17 noviembre 2008

CALLOSA D´EN SARRIÀ: PARAÍSO DE LUZ Y AGUA

Por extraño que parezca, el origen del níspero hay que buscarlo en el Sudeste de China. LLegó a Europa procedente de Japón en el siglo XVIII, como árbol ornamental. Ya en el siglo XIX, se inició el consumo de los frutos en toda el área mediterránea, en especial en Callosa D´En Sarrià, donde se adaptó muy bien a las zonas de cultivo de los cítricos por el clima y calidad del suelo

Podríamos hablar largo y tendido de este pequeño municipio alicantino, situado a 10 km de la costa, muy cerquita de localidades tan bellas como La Nucia, Polop, Guadalest o Bolulla.
Su geografía tiene el privilegio y viene marcada por el curso de los dos ríos que lo atraviesan: el río Algar y el Guadalest, y rodeado por las sierras de Aitana, Bernia, Ferrer y Aixortá.
¡Nada menos!

Una carretera adoquinada, unos bancales de nísperos protegidos del viento, y la población al fondo. Allí vemos la Iglesia Arciprestral de San Juan Bautista, inagurada en 1578, pero reformada en varias ocasiones. Su cúpula de azulejos azules y el órgano barroco que alberga en su interior, son sus características más importantes

Como sucede con muchas localidades de nuestra provincia, el origen de Callosa (en latín, "tierra dura, seca") hay que buscarlo en una antigua alquería musulmana que, tras la reconquista cristiana de Jaime I en el s. XIII, fue adquirida en propiedad por el Almirante Bernat de Sarrià en 1290, convirtiéndose en su primer señor feudal. De ahí que a partir de entonces la ciudad pasara a denominarse Callosa d'en Sarrià, y se convirtiera en el centro del señorío, que llegó a abarcar gran parte de la actual comarca de la "Marina Baixa".
La ciudad conserva en su casco antiguo parte de su estructura urbana medieval, delimitada por la línea de murallas de la Callosa intramuros, que se puede cruzar todavía hoy por una de sus puertas originales: el Portal.

Un paseo actual por sus calles difiere mucho de la estampa idílica que apreciamos en esta foto, con las sombras tenebrosas e inquietantes de los cipreses.

A lo largo de la Callosa más tradicional podemos ver los restos de las murallas del siglo XIV y del Castillo, datado más o menos de 1395, declarados ambos Bien de Interés Cultural en el año 2005. Las capillas de San Vicente Ferrer, San Roque y Virgen del Carmen, las ermitas de Santa Bárbara y Santo Cristo, y los retablos cerámicos religiosos de la Virgen de los Dolores, de San José y de San Antonio, diseminados a lo largo del callejero urbano, son de obligada y pausada visita.
También podemos descubrir otros lugares de interés en el núcleo urbano, como El Calvario (del s. XIX y con un recorrido ascendente de 700 metros en zig-zag), el Poador, el lavadero y abrevadero cubierto de la Fuente Mayor (de 1786 y con doce caños) y el Museo Etnológico y Arqueológico Municipal, que muestra el modo de vida, las costumbres y las tradiciones que había en Callosa d'en Sarrià antes del auge del cultivo del níspero a principios de los años 60 del pasado siglo.

Las casas al amparo de la Iglesia ha tenido, históricamente, una misión muy útil. Antaño, las iglesias cumplían una función de almacenaje, de alacena en la que se guardaba el trigo, la harina y los alimentos no perecederos. De ahí que las casas de los pueblos se levantaran en torno o cerca de ella

Pero no podemos olvidarnos de la Sierra de Bèrnia, donde se conservan los restos de lo que fue el Fort de Bèrnia, un maravilloso ejemplo de arquitectura militar realizado por el ingeniero Juan Bautista Antonelli por orden del Rey Felipe II en el año 1562, para defender las costas de los ataques otomanos. En 1612, el Rey Felipe III ordenó su demolición para evitar que fuera utilizado por los moriscos rebeldes.
Está declarado Bien de Interés Cultural desde el año 2001 y en él se pueden contemplar todavía los restos de su planta, el foso y el sistema de acceso, así como parte de las estructuras de habitación. Además, desde lo alto de la Sierra de Bèrnia es posible disfrutar de una vista impresionante de la costa y del interior de la comarca de la Marina Baixa.

Sierra de Bernia y el Fort de Bernia, uno de los "forats" más famosos de toda la provincia. Pertenecen a la colección privada de don Jaime Pomares Bernat, gran amigo y colaborador del blog.

El "Forat". La fotografía, como no, cedida por Arturo Moreno, nuestro senderista de cabecera

Fort de Bernia, en la actualidad. Fotografía de Francisco Martínez Romón, extraída de la web "Castillos.net"

Por último, pero no por ello menos importante, tenemos las Fuentes del Algar, situadas a 3 km del centro urbano de Callosa en dirección a Bolulla.
La visita consiste en el recorrido por un circuito de 1,5 km de longitud a lo largo del cauce del río Algar (“cueva” en árabe) para ver el agua helada formando cascadas y embalses naturales a través de desfiladeros, y con una vegetación mediterránea abundante.
Las fuentes del río Algar constituyen un paraje natural con un elevado grado de conservación de la riqueza ecológica y dotado, a la vez, de (excesivos) servicios turísticos y de educación medioambiental. Este espacio fue declarado Zona Húmeda protegida por Acuerdo del Gobierno Valenciano de 10 de septiembre de 2002.


Callosa D´En Sarrià camina, hoy en día, hacia el futuro con sus 8.000 habitantes, la mayor parte de ellos de origen extranjeros y desconocedores de su valiosa historia.
Para ellos, y para todos los amigos de Alicante Vivo, una última curiosidad: hace muchos años, en un tiempo muy muy lejano, el pueblo perteneció al mismísimo Gonzalo Ruiz de Toledo, Conde de Orgaz, cuyo enterramiento perpetuó El Greco.
¿A que no lo sabíais?


Fuentes y Fotografías: Ayuntamiento de Callosa D´En Sarrià.
El Ojo del Tiempo en la Provincia de Alicante
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