05 abril 2009

EL EDIFICIO ENJAULADO DE REYES CATOLICOS

El edificio que nos ocupa en este artículo está situado en la calle Reyes Católicos 19, ocupando un solar de 683m2, su construcción data del año 1890 y consta de unos bajos comerciales y tres viviendas distribuidas en dos plantas altas.

El acceso a las viviendas es individual, así encontramos una puerta en cada extremo de la fachada que da acceso a cada una de las dos viviendas en la planta alta y un portón central de acceso a la vivienda principal, cada una con su correspondiente escalera de acceso.
Se trata por tanto, de uno de los últimos exponentes que sobreviven en Alicante de las primeras viviendas señoriales y burguesas que se edificaron más allá del perímetro que marcaba la antigua muralla defensiva, y que comenzaron a colonizar el Ensanche, a modo de pioneros urbanos, y que tuvieron que convivir muchos años con naves industriales, fábricas y almacenes.
                             
                         
Las viviendas destacan por su gran superficie, y con unos elegantes techos de cuatro metros de altura, según nuestras estimaciones, las dos viviendas "pequeñas"rondarían los 200 m2 mientras la principal superaría los 425m2. Imaginamos los interiores con delicadas alfombras de pavimento hidráulico, largos pasillos y trabajados techos. 
                                                        
Los locales actuales, fueron recientemente desalojados, en ellos se situaban un bazar Domti y un comercio ya tradicional en Alicante: la Ortopedia Americana. Ambos poseen una naya con ventanales de medio punto rebajados. Originariamente es posible que tuviese unas cocheras junto al portón principal y el resto se dedicara a un gran almacén, recordemos que la vivienda se situó en el área industrial de la ciudad, donde se encontraban gran parte de los talleres, industrias y almacenes del Alicante de finales del S XIX. Los locales se extienden mas allá del alzado de la vivienda hacia las calles Pintor Lorenzo Casanova y Portugal, donde existía un horno perteneciente a la finca.     
                                                                  
La finca perteneció al notario alicantino D. Juan Ruiz-Olmos (encargado de firmar en 1971 las escrituras del estadio Rico Perez), quien se casó con una hija del ilustre médico D. Evaristo Manero Mollá, así que si no se ha vendido, los propietarios actuales serán los herederos de la familia Ruiz-Manero.
                        
                             
La fachada de composición neoclásica presenta dos líneas de 4 balcones, y dos ventanas en los extremos, siendo los de la planta principal un gran balcón corrido que recoge los cuatro huecos. La sustentan siete pilastras que parten del balcón principal, rematados con capiteles que recuerdan a las ornamentaciones jónicas replanteadas y estilizadas, sobre los que aparecen murales de azulejos esmaltados con dibujos geométricos.
Las barandas de hierro forjado presentan espirales asimétricas, lineas curvas y motivos vegetales, que beben de las corrientes modernistas que revolucionaron el final del Siglo XIX, y que en Alicante se combinaron con las corrientes del neoclasicismo francés, suavizándolo y estilizándolo en los edificios burgueses de la ciudad.



Los huecos de ventana presentan una ornamentación tradicional, contando los de la planta primera con un relieve en el dintel y la parte alta de las jambas, decorado con una seriación cerámica de gran interés y con muy pocos precedentes comparables en Alicante, quizá ninguno de esta época.


Completando el conjunto, destacamos que se conservan las carpinterías de madera, con puertas, ventanas y contraventanas originales, incluso con sus persianas exteriores enrollables y sus protectores superiores de madera.

El alero de la planta baja está también decorado con los mismos azulejos socarrats blanquiazules. Aunque hay varios elementos en mal estado y cristales rotos, la fachada se conserva en perfectas condiciones. Al parecer la malla que lo cubre, la pusieron para evitar, tras las protestas de los vecinos, que las palomas anidaran dentro y ocasionaran molestias sobre viandantes y vecinos.
                       
                          
Pedimos al propietario, que tenga sensibilidad, que lo proteja, que lo recupere, que no lo deje caer como tantos otros en pró del beneficio que supondría la reedificación del solar, y si en un momento dado sucumbe, que se respete la fachada, aunque la planta baja está un tanto deformada por la apertura de huecos de los locales comerciales, los dos pisos superiores y el alero de remate son dignos de conservar. Ya quedan pocas joyas en este Alicante que pierde sus huellas a pasos de gigante y este edificio, sin duda el mas bonito de Reyes Católicos, se merece lucir de nuevo con el esplendor que el tiempo le ha hecho perder.
Estamos convencidos de que recuperando y poniendo en valor el interés añadido de esta edificación, las empresas y comercios desearían ocupar su locales comerciales para poder lucir en un edificio singular y emblemático.

Elkiko y Jesús Sánchez

 
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