07 junio 2009

LA GOLETA MORENA


 
               
Todos los días marchaba a la mar con su capazo de mimbre y sus artes de pesca. Todos los días en su barca de madera. Desde la playa. Arrastrándola por la arena. Remando por el mar. Le veía partir y el niño que le observaba se llenaba de incertidumbre, tanto era su cariño por él. ¿Lo volvería a ver?. Cuando a primera hora de la tarde su barca se acercaba a la orilla, su alegría era inmensa. La de los dos. Cuando su abuelo ponía su primera pierna en el agua para arrastrar la barca hasta la orilla su expresión solía ser de júbilo. Alegría de traer el capazo lleno de pescados. Satisfacción de ser admirado por amigos y allegados, sus nietos entre ellos. Sin proponérselo enseñó a amar la mar a los que le rodeaban. Y sus historias y sus experiencias se fueron convirtiendo poco a poco en los sueños que muchos querían convertir en realidad algún día.
                       
Este es lo que le pasó al ilicitano Jose Juan Miranzo. Lo que parecía un sueño inalcanzable fue tomando cuerpo. Lo que parecía un proyecto descabellado se fue perfilando como una realidad. Tener su propio barco y surcar los mares. Esos mares con los que había soñado desde niño. Con los que se había imaginado tantas aventuras. Con los que había encontrado tantos tesoros. Tesoros de carne y hueso. No los tesoros de los que brillan de oro ó de plata, como los de las películas. Porque en sus sueños no buscaba gloria, sino hacer realidad un sueño.                                     
                    
                                     
Tener una embarcación y navegar por la mar como se hacía antes del barco de vapor. A vela. Como lo hicieron los primeros pobladores de la costa y las diversas culturas que poblaron el Mediterráneo. Este mar que le vio nacer y que acarició con su brisa sus ilusiones. Con la mayor, con el foque, con la vela cuadra ó la vela de cuchillo. Oír cómo se hincha el trapo cuando se llena de viento. Cómo la roda del barco se abre paso entre las olas. Cómo el casco se desliza sobre las aguas. Disfrutar de los sonidos de alta mar y de las largas noches estrelladas. Luchar contra los elementos y defenderse contra los envites en las tormentas. Navegar allende los mares.

                         
Jose Juan tenía que encontrar una embarcación marinera que cumpliera sus expectativas. Y la encontró, pero muy lejos de casa. Descubrió su sueño. Una goleta. Un cascarón de madera que faenaba en el Báltico y en el Mar del Norte. Después de 26 años de dedicarse a la pesca esta embarcación fue restaurada por Karl Kruse en 1977 para dedicarla a viajes con pasajeros por la ría de Kiel. Años después, en el 2001, Jose Juan se fijó en ella. La compró para dedicarla a un Aula de Educación Ambiental y trasladarla a Alicante.

Todo su aprendizaje de la mar a lo largo de los años le influyó para dedicarse a transmitir a los demás el respeto por el medio marino y la educación ambiental.
                   
                      
Pero para realizar esta empresa con los amigos que le acompañaron desde el principio les aguardaba una desagradable sorpresa de regreso a casa. La obra muerta del casco en contacto con el agua dulce de la ría de Kiel, de la lluvia, de las heladas, dañó gravemente el casco de la embarcación que necesita de los baldeos de agua salada. El 6 de agosto de 2001, atravesando el Canal de Kiel al sur de Dinamarca y por el Elba, desembocando en el Mar del Norte, el mar de proa limpió de estopa las juntas de las amuras y produjo una importante vía de agua. Se vieron obligados a volver al Elba y, después de la oportuna reparación, iniciar una accidentada singladura con roturas, desarboladuras, … hasta llegar a Alicante el 13 de junio de 2002.



Con programas medio ambientales han recorrido los mares con esta goleta, llamada Morena. Desde su cubierta han disfrutado de las maravillas de la mar. De su superficie, de sus profundidades. De las islas, de la costa de los continentes. De la flora y de la fauna. Han visto pasar por encima de sus cabezas las aves migratorias. Los cetáceos junto a su casco. Los delfines saltar junto a su proa. Han co-organizado actividades medio ambientales entre julio de 2003 a diciembre de 2007 desde la cubierta de La Morena como “Abre los ojos” con la Caja de Ahorros del Mediterráneo y “Todos a la mar” de la Sociedad Española de Cetáceos. Actualmente se suma a las iniciativas de S.O.S. Paisajes de Mar en defensa del Mediterráneo por lo que realizará en su nombre travesías por la costa mediterránea como embajadora de este proyecto.

 
  
  
  
  
 

Para más información de esta goleta visita su página web: www.goletamorena.com

 
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