La importancia a todos los niveles que ha tenido la Explanada (o Paseo de los Mártires anteriormente) es indudable, porque ha sido y es el escaparate de una ciudad como Alicante (o por lo menos de su centro histórico) que siempre ha vivido volcada al mar.
Desde principios del siglo XX, cuando ya se fue formando con terrenos ganados al mar, el derribo de las murallas, la plantación de las palmeras y el pavimento tan personal, fue tomando carácter lo que hoy es el paseo más emblemático de la ciudad, la postal por excelencia. De todo esto, ya se ha hablado muy extensamente y muy bien en varios artículos de este blog, pero en lo que vamos a incidir en este artículo es en una de las dos esquinas que hace esta vía con la Rambla, (quizás las dos esquinas más sobresalientes durante muchos años).

En una de ellas, está el Edificio de La Unión y el Fénix, propiedad de esta compañía de seguros y en la otra la Residencia Jorge Juan, propiedad del Ministerio de Defensa, que se levantan sobre los solares que se obtuvieron al demoler las edificaciones pre-existentes para prolongar en toda su anchura, la Rambla hasta la Explanada.
Entre ellas , se demolió el Hotel Samper dando lugar a un solar de menor superficie, que se dedicó igualmente a hotel: el Hotel Carlton perteneciente a la famosa cadena, mundialmente conocida.
Proyectado por Miguel López e inaugurado a finales de los años 50, el Hotel Carlton, supuso una revolución en la exigua planta hotelera de la ciudad, puesto que se trataba del primer hotel realmente moderno que se construyó en la ciudad: todas sus habitaciones disponían de baño incorporado, de radio y de teléfono y muchas de ellas con terraza. Existían también unas suites que además del baño y dormitorio, tenían su salón independiente.
En la publicidad se anunciaba que tenía “bar americano”, una cafetería moderna (en contraposición con los bares tradicionales, o las bodeguetas que entonces estaban al uso) y que se encontraba en el chaflán redondeado que daba a la Explanada, siendo su terraza muy concurrida, especialmente en verano, aunque en los años 70, se instalaron unos paneles de cristal para que también tuvieran uso invernal. Aquella imagen de las terrazas porticadas (de las que solo queda la del Casino) que dominaron la Explanada, hasta los años 40, fue sustituida por los grandes toldos multicolores que daban sombra a la terraza y a los salones del hotel.
Durante mucho tiempo, fue el alojamiento obligado de toda clase de personajes, actores, cantantes, que visitaban Alicante y más de una vez, sus puertas en la esquina de la C/San Fernando, fueron objeto de la histeria colectiva de las fans que intentaban ver a sus ídolos preferidos. Según cuentan legendaria fue la visita de Jorge Mistral al que prácticamente dejaron “en conill”…
Años más tarde, incluso existió una discoteca en el sótano del edificio, a la que se podía acceder independientemente del hotel por la C/San Fernando: “El duende”, cuyo anagrama era el gallo que figura en la tarjeta de visita del hotel y que se supone sacado de un cuadro que hay en los salones.
Los materiales de construcción , fueron realmente lujosos para la época, de ellos se conservan los pavimentos venecianos de las terrazas, el alicatado de gresite verde de las mismas e incluso algunas escayolas estriadas (típicas de la época) y elementos de iluminación en la zona de recepción y salones.
El mobiliario y carpintería maciza de puertas y ventanas, de maderas nobles, aún está en uso habiéndose conservado muchos elementos que están en perfecto estado actualmente. Cabe destacar un gran espejo en forma de sol, que se encuentra en el salón de juegos y que es de madera de caoba, revestida con pan de oro.
Como complemento a la lujosa decoración y mobiliario, Manuel Baeza (1911-1986), pintó varios cuadros y tres grandes murales que adornan los distintos salones con temática marina y rural, auténticas joyas del edificio y que por primera vez han podido ser fotografiadas y expuestas al público aquí, en Alicante Vivo.







En el año 1980, el Ministerio de Defensa, adquirió la propiedad para dedicarlo a residencia de sus jubilados, bajo el nombre de Residencia Jorge Juan.
Actualmente, es el único establecimiento hotelero que queda en la Explanada (aunque de carácter privado). Atrás quedaron el Hotel Samper (sustituido por el Carlton), el Hotel Victoria (hoy un edificio de viviendas) y el Hotel Palas (en proceso de remodelación para la Cámara).
Nuestro agradecimiento más sincero a la dirección de la Residencia Jorge Juan, sin cuya colaboración, no hubiera sido posible este artículo.
Juan Ángel Conca (Villenerías) y Elkiko