Tenía 17 años cuando el escultor Vicente Bañuls se fijó en ella. Sus cabellos oscuros, sus ojos azules, su cuerpo estilizado, su manera de andar. Vivía cerca de su casa. Se llamaba Susana Llaneras Rico. Y fue modelo para Vicente Bañuls para esculpir la fuente de la aguadora, también llamada la Moza del Cántaro. La escultura fue terminada en 1918.
En el centro de una de las plazas más acogedoras de la ciudad de Alicante. En la Plaza de Gabriel Miró, antes llamada Plaza de Isabel II. La aguadora está sobre un pedestal. Junto a unos niños de piedra. De su cántaro cae agua cristalina. Sobre un fauno. Ante la presencia en este bello rincón de los transeúntes que la miran admirados.
El 16 de octubre de 1898 llegó agua potable a esta plaza de Alicante, canalizada desde Sax, a un surtidor dentro de una balsa ornamental. Pasado un tiempo se sustituyó ese surtidor por la escultura de La aguadora. Con motivo de este 110 aniversario del trasvase de agua potable desde Sax, Aguas Municipalizadas de Alicante ha restaurado esta fuente. Cubierta por un manto de polución, ocultaba sus curvas, sus trazos, su delicadeza, su movimiento. Ahora, restaurada, ha rejuvenecido. El coste de las obras ha sido de 175.000.- euros y se ha realizado en 50 días. Para disfrute de nuestras miradas.
Con la inauguración de esta restauración Sonia Castedo, la Alcaldesa de Alicante, manifestó que “La ciudad se embellece, se pone guapa con el agua, uno de los elementos que más escasea por aquí”.
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