05 enero 2008

LOS OFICIOS ALICANTINOS

Desde aquella catástrofe bíblica que obligó al ser humano a “ganarse el pan con el sudor de su frente” el sufrido personal ha tenido que ingeniárselas para producir todo aquello –y mucho más- de cuanto ofertaban de modo gratuito los prodigiosos parajes del Paraíso Terrenal.
Cerrada aquella Jauja feraz mediante la espada de fuego del arcángel, apareció, como es sabido, la especialización del trabajo y Caín hubo de asir el arado para conocer los secretos del barbecho, mientras Abel se iniciaba en las artes más contemplativas de la ganadería.
¿Hubo acaso una hermana desconocida que iniciara aquello que se conocería como “el oficio más viejo del mundo”?
No se sabe. Son secretos del Génesis por descubrir, que ni siquiera explica, dicho sea de paso, el Deuteronomio.

Los canteros de Sant Joan que levantaron la cárcel de Alicante (Lloixa)

Pero si viajamos un poco más en el tiempo, ya encontramos un Noé vinaterio y armador de barcos, una Babel repleta de constructores y artesanos (algún traductor que otro), y unas Sodoma y Gomorra que completan el cuadro más variopinto de las actividades humanas para obtener el sustento.
Una maldición, la del trabajo, que ha llegado a nuestros días para rizar la paradoja, no se sabe si más amarga, del paro o la cesantía. Y es que el ser humano, desde el asunto de la serpiente, el demonio y la manzana, definitivamente, no se aclara.

Albañiles en los años 50 (Eugenio Bañón)

Aquí, por esas tierras de nuestro perfil mediterráneo, las actividades laborales, desde el censo de 1754, se ajustaron en la ciudad a cuanto mandaban los tiempos. Así, el 45% de la población activa se decantó hacia el sector primario, destacando los jornaleros y la gente de la mar. El 29% se incluía en el sector secundario donde los sastres andaban a la cabeza con mucha diferencia sobre toneleros, carpinteros y albañiles, que les iban a la zaga. Un 26% en el sector terciario anunciaba ya la vocación de ciudad de servicios que proclamarían tiempos venideros: negociantes, tratantes, escribanos, cirujanos y abogados, por este orden, ocuparon los lugares prioritarios.
No varió la cosa excesivamente en 1900, cuando el sector primario continuaba ostentando la primacía, con un 50%, el secundario pasaba a un tercer plano con un 20% y comenzaba destacar los encorbatados “empleados” en un sector servicios encaramado al 30% de a población activa.

Albañiles en Xixona (Elisa Garcia)

Más dejemos la frialdad numérica de las estadísticas.
Hacia 1900, la fotografía ya podía dejar testimonios del mundo laboral si el patrón lo permitía, por supuesto, o si el patrón era uno mismo, que aquí hemos sido siempre muy liberales, ¡no faltaría más!. Recoge nuestro cuadernillo de hoy oficios variopintos, algunos pasados a mejor vida, como el del aguador; otros, como el que practican los honorables miembros del Cuerpo de Bomberos, en plena vigencia, porque el fuego, como antaño, continúa haciendo estragos y, no digamos, el agua.
Junto a ellos aparecen algunas reatas de mulos que recuerdan tiempos de un transporte exasperantemente lento. El camión, tal vez de un “ordinario”, oficio hoy también desaparecido. Albañiles, pescadores y alfareros son captados “in fraganti” en plenas labores productivas, al lado del carpintero, el electricista y los mecanicos. Empleados de la limpieza se esmeran con las mangas de riego que en verano hacían las delicias de la chiquillería, mientras otros colegas, reividican –en ordenada y quien sabe si dirigida manifestación- un cierto grado de cooperación ciudadana.
También parecen oficios tan especializados como el del palmerero, alguna de las primeras peluquerías femeninas que se abrieron en Alicante, humildes fabricantes de escobas y hasta la redacción de la revista Iris, que dirigía el prestigioso comerciantes Francisco Visconti y que publicó reportajes gráficos sobre juras de bandera, manifestaciones obreras y accidentes de tráfico sucedidos en la comarca.


Canaster de Xixona (Josep Mateo)

Instalación de luz eléctrica en Xixona (Elisa García)

Parada de los bomberos de Alicante en 1912 (BGM)

Buzos trabajando en el puerto (AMA)

Interior de una farmacia. 1908 (BGM)

Carro de Xixona para transportar mercancia. 1920

Transportista de Xixona en los años 30 (Xion)

Bomberos alicantinos en los años 60 (AMA)

Aguador (Sanchez, AMA)

Palmero (AMA)

Taller de automoviles (Eugenio Bañón)

Peluquería de señoras en 1960. (Eugenio Bañón)

Huelga de los trabajadores de la limpieza en Alicante. (Hermanos García, AMA)

Fabricación de escobas en San Vicente (Carmelo Blay)

Felip "el del forn" y su familia. Regentaban unos hornos, pero era conocido por sus juegos de carta y magia en las frías noches de invierno (Fiestas de Xixona, 1988)

Correos de Alicante (Eugenio Bañón)

Redacción de la revista alicantina "Iris" en 1912 (BGM)

Regando las calles (Jose Luis Gimenez "Tanito")

info: Carlos Ferrater.
Memoria Gráfica de Alicante y Comarca.
Diario Información

 
La Asociación Cultural Alicante Vivo se reserva el derecho de moderación, eliminación de comentarios malintencionados, con lenguaje ofensivo o spam. Las opiniones aquí vertidas por terceras personas no representan a la Asociación Cultural Alicante Vivo.