Para aquellos que vivimos en una gran urbe como Alicante, nos produce una terrible envidia (sana, of course) encontrar en las poblaciones cercanas a la capital zonas verdes tan maravillosas y emblemáticas como el Parque Lo Torrent.
Ubicado en San Vicente del Raspeig, en uno de los barrios residenciales más modernos de la localidad, tiene una extensión total superior a los 60.000 m2. ("maromenor" la extensión de 6 campos de futbol). Se distribuye mediante dos paseos concéntricos que conectan los paseos diagonales entre sí, los cuales se dividen a su vez en otros tres anillos, cada uno con su respectiva función y tratamiento.
Una de las seis entradas al parque, con su peculiar pirámide.
A lo largo del paseo, existe una pérgola construida por anillos de hormigón armado en forma de arco. El objetivo de esta construcción es doble: en primer lugar, para crear una barrera visual entre las zonas centrales y perimetrales del parque; en segundo lugar, para conformar el espacio destinado a paseo que comunica las plazas de reunión.
Hasta aquí, la aburrida teoría, tal y como podemos leerla en la página web del Ayuntamiento
Pero Lo Torrent es mucho más. Es uno de los pulmones verdes más bonitos de la comarca y un lugar ideal para pasear con la familia los domingos templados y soleados de invierno. Hay cafetería, campo de futbito, multitud de zonas infantiles con curiosos columpios, una impresionante fuente, zonas de paseo, de bicicross e incluso un mini circuito de coches.
Os lo presentamos en fotos.
No exageramos cuando decimos que es un lugar ideal para respirar aire fresco, de pasear descalzo por el cersped (¡ojo!, mucho respeto a la Naturaleza) o tumbarse a leer un buen libro.
Paseos y más paseos, cariñosamente adornados con mesas campestres para un buen almuerzo y flores de gran color y vistosidad
Los niños (y no tan niños) encuentran en Lo Torrent muchos motivos para pasar un buen día en compañía de sus amigos, de una bicicleta o de un simple balón de futbol
Seguimos nuestro periplo en contacto directo con la Naturaleza. LLegamos al mediodía; el Parque se llena de gente, que camina bajo el tímido sol de noviembre.
El circuito de bicicross, para grandes y pequeños.
El escenario de teatro, bailes y representaciones, siempre será para mí "El Ovni"
Nos acercamos a la fuente central; una arquitectura al mismo tiempo sencilla y espectacular. Por cierto, el agua limpia. Se agradece
Una de las últimas reformas efectuadas en el parque: una pista de radiocontrol con curvas, saltos y derrapes que hacen las delicias de los aficionados a las carreras de coches
Nos despedimos....; no sin antes dar una última ojeada a uno de los lugares más bonitos de San Vicente.
Pincha en la fotografía panorámica para ampliarla
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