04 mayo 2008

EL MERCADO MEDIEVAL DE FINESTRAT

Pues sí.
Otra vez estamos aquí.
En Finestrat.

Ya sabéis....
El pueblo que duerme a los pies del Puig Campana y cuyo casco antiguo, uno de los más bellos y mejor cuidados de la provincia de Alicante, se viste de flores en primavera, como vimos en ESTE artículo.

Sin embargo, hoy nos trae a estos lares algo muy distinto.
El Mercado Medieval de Finestrat.
Uno de los más grandes, cuidados y concurridos de la provincia.
En palabras de la concejala de Comercio del Ayuntamiento de Finestrat, Pilar Martínez, "el evento cultural con el que se da el pistoletazo de salida a la época estival y turística de la población".

Para aquellos que no lo sepan, el Mercado Medieval se celebra del 2 al 4 de mayo, ambos inclusive, en el casco antiguo del municipio.
¡En todo el casco antiguo!
Y es que aquí radica la curiosidad y el mayor atractivo de esta fiesta cultural: que el mercado ocupa la práctica totalidad del barrio histórico de Finestrat, engalanando esquinas, balcones, edificos y callejuelas con banderas y guirnaldas multicolores.

Cuenta con más de 60 puestos de artesanía tradicional, desde embutidos hasta elaboración de pulseras y pendientes, así como un completo programa de actividades, talleres y animación para vecinos, turistas y niños.
Durante los tres días de celebración del mercado, el casco antiguo (desde la calle Nueva hasta la calle Hostal) se ambienta al más puro estilo medieval: pendones, rasetes, banderas y banderines, de modo que tanto las calles, como los puestos y los artesanos participantes van vestidos en función de esta temática.

Con un horario amplio y adecuado a la época del año en que se celebra (desde las 11:00 horas del viernes y hasta las 22:00 horas de hoy domingo, casi ininterrumpidamente) el municipio deja abiertas sus puertas a todos los visitantes que desean pasar una jornada diferente, en la que no faltan, por supuesto, tabernas y actividades culturales en la calle.
Ya en el año 2006, el alcalde de Finestrat, Miguel Llorca, anunció que el Mercado Medieval se había convertido "en la mejor promoción turística del interior del municipio, ya que en todas las ediciones que se han celebrado en los últimos años han pasado por la localidad cientos de visitantes", por lo que, añadió, “este evento se ha convertido en la mejor tarjeta de presentación de nuestros atractivos de interior”.

Y viendo la masiva afluencia de público de toda la provincia que se congregó ayer sábado (yo mismo me crecé con varios amigos de Alicante y Elche), creo que no se equivoca.
En las decenas de puestos que se disponen por las calles del casco antiguo, hay una amplia oferta que va desde cerámica tradicional, zapatos, bolsos, cinturones de piel, vidrio emplomado, bisutería, joyería, madera, piedra tallada, centros de flores secas, retratos, hierro forjado, jabones, perfumes, mantas de telar, seda natural, juguetes de madera y un largo etcétera.

Pero claro, en un Mercado Medieval que se precie, no pueden faltar las tabernas medievales a pie de calle (jamones, quesos, longanizas, "cerveza medieval") y las jaimas con te y dulces típicos. Los puestos de embutidos, quesos, dulces, pan y herbolarios hacen las delicias de todos los amantes de la gastronomía, entre los que se encuentra un servidor.

Pero..., ¿qué hacemos con nuestros hijos?
No hay problema.
Todo está pensado para el disfrute y entretenimiento.
Los más pequeños también se pueden divertir en el tiovivo que se instala para la ocasión, los castillos hinchables, el barco pirata, la escuela de caballería (para aprender el uso de la espada y la lanza) el columpio y un sinfín de juegos y talleres.

Como todos los años, la palma se la llevan los talleres y las demostraciones de oficios medievales: veremos trabajar al panadero con su horno de leña, al soplador de vidrio, al herrero, al tejedor, al platero, al zapatero y a la hilandera.
Para terminar, los trovadores, bufones, pajes, cuentacuentos, mendigos, cabezudos, zancudos y brujos garantizarán un auténtico ambiente medieval.
¿Alguien quiere más?

Yo también pensé que me había cruzado con un grupo de políticos.... Pero no, era "el autobús infantil" del Mercado Medieval. Un curioso campesino de la época ofrecía a los niños viajes en burro por las calles del pueblo.

Varios puestos cariñosamente engalanados para la ocasión

La plaza fue el lugar elegido para recrear con mayor exactitud la vida diaria en una ciudad de la edad media: tabernas, puestos de alimentos, bufones, músicos...

El autobús infantil en pleno uso

Carruseles infantiles junto a la Iglesia de Finestrat

Calles engalanadas

Actores, malavaristas y cómicos amenizan la visita con juegos y música callejera

Curioso personaje que me recordó a Marty Feldman, el entrañable Igor (no, Aigor) de "El Jovencito Frankenstein". Como curiosidad diré que fue el personaje que más risas y alegrías despertó entre los niños asistentes al Mercado Medieval.

Si queréis información sobre próximos eventos medievales en nuestra provincia, os aconsejo que visitéis ESTE enlace.
Y gracias a la web de Finestrat por la ayuda prestada para elaborar este artículo.

 
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