19 abril 2008

LAS AVES DE LAS SALINAS DE CALPE

Las Salinas de Calpe se encuentran en la localidad del mismo nombre, en la comarca alicantina de La Marina Alta, a unos 60 Km. al nordeste de la capital de la provincia. Se trata de una antigua explotación salinera que probablemente ya funcionaba en la época de la ocupación romana. El primer documento escrito que habla de ellas se remonta a mediados del siglo XIII. El abandono definitivo de la explotación se produce en 1988
Su localización, en el mismo núcleo urbano de la localidad y su proximidad al Parque Natural del Peñón de Ifach, la convierte en un enclave singular con presentes valores culturales y sociales, además de los naturales. Su importancia para las aves es evidente, tanto para las residentes como para las migradoras, en su faceta de lugar de nidificación y descanso.

Las Salinas de Calpe, "vistas" desde la cima del Peñón de Ifach y a la izq. la playa del Cantal Roig. ©Elías Gomis

Las Salinas de Calpe son parte de una antigua bahía cerrada por la formación de una barrera transversal al oleaje. Actualmente se puede ver esta barrera de dunas fósiles entre la Playa del Arenal y el Cantal Roig. La otra parte de la barrera estaría en la Playa de la Fossa. Estas barreras unieron el Peñón de Ifach con el continente, formando un tómbolo de lo que antiguamente era una isla. Hoy en día no existe ninguna entrada natural de agua, haciéndose de forma artificial mediante una bomba. Al sur de las Salinas se encuentra una importante vía de tráfico y construcciones. También en sus lados Oeste y Este hay gran circulación de vehículos y viviendas, incluyendo un camping. Esto nos ofrece la insólita visión de sus aves, incluyendo los grandes flamencos, volando por entre algunas calles de la población.
La superficie que le asigna es de 41,08 ha. según el Catálogo de Zonas Húmedas de la Comunidad Valenciana (Generalitat Valenciana, 2000). Es este documento el primero en reconocer los valores de este singular punto de la Costa Blanca y también en recoger una cierta protección medioambiental, a pesar de la limitación de efectividad legal que el Catálogo pueda presentar.
Las condiciones de las aguas de las Salinas son muy variables como consecuencia de su extensión y renovación, siendo muy sensibles especialmente, la temperatura y la salinidad, al paso de las estaciones meteorológicas.

Fauna existente

Censos

Dentro de los animales estudiados, el grupo más seguido ha sido el de las aves por la importancia que este humedal supone para ellas. Así, se ha venido realizando de forma regular censos de aves acuáticas tanto invernantes como nidificantes, de acuerdo a la metodología empleada a escala nacional y dentro de los censos que se realizan en España para estos animales. Las aves nidificantes están siendo censadas desde 1995.

Pareja de Chorlitejos Patinegros (a la izda., la hembra) en la orilla de las Salinas. Esta especie está especialmente protegida por la drástica reducción de sus poblaciones en Europa. ©Elías Gomis

Por la naturaleza de estos censos, no se reflejan las otras especies de aves no acuáticas que nidifican en los alrededores de las salinas, si bien estas zonas de saladar, matorral y cultivos semiabandonados son de gran interés ya que se ha demostrado que se reproducen aves cuyo seguimiento resulta importante.
Indudablemente hay otras aves que se pueden observar pero que al no ser reproductoras no cuentan con un censo tan detallado. Desde hace unos años se está realizando un censo de aves acuáticas invernantes.


Algunas especies singulares

El Flamenco común
De todas estas aves, no cabe duda que la más espectacular y llamativa es el Flamenco Común (Phoenicopterus ruber). Este ave, con una envergadura alar de hasta 170 cm y una longitud de 140 cm sorprende por su extraña silueta y larguísimo cuello. En la Península Ibérica sólo cría de forma regular y constante en la Laguna de Fuente de Piedra (Málaga) y de forma más irregular en Doñana (Huelva), Delta del Ebro (Tarragona) y Salinas de Santa Pola y El Hondo (Alicante).

Flamenco (joven) y Gaviota Reidora en las Salinas de Calpe
©Elías Gomis

En el verano de 2002, se detectan varios nidos en las Salinas de Calpe, con ejemplares con conducta de incubación. La puesta no prospera y son abandonados. En 2003 el número de ejemplares durante la época de reproducción es muy bajo, lo que contribuye a que no se produzca ningún intento de cría.

