21 diciembre 2011

EL ORIGEN DEL BARRIO DE CAROLINAS (Y DE SU NOMBRE)

A finales del siglo XIX la ciudad de Alicante experimenta un importante desarrollo a diferentes niveles (sociedad, demografía, cultural…) en el que se ven involucrados los alrededor de 20.000 habitantes que hay en esta ciudad alrededor del año 1880. El siglo XIX había estaba cargado de adelantos que habían salpicado a nuestra ciudad y ésta, gracias al buen dominio de las élites intelectuales del momento, experimentaba su mejor momento en mucho tiempo y estaba experimentando y disfrutando un momento brillante que abarcaba a toda la provincia ya que se estaba realizando la carretera a Alcoy que uniría así, la ciudad con un gran foco industrial. Además el tren de Madrid ya llegaba a Alicante siendo alcalde de la ciudad José Gabriel Amérigo, se contaba con dos refinerías de petróleo, cuatro fábricas de harina, una fábrica de chocolate, se había inaugurado ya el alumbrado público, la calefacción por gas se hacía presente en nuestra ciudad, se inauguró también el primer asilo de ancianos, se cambia y reorganiza el parque de bomberos, etc. Todo esto va haciendo que la ciudad crezca demográficamente y se expanda, motivo que hará necesario el nacimiento de nuevos barrios en los que se irán edificando casas de nueva planta que le irán dando forma y vida a esas nuevas zonas habitadas.

Paralelamente al crecimiento de Alicante como ciudad se produce en Francia una invasión de filoxera que acabó con la gran mayoría de sus viñedos. Francia había atacado indiscriminadamente Alicante en 1691 con un bombardeo terrorífico que la dejó asolada quedando en pie únicamente trescientas casas de tres mil que tenía tras ocho días en los que lanzó la bárbara cifra de cuatro mil bombas. Ahora se veía obligada a recurrir a nuestras tierras para recuperarse de las pérdidas que la plaga de filoxera le había causado en su comercio de vino. Se firmó un tratado comercial entre España y Francia, que alcanzaría una duración de doce años y a lo largo de ese periodo de tiempo Alicante se convertía en el puerto principal de embarque para la exportación del producto de la vid a Francia. Nuestra ciudad, debido a este suceso, en el año 1880 inicia el enorme despegue promovido por el vino que ya hemos visto en el párrafo anterior. Los ciudadanos alicantinos se volcaron con la producción de este caldo pero cada vez la demanda aumentaba y llegó al punto de ser mayor que lo que Alicante podía ofrecer. Por lo tanto, se dio una masiva llegada de empresarios y trabajadores franceses a los que se sumaron agricultores de alrededores de nuestra provincia (sobre todo de la zona de Castilla-La Mancha) que se afincarán en nuestra ciudad alcanzando en un solo año un aumento del 25% de la población pasando a tener en estos momentos 35.000 habitantes.

Pero la pequeña ciudad de Alicante no era suficiente para dar alojamiento a toda esta nueva muchedumbre. Por lo tanto toda está nueva gente se fue asentando en nuevas casas que se iban construyendo alrededor de la histórica ciudad que había derribado sus muros debido al incremento demográfico. Una de las zonas del suelo alicantino en las que se comienzan a formar una ligera aglomeración de casas es la zona norte del extramuros del Castillo de Santa Bárbara, en la zona que hoy conocemos como el barrio de Las Carolinas. Esta barriada aparece como tal en el año 1886 y en ella se encontraba una calle central que servía de eje. Era la calle Sol, primera vía de este barrio, y estaba constituida por una serie de pequeñas casas bajas de una sola planta y con el típico tejado a dos aguas y un pequeño patio en la parte posterior. Esta calle tenía su entrada en la calle Garbinet y su salida por la parte superior, en dirección hacia Villafranqueza (por lo que hoy está la Vía parque).



Poco a poco se fueron creando más casas del mismo estilo y, al ser contemplada esa zona desde la parte de la ciudad que antes era amurallada, recordaban a la gente a un archipiélago de islas que estaba en boca de la gente en esos momentos.

Alemania y España se las veían en un conflicto por las Islas Carolinas en el pacífico, un conflicto que el Papa León XIII finiquitó a favor de España. Duraría pocos años este archipiélago en manos españolas porque en 1898 España vendió las Islas a Alemania.

Vista cenital del barrio en 1945.

Los diarios se hacían eco de estos acontecimientos en el otro lado del mundo y tuvo mucha repercusión en la sociedad que por todos los cafés comentaban y opinaban sobre lo ocurrido en estas islas. Los periódicos mostraron incluso alguna foto en la que se veía los islotes desperdigados por el mar, alejados de tierra firme. Todo el mundo conocía la forma de estas islas y al echar la vista hacia la zona norte de Alicante había algo que les recordaba a esas islas. Eran las casas que iban surgiendo en un nuevo barrio, poblado por los agricultores y trabajadores que ya hemos visto antes que llegaron a trabajar la vid a nuestras tierras. El crecimiento se producía de forma anárquica debido a la improvisación y la rapidez por construir. La gente comenzó a comparar esas casas con las islas del archipiélago de las Carolinas en el océano Pacífico y poco a poco, de la comparación se pasó al hecho y todo el mundo llamaba de forma popular Las Carolinas a esas casitas que iban siendo cada vez más numerosas. La zona se llenó y se fue creando una vida social dentro de este barrio que ya había adoptado ese nombre de Las Carolinas que hoy con orgullo para su gente sigue siendo su nombre.

VICENTE GARCÍA BLAY


 
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