Artículo de CARLES SALINAS SALINAS
He encontrado en una librería de viejo un librito escolar de 1928; una 7ª edición de Historia de España. Primer Grado, de la Editorial F.T.D. de Barcelona. Ésta era una empresa de los Hermanos Maristas dedicada desde 1890 a la publicación de obras de enseñanza. Es un pequeño manual de 88 páginas en octavo, con tapas de cartoné, destinado a estudiantes de nueve o diez años.
Muestra el contenido en veinte lecciones que desarrollan un hilo narrativo cronológico sobre reyes, glorias y desgracias patrias. La exposición se organiza según el esquema pregunta-respuesta, acompañada de dibujos en blanco y negro sobre personajes (Viriato…Don Pelayo…Alfonso XIII….) y cuadros épicos (la batalla de Guadalete….la batalla de Pavía….Agustina de Aragón contra los franceses…). Cada capítulo viene con cuestionarios para responder oral o por escrito como exámenes, e incluye lecturas de fragmentos de clásicos (Crónicas de Jaume I, El Quijote y otras muy menores). El libro termina con varios anexos: tablas cronológicas de todos los reyes, desde los visigodos hasta Alfonso XIII; genealogías de los Austrias y Borbones y un vocabulario. No voy a extenderme sobre el tono de este libro de estudios que adormecería a nuestros abuelos y les provocaría cierta alergia, pero sin duda les inculcaría algunos dogmas. Además, aquel era el periodo de la Dictadura de Miguel Primo de Rivera, y en la contraportada figura el certificado (Nihil Obstat) del jesuita Guitart de que su enseñanza no se oponía a los preceptos de la iglesia católica, tal como lo estipulaba el Concordato de 1851.
Al ojearlo me ha llamado la atención cuatro mapas cronológicos. Si nos fijamos en la provincia constatamos presencias y ausencias de lugares. En la España romana leemos Denia y Orihuela. Durante la larga edad media nuestro ámbito se torna blanco; no existen pueblos y ciudades memorables. Para la edad moderna vuelve Orihuela y surge Alcoy. Por fin llega la contemporánea y brilla capitalina Alicante, solitaria en medio del desierto. El resto de España era una mezcla curiosa de nombres, casi todos ligados a la memoria del pasado como una continua gesta heroica. También aparecen, y no era frecuente en este tipo de obras, Portugal y algo del mediodía francés.
Esta secuencia de nombres conformarían el mapa histórico mental de la provincia y de España al memorizar los escolares alicantinos aquellas lecciones. Quizá alguno que pasó por el colegio Maristas de aquella época recuerde sus horas de estudio coloreando estos mapitas. Y quizá perteneció este ejemplar a José Ruiz Sola, nombre estampado con caligrafía inglesa y a plumilla en sus páginas
CARLES SALINAS SALINAS