15 junio 2007

ALICANTE EN EL RECUERDO: LAS HOGUERAS DE SAN JUAN

Desde tiempos ancestrales los pueblos de la costa mediterránea celebran la llegada del solsticio de verano en torno a hogueras purificadoras. En Alicante el rito del fuego perduró a través de los siglos como una festividad agrícola.
Más tarde, en el siglo XIX, esta costumbre pasó a la ciudad, así se puede constatar que la primera noticia documental de estas primitivas hogueras se remonta al año 1822, a través de un bando publicado por el Alcalde que ordenaba: "...que no se enciendan hogueras en las calles, ni menos se disparen tiros ni cohetes en la noche de San Juan y sucesivas, bajo multa de 20 a 100 Reales."
En 1881 no se publicó el correspondiente bando y según un diario de la época "...tras comenzar las fiestas con la verbena de San Juan, permitió que los pacíficos habitantes se despacharan a sus anchas con hogueras y petardos."
Aprovechando la ausencia de prohibición los vecinos se agruparon por calles instituyendo las festes de carrer (fiestas de calle), con juegos populares, música y con la aparición de los antepasados de los actuales ninots
Las hogueras vecinales continuaron presentes a pesar de las constantes prohibiciones.
En 1928, Jose María Py quiso trasladar la fiesta de San José en Valencia (fallas) a nuestra tierra. Fue ese año cuando se oficializó la fiesta, con la denominación de Hogueras de San Juan(Fogueres de Sant Joan en su versión vernácula), adaptando estos festejos a la costumbre valenciana con la realización de monumentos de cartón y madera, con carácter artístico y satírico. Las fiestas se crearon con una clara motivación de fomento del turismo local, dando continuidad y una mayor relevancia a los pequeños festejos antes mencionados.
Muy pronto, a partir de este modesto origen, "les Fogueres de San Joan" arraigarían en la ciudad de Alicante, erigiéndose en su fiesta más representativa y adquiriendo una personalidad propia tanto en sus monumentos, como en sus principales manifestaciones: luminosidad, el carácter abierto y festivo de sus habitantes y la climatología propicia de las primeras fechas veraniegas.
En pocos años, se superaron las treinta Hogueras, creándose paralelamente el complemento de la barraca (recinto acotado instalado en plena calle y al que se accede por una portada alegórica), en cuyo interior se desarrollaran verbenas. Igualmente, a partir de 1932, las Hogueras instauraron la máxima representación de la Fiesta: la Bellea del Foc, cargo este que es elegido anualmente entre las Bellezas representantes de cada Comisión de Hoguera.
Con el paso de los años, el numero de Comisiones de Hogueras ha ascendido a cerca de noventa, distribuidas por todas las zonas de la ciudad,así como las Comisiones de Barraca llegan al centenar, siendo cerca de quince mil los participantes directos de nuestra fiesta.
Todas nuestras celebraciones giran entorno a la Hoguera, unos monumentos caracterizados por su contenido humorístico y critico, con predominio de formas planas y colores luminosos, que con el paso del tiempo han ido configurando una estética propia.
En torno a ello, la presencia indispensable de la música, la pólvora, la diversión y la participación de miles de personas ataviadas con los trajes típicos alicantinos. Todo ello rodea una Fiesta en la que cabria destacar su enorme participación, la degustación de "menjars" típicos de la huerta y el contacto humano de los habitantes de Alicante, tan dados a "la festa i diversió".

 
La Asociación Cultural Alicante Vivo se reserva el derecho de moderación, eliminación de comentarios malintencionados, con lenguaje ofensivo o spam. Las opiniones aquí vertidas por terceras personas no representan a la Asociación Cultural Alicante Vivo.