctimas o sus descendientes quedaron inconformes con la forma de la muerte, e incluso con la veracidad de la misma. "La muerte de Mengele no se condice con el sentido de justicia. Si pensamos que murió, quisiéramos que haya muerto de cáncer u otra enfermedad, muy lentamente, órgano por órgano, y sólo luego de una muy larga y dolorosa agonía. Sin embargo, y aunque hubiera estado consciente durante el ataque cardíaco, su muerte se habría consumado en sólo dos o tres minutos. La muerte fue terriblemente benévola con él, e injusta con nosotros"
La doctora Gissela Weird, sobreviviente de Auschwitz, quien hizo sus estudios de medicina en la Alemania de preguerra, afirmó: "Sé que todos los estudiantes de medicina realizan el juramento de Hipócrates. Es como una página de la Biblia que Mengele ensució". De hecho, alguna vez Mengele pronunció las palabras sagradas del juramento hipocrático:
"Si cumplo acabadamente con este juramento, ganaré para siempre reputación entre los hombres, por mi vida y mi arte. Si lo transgredo, que lo opuesto recaiga sobre mí".
En cierta forma, su juramento se ha cumplido: el Ángel de la Muerte, demonio-médico de Auschwitz, es un sinónimo universal de muerte y genocidio
info: EL ÁNGEL DE LA MUERTE

 
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