Disminuir texto
Publicado por Juan José Amores
-----> TEXTO INÉDITO CEDIDO POR D. JAIME POMARES BERNAT <-----
Es mi deber aclarar al lector del presente relato que el que suscribe estas palabras no cree en sucesos sobrenaturales y, menos, en lo que se afirma ocurre en el curso de sesiones espiritistas. Menos todavía cree, pues, en fantasmas, apariciones, etc... A lo más que puede llegar o aceptar es a una posición agnóstica ante los misterios del universo.
Se preguntará el lector por qué escribo este relato si no creo nada de estas cosas. Bien, lo hago para que cada uno obtenga sus propias conclusiones, y , sobre todo, al haber existido un mudo testido del suceso que no por mudo carecía de una especial percepción. Percpeción que en este caso quedó demostrada claramente.
Este testigo mudo es nuestro gato “Muffe”, macho castrado, blanco y negro, de pelo largo por cruce de angora con campesino común noruego, y que a la sazón tenía 8 años. Gato singular si cabe, el que sin enseñarle buscó un lugar para tener todos sus jueguetes, y aunque tome alguno del pequeño montón y juegue, tarde o temprano lo devuelve a su lugar. Gato que gusta escuchar concietos de música sinfónica, coros vocales o el canto de alguna diva, pero que protesta, moviendo significativamente el rabo de arriba a abajo, si la música no le gusa, tal como el “rock and roll”. Movimiento de rabo que usa igualmente para indicar que la comida servida no es de su agrado, o que un armario está abierto o agún objeto o mueble está fuera de sus sitio habitual. Que pide salir al balcón, tanto por la mañana, tan pronto se levanta, como por la noche, antes de acostarse, para aspirar unas bocanadas de aire fresco; que avisa cuando va a efectuar sus necesidades, en su cajón de arena ad-hoc. Que se le dice (en español): “a dormir” y marcha de inmediato para acostarse en la cama de matrimonio con mi mujer, pues hace varios años que dormimos en habitaciones separadas. En resumen: un gato normal, pero inteligente.
Bien, leamos entonces lo que pasó una noche cercana a la Navidad de 1987, en la que “Muffe” y yo, estábamos solos en casa, ya que mi mujer estaba desde el 14/12 en la isla de Lanzarote (Canarias) a la había ido para participar en un tratamiento de rehabilitación reumática, y de la que no regresaría hasta el 4/1/88.
EN NUESTRO PISO, EN ESTOCOLMO, A FINES DE 1987
Una de las noche, la TV de Suecia, mostraba una película cuya protagonista principal era la conocida artista norteamericana Shirley Maclaine, pero al leer la crítica, me decidí a verla no ya por la artista ni por el tema –se trataba de un viaje por distintos paises que Shirley efectuaba para visitar médiums o lugares propicio a fenómenos espiritistas- si no por el propio viaje y los paises que visitaba, por lo que calculé tendría así ocasión de contemplar lugares y paises que despertaban mi curiosidad.
Recuerdo hoy, que visitó Perú, y que en un momento determinado la acción de la película transcurre en el mismo Estocolmo, en una barriada de las afueras a dónde Shirley acude a una sesión espiritista, organizada especialmetne para ella, por un famosos médium sueco.
Esto es lo que un momento determinado de esa noche estoy contemplando en la pantalla de mi aparato de televisión en color.
-----> .... continuará ... <------
