Desde la donación del legado de Miguel Hernandez al Ayuntamiento de Elche por parte de Josefina Manresa hasta el día de hoy, José Carlos es, quizás, la persona que más a trabajado con Miguel Hernandez. Él y Carmen Alemañ han sido los colaboradores más directos de nuestro oriholano universal. La posibilidad de tocar, leer, ordenar, estudiar, palpar los papeles que habían salido de las manos de Miguel, les convierten en los primeros privilegiados tras Josefina, en acceder a Miguel Hernandez.
En este año Hernandiano y coincidiendo con la Quincena de la Ciudad organizada por la PIC, no podía faltar el compromiso que por la CULTURA, con mayúsculas, tiene la librería 80 Mundos.
Estos días hemos visto al señor Linde rodeado de grandes amantes de Miguel. No pude asistir el primer día, lunes. Aquí un inciso. Junto a los grandes personajes buenos de nuestra historia crecen otros que no le van a la zaga. Esto lo digo por PALMERAL. Todo lo que sobre estas jornadas no diga yo, ya que este artículo será breve, lo podéis leer en el Blog de Palmeral. No os defraudará. Palmeral escribe, dibuja y vive Miguel Hernandez y lo hace con un fervor y una dignidad extraordinaria. Visitar sus páginas y también "el Eco Hernandiano". Continúo. Los siguientes tres días han sido movidos. El primero contó con José Carlos Rovira y con su alumna Carmen Alemañ. La alumna está hoy a la altura del maestro. Oiremos hablar de ella. Hablaron del estilo poético de Miguel en cada momento de su corta y fecunda vida. Miguel y su obra son lo mismo. Es la conclusión que sacamos de estas jornadas. Miguel es un hombre transparente. Su vida y su obra son crónica del momento en que viven. Así lo he pensado siempre.
Carmen. La gran alumna aventajada.
Durante la disertación de Rovira llega una primicia. Los Cuantos Para Manolillo - Para cuando sepa leer, son textos de Miguel Hernandez. Los dibujos y la letra, no. En ese momento Rovira y yo nos miramos con cara de complices. Ahí queda eso. Todo llegará.
Palmeral, Linde, Alcaraz y Carmen.
El segundo día, tercero de las jornadas, debía intervenir Jesucristo Riquelme. Tenia interés en escuchar por primera vez a este otro erudito. Pero la salud le falló. No pudo venir. Había que seguir el ritmo aunque se tuviera que improvisar. Una poetisa. La poetisa pide apoyo. Julia Diaz Climent es genéticamente hija de su padre. Conociendo al padre uno comprende como Julia es así. Como poetisa, Julia es la más directa continuación de nuestro Pastor Poeta. A mí me hace llorar cuando recita. Soy de lágrima fácil. Pero la escuché un 25 de Mayo en el Mercado Central. Desde aquel día soy su más fiel admirador. Mi hermano Miguel Ángel acude en ayuda de Julia, pero piensa que yo, Eusebio, he escrito algunas anécdotas de Miguel. ¿Puedes? ¡Puedo!. Nos acompaña Nicolás un músico que con su guitarra acompaña las palabras de Julia. Entre poesía y poesía, yo leo párrafos de mis artículos sobre Miguel publicados en Alicante Vivo. Surgen comentarios, razonamientos, historias intimas que hago públicas. Frente a mí otro maestro. Manuel Parra, mi amigo. Yo hablaba y miraba al público. Pero mis ojos iban a Parra. Esperaba a cada palabra su aprovación. El asentía con la cabeza. Y yo me llenaba de orgullo.
Nicolás es padre de un amigo de mi hijo. Basta con verles la cara. Su voz es tan dulce como su forma de tocar la guitarra. Canta El Niño Yuntero en la versión de Víctor Jara. Justo el Niño Yuntero, la primera poesía que oí de Miguel de la boca de otro Miguel, mi padre. Los pelos se me erizan.
Julia recita. Unas veces a Miguel, otras son poesías propias que, insisto, no desmerecen de nuestro poeta más grande.
Uno tiene su corazoncito y no quiere molestar. Mientras Julia recita y Nicolás toca, me autofotografió.
Cuando todo va a concluir Julia interrumpe. Han entrado las hermanas Mezquida. Si alguien no ha leído "La Nueve" que lo haga o tendremos algo más que palabras. Si Evelyn escribe de cine, su hermana canta de lo mismo. Dos poesías de Miguel con una voz privilegiada ponen fin a la noche.
80 Mundos es un templo de las letras. Esa noche fue mucho más. Improvisamos pero, creo que lo hicimos bien.
La última jornada ya fue de lujo. Manuel Parra y Enrique Cerdan Tato. Quisieron hablarnos de Miguel hombre. Sus vivencias como persona y poeta. Pero como grande conocedores de nuestro poeta llegan a la misma conclusión. Miguel, transparente. Miguel, crónica viva. Miguel, obra e historia son todo uno. Miguel es autobiografía.
Dos luchadores.
Manuel Parra, poeta, maestro, luchador y amigo.
A Enrique ya lo conocía antes de ser su amigo. De eso hace mucho.