Desmontado en el año 1941 por acuerdo del Ayuntamiento que presidía Ambrosio Luciañez, el Monumento a los Mártires de la Libertad (en la hoy Plaza del Mar) estuvo de manifiesto durante 34 años. Hoy nadie ha logrado erigir un nuevo mausoleo que perpetúe este evento histórico acaecido el 8 de marzo de 1844, pese a los diferentes intentos registrados en este sentido.
Este año se han cumplido los 165 años de aquel vil fusilamiento de los 23 defensores de la libertad que no acataron el despotismo de González Bravo, por lo que hemos creído oportuno traer a la memoria este documento de Raúl Álvarez Antón, en el que ofrece datos y experiencias que vivió en su niñez, referentes a este hecho histórico.
"Contaría yo poco más de 9 años cuando llegó a mis oídos que se iba a celebrar el acto de recepción de los restos mortales de los Mártires de la Libertad por parte del Ayuntamiento en el Cementerio de San Blas, y me dispuse a ser testigo de ello, llevado de esa curiosidad que nos invade a los niños. Fue el día 8 de marzo de 1934. Achuché a mi madre para que me diera de comer pronto, con el fin de llegar a tiempo para presenciar el acontecimiento y después de la mano de mi abuelo nos fuimos al barrio de San Blas y allí, en casa del señor Adolfo el "sepulturero" que vivía en una casita de planta baja situada frente mismo a la fachada principal del cementerio, establecí mi observatorio.
Desde la ventana de esta casa del “señor Adolfo” con quien mi abuelo tenía cierta amistad, viví de pe a pa todo lo concerniente a este momento vinculante a los Mártires de la Libertad.
Los restos de los Mártires estaban enterrados en la fosa común situada en la calle Santísimo Cristo de la necrópolis samblasina y abierta entre los panteones número 6 (perteneciente a la familia de don Heliodoro Gras) y número 8 (de herederos de D. Manuel Ausó). Previamente se habían exhumados los restos, que recompuestos los esqueletos resultaron ser 22 que correspondían a: José Miñana, José Valiente, Carmelo Jiménez, Manuel Núñez, Pedro Fernández, Diego Gómez, Carmelo García, Antonio Béjar, Pedro Fraile, Gregorio Sabio, Juan Calatayud, José Ruiz Ortiz, Rafael Moltó, Ignacio Paulino, Vicente Linares, Isidro Pastor, José Calpena, Manuel Zamora, Pantaleón Boné, Antonio Caballero, Bartolomé Ribot y Joaquín Valero, los cuales fueron encerrados en un arco de madera de caoba pulimentado construido al efecto por la empresa “Llopis, Gomis, Baeza y Cia, la Siempreviva s.a.”
El arca se depositó en la cripta del mausoleo erigido por el municipio según acuerdos del 17 de febrero de 1922 y 1 de abril de 1932. El mausoleo salió a publico concurso y fue adjudicado su construcción a don Francisco Gonzálvez, maestro cantero, bajo diseño del escultor alicantino Vicente Bañuls.
Estando como he dicho mirando por la ventana de casa del señor Adolfo "el sepulturero", a eso de las 15:30 se oyó un revuelo en la calle de unos niños que gritaban “ya están ahí”. En efecto, a poco llegó el cortejo funerario que procedía desde el Ayuntamiento. Abrían carrera un par de motoristas municipales y tras ellos, el furgón que llevaba los restos, cubierto con la bandera nacional, y después el Ayuntamiento en pleno y representaciones de todos los círculos republicanos de la ciudad. Multitud de coronas cerraban la comitiva, con una representación del periódico “El luchador”.
Un inmenso gentío esperaba la comitiva, que volvió a formarse para entrar al cementerio, ante la cripta. Antes de proceder a la humación de los restos, al alcalde interino, señor Lloret, pronunció un emotivo discurso que finalizó diciendo ¡Paz a los muertos! !Paz confraternal también a los que viven sin diferencias de razas, de casta ni de religión". De este acto se extendió la correspondiente acta municipal en la que puede leerse: “A las 15 horas del día 8 del mes de marzo de 1934, siendo presidente de la Republica Española S.E. Don Niceto Alcalá Zamora, presidente del Gobierno, don Alejandro Larroux García, gobernador de Alicante, don Adolfo Chacó de la Mata, Alcalde Lorenzo Carbonell Santacruz, primer teniente alcalde Nicolás Lloret Puerto. No faltó al acto la Comisión Municipal de Cementerio que presidió don Carmelo Simón."
Sirva pues, este recordatorio, como tributo y homenaje a aquellos 24 valientes que dieron su vida en aras de la libertad"
Fuente:
"Los Mártires de la Libertad"
D. Raúl Álvarez Antón