Año 2002: Nidos de Flamenco en las Salinas de Santa Pola. La nidificación fracasó y no salieron pollos. ©Elías Gomis

En las Salinas de Calpe es un ave muy común y fácil de observar. No obstante, se pueden registrar grandes variaciones en su población, de duración variable.

La Cigüeñuela Común

Inconfundible por sus largos tarsos rojos (hasta de 125 cm), su pico que llega a los 7 cm. y su contrastado plumaje blanquinegro, la Cigüeñuela Común (Himantopus himantopus) es un ave frecuente en las Salinas, donde a menudo forma grandes grupos y se reproduce anualmente.

Cigüeñuela Común en busca de alimento.
©Elías Gomis

Fundamentalmente estival, llega desde el África sudsahariana para reproducirse. Ocasionalmente, algunos ejemplares se quedan durante el invierno por la suavidad de nuestro clima.
Esta especie está siendo anillada desde 2002 por el equipo de anillamiento científico de aves de Toni Zaragozí. Las aves se marcan de pollos, capturándolas momentáneamente en las orillas de las Salinas.

Anillamiento de aves

Con objeto de ampliar la información de la que disponemos sobre las especies de aves que habitan en las Salinas de Calpe y su entorno más inmediato se han iniciado, desde finales de 2000, sesiones de anillamiento científico de aves, orientadas a la captura, marcado y obtención de datos, de las aves que de una forma u otra utilizan este paraje.

Gaviotas de Audouin, una especie muy ligada al Mediterráneo.
©Elías Gomis

Hay que señalar que algunas de las aves que habitan en las Salinas llevan ya anillas metálicas fruto de este trabajo de marcado. La lectura de las leyendas de estas anillas es imposible si no es con el ave en la mano, como consecuencia de una captura. No obstante, otras especies, especialmente los flamencos y algunas especies de gaviotas, pueden llevar además de esa pequeña anilla metálica otra más, de plásticos de diversos colores y con leyendas breves y sencillas de leer. Esto se hace para que se puedan identificar a los ejemplares mediante la lectura a distancia con ayuda de prismáticos o telescopios. Al remitir esos datos (fecha, lugar, especie, color de anilla, pata en la que está colocada y leyenda) podemos conseguir una valiosa información de los desplazamientos migratorios de estas aves.

Un total de 173 especies de aves nos demuestra la importancia de este humedal.

Con los datos que disponemos podemos elaborar una lista con aquellas especies que se han registrado en las Salinas de Calpe y su entorno. Para ello hemos recogido los datos de los cuadernos de campo de casi una decena de ornitólogos que frecuentan ese paraje y esta recopilación nos da un total de 173 especies. Este listado, obviamente, está sujeto a continuas incorporaciones de especies, fruto de un mayor seguimiento y horas de campo que los aficionados a las aves están realizando.

Gaviota Patiamarilla, una de las especies de gaviotas más abundantes en nuestra zona. ©Elías Gomis

A esto debemos añadir que no pocas de estas especies están protegidas por la Ley y que algunas de ellas se encuentran en una situación delicada, con graves pérdidas de efectivos y de parajes vitales (como este) para su supervivencia, como el caso de la Cerceta Pardilla o el Tarro Blanco.

  • Accesos

Recomendamos visitar este paraje en las primeras y últimas horas del día, especialmente en verano. Podremos observar aves de distintas especies si tenemos en cuenta las distintas épocas de migración y reproducción. Desde la Avenida de los Ejército Españoles tenemos buenos puntos de observación. Se recomienda no olvidarse de los prismáticos y del telescopio (si disponemos de ellos).
La visita podemos completarla recorriendo el inmediato Parc Natural del Penyal d'Ifach, con decenas de gaviotas en los acantilados y currucas por sus arbustos. También debemos pasear por Calpe y sus playas, así como la zona portuaria. Si tenemos tiempo, podemos dar cuenta de algunos de los exquisitos placeres gastronómicos típicos de Calpe.
Lógicamente, para mantener la tranquilidad de las aves de las Salinas, no debemos gritar ni gesticular. Tampoco se deben arrojar piedras o basuras.

  • Problemas de conservación

A pesar de todo lo que hemos podido ver anteriormente, este paraje no dispone de unas suficientes medidas que garanticen su integridad. Únicamente su inclusión en el Catálogo de Zonas Húmedas de la Comunidad Valenciana es un resorte legal para su protección pero se trata de un medio muy limitado. Las actuaciones sobre las Salinas obedecen a diversas causas pero todas tienen como raíz común la presión humana.

