25 febrero 2008

AIGÜES - VENTA LLANUSSA

Después de participar y disfrutar en las I Jornadas de Participación Ciudadana de Aigües, el domingo teníamos la marcha desde el citado pueblo hasta Venta LLanussa-Venta La Nuza.
El día amaneció con una lluvia intensa y persistente, que todos intuíamos que duraría toda la jornada.
No obstante, eso no fue impedimento para que nos desplazamos a Aigües, deseosos de iniciar la ruta.
M
ientras esperábamos en el pueblo a que escampara algo, nos reconfortamos con un buen desayuno (por supuesto, con "chorret" incluído).
El recorrido de hoy no era ni largo, ni exigente..., pero dadas las circustancias climatológicas, resultaría muy penoso por el barro.
Pero había que hacerlo.
Era el Primer Aniversario de la Asociación de Caminantes y había que hacerle los honores pertinentes.
Así que, una vez establecida la infraestructura (dejar coches al final de la ruta para volvernos después de la comida), sobre las diez de la mañana, sin foto oficial de salida y con la protección del Pino Manolo, 57 valientes y decididos espartanos de las sendas iniciamos el recorrido

Pino Manolo

Sin dilación, atravesamos el pueblo y tomamos el camino de la Venteta.
G
irando a la derecha por una senda con buen firme y poco barro, descendemos hacia el rió y barranco de Aigües, que pasamos sin dificultad, dejando a nuestra derecha la hermosa Font del Castellet

Al iniciar la subida, giramos sobre nuestros pasos y Aigües y el Cabeçò nos despiden medio perdidos en las nubes y la lluvia.

Desde que hemos salido del pueblo vamos transitando por el Camí del Castellet.
N
ada más pasar el río y desviarnos hacia la izquierda, no paramos de subir hacia el Pixaor.
La subida no es muy exigente, pero la lluvia ha convertido la senda en un barrizal, lleno de lodo que te engulle la botas (bendito Goretex) y te pone perdidas las perneras de los pantalones.

Después de una hora, llegamos a la cumbre.
Nos reagrupamos y, ya juntos Paskki y Alejandro, nos quitamos de momento los kilos de barro que llevamos en las botas.
A través de la bruma vemos hacia el sur la silueta del Cabo de las Huertas, Playa de San Juan y Muchavista... y se difumina la Serra Grossa

Hacia el norte, vemos la isla y el skyeline de Benidorm y La Vila

También divisamos varios pequeños valles y cañadas, todos a la umbría del mar, a espaldas de la autovía y que más adelante disfrutaremos por su frondosidad.
Ahora que la lluvia nos ha dado un pequeño respiro, nos hacemos la foto oficial

Pero nuestro gozo en un pozo...,
Dejó de soplar el levante que se llevó las nubes y nuevamente vuelve a caer agua, ahora con más intensidad.
Adelante, llevamos unos seis kilómetros.
Nos quedan cuatro o cinco en cuesta abajo por vaguadas y barrancos.
Al poco llegamos a una confluencia de caminos: al sur Cala Baeza-Campello

y al norte Carritxal

Nos vamos adentrando por pequeñas cañadas (en una de ellas cerca del Far West, está el Abocaor de les Marines).
Por lo menos no se ve ni se huele, llenas de restos de antiguas masías o casas de labor, que fueron esplendidas y que ahora ya abandonas están la mayoría derruidas

Pasamos por los resto de un esplendido aljibe, con su bóveda parcialmente en ruinas.

Lorenzo, un vecino de Aigües, nos cuenta haber conocido de pequeño estas casas y estas tierras en plena producción de almendra, aceituna y, sobre todo, esparto. Sus moradores confeccionaban espardenyes, cuerdas, bolsas y capazos.
Toda esta zona norte de El Campello, pertenecía al término municipal de Alicante, sin que este ayuntamiento cobrara impuestos a estas tierras. Cuando El Campello se segregó de Alicante creando su propio término municipal, Aigües (o mejor dicho, el cacique Conde de Casas Rojas) no quiso estas tierras al no haber impuestos.
El Campello se las quedó y, enseguida, les puso impuestos.
Conforme descendemos, la lluvia es aún más fuerte, pero ya nos hemos aconstumbrado.
Ya no sentimos pesadas las botas, aunque debemos llevar un par de kilos de barro en cada una.
Nos adentramos en un bello paisaje de frondosas y esplendidas pinadas, agrupadas en bancales muy bien conservados, donde los dioses del olvido reinan.
Gracias a ello, el paraje es esplendido.
Esperemos que siga así, tranquilo y olvidado a escasa distancia de la costa, resguardado por las lomas que lo protegen.

Al doblar un recodo, el paraíso se nos esfuma.
Poco a poco, el ruido de la civilización (autopista) lentamente, va tapando el rumor de la lluvia, el barro, los charcos y las hojas de los pinos mecidas por el viento.
Como abejorro sanjuanero metálico, termina por invadirlo todo.
Pero nuestro bello paraje, aún tiene fuerzas para deleitarnos con dos maravillas que barren nuestra nostalgia:
- Un esplendido y monumental pino al pie del camino

-¿Restos de una calzada romana? ¿Una ramal de la Vía Augusta?

En esta tierra nuestra todo es posible.
Atravesamos la autopista por un túnel subterráneo y llegamos sobre las 13 horas al final.
Han sido cuatro horas y unos 11 kms pasados por agua y barro, pero hemos recorrido unos paraje bellos y recónditos.
Nos aligeramos del peso del barro
Y comeremos todos juntos para seguir comentado la ruta, para seguir preparando la próxima, para seguir queriéndonos ver,... para seguir conociendo y respetando nuestra tierra.
Como siempre, agradecer a Paskki y a Alejandro su compañía, y a Javier Larrosa y los caminantes de Aigües la labor que realizan.

DATOS TÉCNICOS
Tiempo: De tres a cuatro horas
Dificultad: Con tiempo normal, baja, apta para todas edades y condición física.
Longitud: Unos 10-11 Kms, casi todo en bajada y llano.
Agua: Solo al principio.
Pegas: No es circular, hay que disponer dos coches o volverse en el Tram-Trenet, que tiene parada en Venta La Nuza.
Virtudes: Ruta para hacer con buen tiempo, desde el Pixaor vistas espectaculares y en la cañadas y en el Barranc del Carritxal, paisaje y parajes preciosos.

 
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