01 noviembre 2010

REIR POR NO LLORAR: LE HA LLEGADO EL TURNO A LA ESTATUA DE D. GASTÓN CASTELLÓ.

Azules, rojos, verdes... ¿una gamberrada de Halloween? Puede ser... pero los antecedentes no son buenos en nuestra ciudad. Fotografía de Francisco González

Desde la Asociación Cultural Alicante Vivo nos negamos a creer que la indiferencia y el “menfotismo” es una característica de nuestro pueblo. Y lo rechazamos aunque casi es, a tenor de lo ocurrido hoy de nuevo en nuestra ciudad, una cuestión de fe más que una realidad. Los alicantinos somos capaces de llegar más lejos y más alto que los demás… pero también más bajo. Y lo decimos con conocimiento de causa, tras comprobar el estado en el que ha aparecido esta misma mañana la figura de D. Gastón Castelló Bravo, sita en la Plaza del 25 de Mayo, junto al Mercado Central.

Hace ya algunos meses, cuando se inició desde el Ayuntamiento de Alicante y la Concejalía de Cultura el plan de recuperación integral de las esculturas deterioradas de la ciudad, no sólo se recuperó una página trascendetal de nuestra historia (borrada entre otras causas por nuestra propia desidia), sino la figura de aquellos personas que habían forjado las bases de nuestra realidad, al tiempo que avanzábamos un poco más en la perpetuación de una Memoria Histórica que en ningún caso debía ceñirse a los avatares de nuestra Guerra Civil.
   
El monumento a "Los Mártires de la Vega Baja", por ejemplo, perdió con aquella restauración,  su marcada simbología fascista, convirtiéndose en la obra de TODOS los que perdieron la vida en la citada guerra. Aquella eliminación simbólica, similar a la que antaño había llevado a cabo D. José Luis Lassaletta Cano con la “Cruz de los Caídos”, debía ser motivo de alegria y reconciliación para todos aquellos que conocíamos los luctuosos sucesos de Aguamarga. Pero no… algunos se negaron a aceptar este hecho, pintando de rojo la estatua  de D. Daniel Bañuls y su entorno, reclamando una libertad y una democracia que nos produce dolor y miedo a partes iguales. 
            
Cabeza, ojos, labios... Fotografía de Francisco González

Que nos falta educación y cultura en grandes cantidades se demostró también hace años, cuando un grupo pacifista derramó un tarro de pintura roja sobre el busto de Barrejón, en la Plaza de Calvo Sotelo. Precisamente D. Eugenio Barrejón, el héroe que había continuado la enorme labor altruista de  D. Trino Quijano en favor de los propios alicantinos. Hoy, por suerte, el busto de nuestro alcalde ya está restaurado y ya sabemos algo más sobre vida. Sin embargo, aquel grupo pacifista, en su desconocimento e incultura, confundió a Barrejon con Calvo Sotelo, el protomartir fascista. La plaza se llama así, es cierto, y es una de tantas calles y plazas de Alicante con cargada connotación franquista que debería desaparecer de nuestro callejero; pero el busto no era de él. Y aunque lo hubiera sido, tampoco tendrían el derecho de destrozarlo.

En la Plaza del 25 de Mayo, existe una figura en bronce, sin placa explicativa alguna, que pertenece a D. Gastón Castelló Bravo. Con permiso de otros muchos, Gastón fue nuesto gran artista de hogueras, pintor, mosaista, maestro de maestros y hombre clave en nuestra fiesta más hermosa. Todo un simbolo de la cultura  más popular, que creció en aquellos tiempos a todos los niveles en esta Provincia. Eusebio Sempere, Miguel Hernandez, Oscar Esplá, Emilio Varela, Melchor Aracil, Gabriel Miró, Bañuls…. 
            
Hemos tenido la estatua de Gabriel Miró sin nariz durante años, al Doctor Rico sin cabeza, nuestra fuente de Correos con la “Aguadora” casi manca, la fuente de "El Niño Flautista", en Canalejas, aún destrozada.... y ahora le toca el turno a Gastón. Como ya hemos dicho, esta misma mañana ha aparecido pintado de rojo, azul y verde: su cara, su ropa, sus piernas…. ¡Todo!
    
¿Qué sociedad se está construyendo en esta Ciudad? ¿Qué modelo de convivencia estamos utilizando? En Alicante se ha sembrado un modelo de "sálvese el que pueda"… y el que pueda que la agarre. Como diría otro de nuestros ilustres, D. José Maria Py, recientemente trasladado al Jardí del Silenci,  "foc, fum, flama, res"
    
Y aquí hemos llegado ahora. A la nada.

Como miembros de la Asociación Cultural Alicante Vivo, lamentamos estas actuaciones dignas de  lo más rastrero de la sociedad. Pedimos y casi exigimos respeto en todas las facetas de nuestro pequeño mundo alicantino. En Cultura, necesitamos urgentemente un ejemplo de coherencia entre políticos más allá de las ideologías de cada uno de ellos; necesitamos trabajo en común por facilitar la educación de nuestros hijos y lo que significa la libertad para afrontar los pilares de nuestra sociedad futura.
 
Pero, sobre todo y por una vez en muchos años, necesitamos estar acompañados y no quedarnos solos en esto de criticar los destrozos que vienen sucediéndose con nuestro patrimonio. Creemos que estamos en el filo de la navaja, al borde de un abismo en el que ya entramos hace algo más de 60 años. Y quizá una crítica pública de otras asociaciones, partidos políticos o colectivos, como el fogueril, serían fundamentales para que lo ocurrido hoy con Gastón Castelló, alma mater de nuestra fiesta, fuera el último ejemplo de una desidia que ya no sabemos cómo divulgar entre los alicantinos.

EUSEBIO PÉREZ OCA
JUAN JOSÉ AMORES LIZA
ASOCIACIÓN CULTURAL ALICANTE VIVO

 
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