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Publicado por Juan José Amores
Fábrica Cros
Siempre se ha dicho que 1925 fue un año de luces y sombras.
Sombras porque Benito Mussolini dejaba al Partido Fascista como único "legal" en Italia, porque Francisco Franco Bahamonde era designado Jefe del Tercio de Marruecos (todos sabemos cómo acabó la historia) o porque se publicaba en Berlín el libro de Hitler "Mi lucha", toda una alegoría al genocidio y el exterminio en el que el "buen muchacho" describía su aversión al comunismo y el judaísmo, y manifestaba su propósito de erradicarlos de la Tierra.
Sin embargo, también fue un año de luces, en el que Rafael Alberti escribía "Marinero en tierra", un maravilloso libro de poemas galardonado con el Premio Nacional de Literatura, se levanta en toda España el Estado de Guerra por Decreto y nacía el gran cómico británico Peter Sellers.
En Alicante, entre otras muchas cosas, ocurrió un pequeño acontecimiento que si bien nunca llegará a englosar las páginas de los grandes libros de historia, sí es cierto que constituye una de las primeras reivindicaciones ciudadanas de nuestra ciudad.
El veintidós de enero de 1925, varios vecinos del barrio de San Gabriel dirigieron un breve escrito al director de la Sociedad Distribución Eléctrica de Alicante, en solicitud del tendido necesario para «dotar al barrio de referencia y a los domicilios particulares de tan principal elemento». Firmaban el escrito (ojo, no tiene desperdicio): Pascual Sempere, más conocido como «el tío Pascualet»; Enrique López, «el tío Enrique»; José Pérez; Antonio Pérez, «el primo»; Vicente Pérez, «Sento, el primo»; Antonio García, «el pelut»; Vicente García, «Botiguera»; José Botella, «el tío Botella»; «El Roch» (no ha trascendido su verdadero nombre); Benjamín Antón, «el gavilán»; «El pinolet»; «El carreño»; «El tío Félix»; Antonio Gómez, «el minero»; Esteban Pastor, «el metralla»; Francisco Pomares, «El enrea»; y unos cuantos más.
En definitiva, San Gabriel, como Goethe, quería luz. Pero luz eléctrica, claro.
Sombras porque Benito Mussolini dejaba al Partido Fascista como único "legal" en Italia, porque Francisco Franco Bahamonde era designado Jefe del Tercio de Marruecos (todos sabemos cómo acabó la historia) o porque se publicaba en Berlín el libro de Hitler "Mi lucha", toda una alegoría al genocidio y el exterminio en el que el "buen muchacho" describía su aversión al comunismo y el judaísmo, y manifestaba su propósito de erradicarlos de la Tierra.
Sin embargo, también fue un año de luces, en el que Rafael Alberti escribía "Marinero en tierra", un maravilloso libro de poemas galardonado con el Premio Nacional de Literatura, se levanta en toda España el Estado de Guerra por Decreto y nacía el gran cómico británico Peter Sellers.
En Alicante, entre otras muchas cosas, ocurrió un pequeño acontecimiento que si bien nunca llegará a englosar las páginas de los grandes libros de historia, sí es cierto que constituye una de las primeras reivindicaciones ciudadanas de nuestra ciudad.
El veintidós de enero de 1925, varios vecinos del barrio de San Gabriel dirigieron un breve escrito al director de la Sociedad Distribución Eléctrica de Alicante, en solicitud del tendido necesario para «dotar al barrio de referencia y a los domicilios particulares de tan principal elemento». Firmaban el escrito (ojo, no tiene desperdicio): Pascual Sempere, más conocido como «el tío Pascualet»; Enrique López, «el tío Enrique»; José Pérez; Antonio Pérez, «el primo»; Vicente Pérez, «Sento, el primo»; Antonio García, «el pelut»; Vicente García, «Botiguera»; José Botella, «el tío Botella»; «El Roch» (no ha trascendido su verdadero nombre); Benjamín Antón, «el gavilán»; «El pinolet»; «El carreño»; «El tío Félix»; Antonio Gómez, «el minero»; Esteban Pastor, «el metralla»; Francisco Pomares, «El enrea»; y unos cuantos más.
En definitiva, San Gabriel, como Goethe, quería luz. Pero luz eléctrica, claro.
Vista aérea de San Gabriel en la década de 1970
Según parece, la primera casa que se levantó en el paraje era propiedad de don Ramón Soler, practicante de la Cruz Roja, que además tenía una barbería en la plaza de Navarro Rodrigo (Benalúa), y a quien ayudaba su hijo Gabriel. Don Ramón Soler le puso al naciente barrio el nombre de su hijo, del cual, de acuerdo con algunos testimonios, fue padrino Gabriel Miró. Nos lo cuenta «el hombre más antiguo nacido en San Gabriel», don Francisco Durá Botella, «el Pantorrilla», que vino al mundo el veinte de diciembre de 1907, en la calle Les Casetes, más tarde de la Corbilla y por último de Cocentaina.
La fábrica de ácidos y abonos Cros comenzó a construirse en 1905, bajo la dirección del señor Pastor, sobre el proyecto encargado a los señores Benker y Hartonaun, domiciliados en el 129 de la rue Martre en Clychy (París). La fábrica que aceleró el proceso de desarrollo del barrio de San Gabriel, estaba terminada el seis de julio de 1907, según certifica don Francisco Ramos Bascuñana, en el libro de visitas presentado en la inspección para la sanidad, firmado en octubre del siguiente año por el referido inspector regional, Ramos.
Fuente: D. Enrique Cerdán Tato. Gateras 1993
Fuente: D. Enrique Cerdán Tato. Gateras 1993
