19 diciembre 2008

LA COSTA BLANCA A VISTA DE PÁJARO VIII: EL CAMPELLO

El Campello es el límite septentrional de la Comarca de l´Alacantí, un lugar vinculado al mar desde tiempos inmemoriales de íberos y romanos, en que en la "Illeta dels Banyets" se estableció una colonia comercial y de pescadores, que ya dio testimonio de la riqueza de sus costas. Los accidentes geográficos de su entorno fueron muy relevantes para la historia de esta localidad, pues el cercano barranco de Aigües fue la frontera histórica entre los reinos de Castilla y Aragón; y el tramo final antes de la desembocadura del Riu Sec, que aguas arriba se denomina Monnegre (y que antaño sí llevó agua, aunque hoy nadie lo diría), en el pasado regó la huerta alicantina.

El Campello es el punto en que cambia la costa de la Costa Blanca, donde el macizo montañoso que conforman las estribaciones del Cabeçó d´Or llegan hasta el mar, y la costa alicantina se transforma, pasando de los arenales llanos del sur a los acantilados y las calas que salpican toda la costa en el norte.
De hecho, fue su complicada orografía la que motivó la construcción de las Torres Vigía de la costa en el siglo XVI, construcciones de planta circular que permitieron controlar y alertar de las incursiones de piratas berberiscos en nuestra costa.

Fotografía aérea de El Campello realizada por Richard Harvey (Wikipedia).

Los orígenes del municipio se datan en el siglo XVIII, cuando el dueño de las tierras, D. Nicolás Pérez de Sarrió, trajo las primeras familias de colonos para que cultivaran la tierra. Desde entonces, este núcleo poblacional fue creciendo gracias a su íntima relación con el mar y la costa, a diferencia de sus vecinos Sant Joan y Mutxamel, más dedicados a las actividades agrícolas. La economía de El Campello despegó impulsada por los astilleros de la desembocadura del Riu Sec, así como por su flota pesquera que hoy en día sigue teniendo mucha importancia en el Mediterráneo. La población comenzó a adquirir una identidad y singularidad propia, hasta que se segregó de Alicante en 1901.

Fue durante el siglo XX cuando El Campello adquirió su fisionomía actual, aumentando su población hasta los 25.000 habitantes y desarrollando una industria turística que extendió edificaciones en apenas unas décadas por toda la costa de su término municipal, desde el tramo final de la Playa de San Juan, denominado Playa de Muchavista, hasta las numerosas calas y acantilados del norte de su término municipal. Uno de los principales vectores de crecimiento fue la implantación de la Carretera N-332 y del trazado ferroviario del Trenet Alicante-Denia, que vertebraron la costa alicantina sorteando todo tipo de accidentes geográficos, y dando acceso a muchos puntos hasta entonces casi vírgenes.


A lo largo de este reportaje visitaremos los 23 Km de costa con los que cuenta su término municipal, entre los que destacan: Playa de Muchavista, Carrer la Mar, Banyets de la Reina / Punta dels Banyets, L´Almadrava/Cala Blanca, L´Amerador, Cala del Puerto/Cala Morro Blanco, Cala d´Enmig, Cala Piteres, desembocadura del Barranco de Aigües, Cala Cuartel, Cala Baeza, Cala D´Or, La Merced y Cala Lanuza.


Playa de Muchavista. La prolongación de la Playa de San Juan hacia El Campello. Arranca en la popular urbanización Tobago, que se levantó a los pies de la Playa, como una mole junto a los pequeños chalets de la primera línea de costa (hoy casi en peligro de extinción). En los últimos años, aquellas huertas y casas señoriales que se extendían por Fabraquer, Villa Marco... han empezado a convivir con rascacielos de 30 alturas. Las empinadas calles de Las Lanzas fueron las pioneras en albergar apartamentos con la explosión del turismo.
Carrer la Mar, Banyets de la Reina / Punta dels Banyets. La desembocadura del Riu Sec marca la separación entre los arenales turísticos del sur de El Campello, y su núcleo urbano, donde se pueden distinguir también varias fases de crecimiento. El núcleo central está en las casas tradicionales de comienzos del Siglo XX junto a la carretera, la Iglesia y el Ayuntamiento. Otro caserío tradicional se levanta a pie de playa, en el Carrer la Mar, donde décadas atrás se varaban las barcas de los pescadores y se remendaban las redes. Hoy el pueblo ha crecido en tamaño y en altura, y conviven testimonios de todas las épocas del Siglo XX. El puerto y el paseo marítimo son el núcleo central de la actividad diaria de El Campello. La Illeta dels Banyets dejó de ser una isla en los años 40 del Siglo XX, cuando se unió con un istmo a la costa. Junto a ella, se alza una torre vigía, a la que está adosado el Cuartel de la Guardia Civil.
L´Amerador. Comienzan las calas, salpicadas de chalets y urbanizaciones. La costa virgen ha desaparecido en apenas un siglo.

Cala del Puerto/Cala Morro Blanco. El Cabeçó d´Or es el protagonista del horizonte interior. Domina toda la costa de El Campello por un lado, mientras que los chalets se disputan la visión de un mar infinito, en plena tranquilidad.
Coveta Fumà - Cala d´Enmig. Popular lugar de escapada y descanso de cientos de alicantinos.
Cala Piteres.
Desembocadura del Barranco de Aigües. Lugar histórico que definió la frontera entre los Reinos de Castilla y Aragón, a partir de la Torre Vigía que lo custodia.

Acantilados y Cala Cuartel. Estos espectaculares acantilados son el anticipo a la costa escarpada de las Marinas. Los chalets tratan de edificarse en el borde legal máximo que separa el dominio público marítimo de la primera línea de costa (que a veces alarmante). El Hotel Pueblo Acantilado se levanta a los bordes del mismo, privatizando unas maravillosas vistas de la costa que deberían haber sido de todos los alicantinos.
Cala Baeza, Cala D´Or y La Merced. De nuevo, la urbanización especulativa "a toda costa" ha acabado con playas vírgenes, acosando el hormigón hasta el último centímetro de territorio. A pesar de esto, las playas y calas siguen manteniendo una calidad paradisíaca. Las aguas azules y transparentes son un tesoro para aquellos que se deciden a visitarlas, lejos del turismo de masas.

Cala Lanuza. Los acantilados de Cala Lanuza, junto a su famosa Venta Lanuza en la carretera,son los últimos testimonios de L´Alacantí, antes de llegar a las Marinas.

Fuente:
Fotografías realizadas en 2003 por el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino

 
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