Orilla Este de las salinas ©Elías Gomis

Fundamentalmente, el gran problema al que se enfrentan las Salinas de Calpe viene dado por la problemática gestión del paraje: después de haber sido considerada como de dominio público (zona marítimo-terrestre) en base de un informe remitido por el Ayuntamiento de Calpe en el que se afirmaba que ya en el año 1263 la zona era un humedal, una reciente sentencia del tribunal Supremo rechaza ese planteamiento y la declara como de propiedad privada.
Además, está en marcha el plan especial El Saladar, que permitirá la construcción de edificios (de hasta
50 m de altura) en las proximidades del paraje, incluyendo el vial ya construido al oeste y norte de la salina. El actual PGOU (1998) ha reducido la superficie edificable respecto al de 1994, pero, ante la sensibilidad de las zonas húmedas a las transformaciones de su entorno, la situación sigue siendo plateando interrogantes sobre el futuro y viabilidad del paraje. Aunque la zona biológicamente más valiosa queda, relativamente, “a salvo”, no podemos por menos que preocuparnos por su futuro.
-Las construcciones e infraestructuras
, como decimos en el párrafo anterior, van lenta pero inexorablemente, cercándolas y esa propia existencia de viviendas origina molestias a las especies que viven en este humedal, tanto por la ocupación física del espacio como por la mayor presencia de personas y animales domésticos que pueden interferir en la tranquilidad necesaria para la reproducción de las especies.

Grupo de Gaviotas Reidoras descansando en las Salinas. Junta a la otra orilla se pueden ver tendidos eléctricos, grúas y edificios. ©Elías Gomis

-La escasa circulación de sus aguas también generan problemas de calidad. Por un lado, en épocas de lluvias es posible que se produzcan fuertes modificaciones de los niveles de salinidad. A estos cambios contribuye el hecho de que la avenida que la rodea por el Sur y el Este tiene como escorrentía la misma salina, lo que le aporta aguas dulces y, posiblemente, con niveles de agentes contaminantes producidos por los automóviles. Por otro lado, la falta de funcionamiento del sistema de bombeo de agua marina hace que las aguas no se renueven lo que reduce la entrada de aguas oxigenadas y ricas en microfauna. Tampoco se están realizando de análisis de aguas de las Salinas de Calpe por parte de la Conselleria de Medi Ambient para vigilar su calidad, aunque se estudia actualmente esa posibilidad. El Ayuntamiento de Calpe sí ha efectuado alguno de estos análisis.

-En las zonas cercanas a áreas habituales de paseo, se pueden encontrar basuras y desperdicios en las orillas o el interior de la salina.

-Por la proximidad tanto geográfica como natural a un punto tan interesante como el Parc Natural del Penyal d'Ifach deberían estar incluidas dentro de ese perímetro de protección en un Parc Natural de Les Salines de Calp-Penyal d'Ifach. Los medios disponibles en el Penyal (monitores, vigilancia, aula de naturaleza...) podrían ver ampliado su radio de acción a este paraje, complementando así la oferta a los ciudadanos. Esta es una reivindicación antigua y que continúa produciéndose regularmente.

Otra de las especies que podemos ver, aunque en menor medida, es la Avoceta Común, muy llamativa por su curvado pico y su plumaje blanquinegro.
©Elías Gomis

-Las Salinas de Calpe podría representar un elemento avanzadísimo en la Educación Ambiental de las poblaciones de la Costa Blanca, tanto de sus residentes como de los que llegan en vacaciones. Ya se cuenta con un magnífico paraje en el interior prácticamente de Calpe con lo que con una inversión menor se podría ofrecer una nueva variedad de turismo a los visitantes: el turismo de medio ambiente, respetuoso y educativo. En muchos países del resto de Europa, la observación de las aves mueve a muchas empresas, personas y dinero. Aquí tenemos un paraje por el que muchos extranjeros pagarían por tenerlo frente a sus casas pero las diferentes Administraciones no tienen la capacidad de visión para aprovechar, de forma sostenible, nuestros recursos.

ELÍAS GOMIS

Artículo recomendado:
Los flamencos en la provincia de Alicante

 
La Asociación Cultural Alicante Vivo se reserva el derecho de moderación, eliminación de comentarios malintencionados, con lenguaje ofensivo o spam. Las opiniones aquí vertidas por terceras personas no representan a la Asociación Cultural Alicante Vivo.