ALICANTE EN EL RECUERDO: EL CRONISTA VIRAVENS Y LOS MOROS Y CRISTIANOS

Rafael Viravens y Pastor nació en Alicante el 7 de febrero de 1836 y murió en su misma ciudad natal el 15 de marzo de 1908.
Es decir, hace 99 años.
Viravens debió ser persona de temperamento activo, pues de cajista de imprenta (siendo muy joven), pasó a trabajar como funcionario de la Fábrica de Tabacos, director de las Casas de Beneficencia y del Hospital Civil, y oficial del Gobierno Civil, cargo éste último en el que cesó al ocurrir la revolución liberal de 1868.
Su biografía política nos la muestra como militante del partido moderado, datos a los que don Enrique Cerdán Tato añade tratarse de persona “de diáfanos sentimientos religiosos”. En 1875 fue nombrado Archivero Municipal y Cronista Oficial de la Municipalidad, siendo precisamente su trabajo más conocido la notable “Crónica de la Muy Ilustre y siempre Fiel Ciudad de Alicante”, obra fechada en 1876.
Diez años más tarde renunció a ambos cargos argumentando una paulatina pérdida de visión. Fue él quien se erigió como artífice de la recuperación de los simulacros de Moros y Cristianos en nuestra ciudad dentro del amplio programa de festejos religiosos y profanos que en 1878 fueron organizados en honor de la Patrona, Nuestra Señora del Remedio; simulacros que fueron prácticamente olvidados a partir de 1836 cuando desaparecieron los gremios de pescadores, artesanos y toneleros sobre los que había recaído tradicionalmente su puesta en acción.
Nuestro Cronista no sólo tuvo que soportar por aquellas fechas las aceradas diatribas de la prensa liberal, sino también la incomprensión de algunos ediles y buena parte del clero. Durante decenios, el acontecimiento fue ignorado- sin duda involuntariamente- por quien también fuera Cronista Oficial, D. Francisco Figueras Pacheco, que en 1949 se lamentaba de la “penuria actual de fiestas tradicionales” para a continuación colocar su acento en la de Moros y Cristianos que “no debieron olvidarse nunca y que debió resucitarse hace mucho tiempo, tanto por su animación y colorido, como por ser Alicante, el escenario más adecuado a la representación de sus episodios”.
Se ha podido constatar la existencia documental relativa a simulacros o representaciones de Moros y Cristianos en el Archivo Municipal de Alicante en la primera mitad del siglo XIX, en 1802 y 1840.
Pero volviendo al evento festivo de Moros y Cristianos de 1878, elaborado con la participación de Viravens, debemos recordar el programa de actos, que fue el siguiente:
“Retreta con intimación de los moros para la entrega de la ciudad; exhibición de “danzas árabes” (con acompañamiento de chirimías, añafiles, atabales, crótalos, etc.). A través del barranco de Bonivern, los moros ocuparon la eminencia del Molinet, de donde fueron desalojados por el “nutrido fuego” de los cristianos al amparo de la Cruz de San Juan y sones de clarines y trompetas. Las huestes sarracenas lograron embarcar en naves que les esperaban en la costa de la Cantera e insistieron en su ataque a la ciudad, más resultó fallido su intento por la defensa cristiana desde la torre del Espolón y ...vencedores y vencidos, acompañados por una banda militar, se dirigieron al Consistorio para celebrar juntos el resultado del histórico combate”.
Viravens fue durísimamente criticado por el inasequible “El Graduador” cuyo redactor “Ben Laaref” llama al Cronista alicantino “Virabetumeya” y “cronista de Barrabás”.
“El Eco de la Provincia”, de tendencia conservadora, al informar del acontecimiento que nos ocupa destacaba el regocijo que el combate naval provocó en el público, los espléndidos trajes de seda, los clarines y trompetas y estandartes exhibidos por los cristianos, etc...
Al año siguiente, en 1789, los simulacros de moros y cristianos no aparecieron en el programa de las fiestas de agosto. Deducimos que por la precaria situación económica que atravesaba el consistorio y el rechazo que encontró en algunos ediles y personas del clero...; pero sí se mantuvo la cabalgata en la que se representaba la entrada en Alicante de D. Alfonso X y Dª Violante.
Y aquí fue el problema, porque Viravens no encontró quien aceptara el papel de “reina” y vióse obligado a contratar a una conocida ramera, quien durante el desfile no se resignó a soportar las burlas de paisanaje y se despachó mandando a los autores de la chanza a “la perrera”.
El ya citado periódico ”El Graduador”, amén de calificar la Cabalgata de Dª. Violante de “mamarracho” no se quedó corto y pidió prisión para Viravens por haber intentado y llevado a cabo “con premeditación y alevosía el desprestigio de las instituciones monárquicas”.
En 1880 José Juan Plaza -a la sazón director de “El Eco de la Provincia” en 1882- publicó unas embajadas de moros y cristianos para Alicante “al estilo de las de Alcoy”. Dada le estrecha relación mantenida entre Viravens y dicho periódico, parece lógico sospechar que el cronista alicantino albergara la idea de volver a incluir los simulacros de moros y cristianos en el programa de agosto, ya que hasta 1885 continuó formando parte de la Comisión Municipal de Fiestas.
info: Manuel Tejeda.
fotos: Alfredo Campello