15 agosto 2007

"LA MAHOMA" DE BIAR

Dulce, dulce, dulce...
Así nos parece Biar, con su majestuoso castillo almohade del siglo XII, su santuario de la Mare de Deu de Gracia, sus ermitas góticas del Rosario, su entorno de montañas arboladas, su entrañable “Mahoma” y su hospitalidad.
Biar es un privilegio del Alto Vinalopó, a 700 metros de altitud sobre el mar y 64 kilómetros de Alicante, cuyos habitantes viven en torno a viejas tradiciones que como el “Ball dels espíes” la “Volteta de la reina” y la “Festeta de setembre” tanta evocación entrañan de la historia, folklore y su cultura popular, pues la “Ball dels espíes” data nada menos que del siglo XIII.
Bonito y legendario, el castillo parece irradiar fuerza e iniciativa al pueblo trabajador que se extiende y crece a sus pies. Acogedor y pulcro, sus deliciosas callejuelas convergen en la Plaza de la Constitución donde también la portada plateresca del templo parroquial es como un poderoso talismán atrayendo la admiración en muchas leguas a la redonda.
Pero en Biar la repostería típica y “La Mahoma” protagonizan un acto festero de moros y cristianos insólito por demás. En la calle Mayor podemos ver la “Casa del rollo de la Mahoma” recordando en una placa de cerámica que este título data del año 1799, por lo que más de dos siglos cuentan en la tradición de prender de su turbante “els rollets d´anis” que el 11 de mayo, segundo día de Fiestas Mayores en Biar, prenderá la familia Candela cuando su “carro” y multitud de seguidores, lleven al simbólico profeta a posesionarse del castell conquistado a los cristianos.
Desde luego que en los deliciosos “rollets” honran tanto a aquel como a los artesanos que los elaboran con harina, azucar-grano, aceite de oliva. anís seco, agua y zumo de limón. Generación tras generación, los Candela han prendido el rollo en la media luna cuando entre las aclamaciones del público, la comitiva se detiene y encara “La Mahoma” al balcón del anteriormente citado linaje.
Esto sucede en esta tarde primaveral del 11 de mayo, en que tantos son los que anhelan tocar al menos “La Mahoma”, bien cumpliendo promesa, bien por convicción y respeto al mundo musulmán o bien por tradición que legaron sus mayores.
Son misterios de esas pequeñas-grandes cosas, no banales aunque para algunos lo parezcan, que conforman la personalidad de nuestra provincia.Y es que en esta entrañable figura de la fiesta biarense no hay ápice de sarcasmo, menosprecio, bufonada o vilipendio.... sino admiración.
INFO: Postres, Reposteria y Licores de Alicante

 
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