La Sección Femenina del Movimiento Nacional fue la correa de transmisión de los valores morales y políticos derechistas del régimen de Franco.
Estuvo dirigida por la hermana de José Antonio Primo de Rivera, el fundador de la Falange. Muerto José Antonio en 1936, Pilar Primo de Rivera aplicó la visión de una «revolución falangista» imaginada por su hermano a su propia organización en desarrollo, con sus afiliadas de élite encargadas de hacer volver a las mujeres a sus funciones tradicionales en la sociedad.
Convirtió a Isabel la Católica y Teresa de Jesús en modelos y símbolos de la Sección.
Estuvo dirigida por la hermana de José Antonio Primo de Rivera, el fundador de la Falange. Muerto José Antonio en 1936, Pilar Primo de Rivera aplicó la visión de una «revolución falangista» imaginada por su hermano a su propia organización en desarrollo, con sus afiliadas de élite encargadas de hacer volver a las mujeres a sus funciones tradicionales en la sociedad.
Convirtió a Isabel la Católica y Teresa de Jesús en modelos y símbolos de la Sección.
Terminada la guerra, su labor se centro en instruir a las jóvenes sobre como ser buenas patriotas, buenas cristianas y buenas esposas (ahí es poco). En el ámbito cultural se preocupó por mantener tradiciones españolas en diversos ámbitos, como la cocina o los bailes regionales (guaaaaaau).
La situación de la mujer en la España nacional es la historia de una vuelta a la sociedad patriarcal y a un papel de sumisión que parecía olvidado durante el régimen republicano. La nueva España de Franco tenía como objetivo la difusión de valores y pautas de comportamiento que para las mujeres tienen un significado ideológico y social muy marcado. La familia y el hogar serán sus principales ámbitos de actuación sin olvidar las labores asistenciales.
Para la Sección Femenina, el hecho biológico de nacer mujer determinaba de modo absoluto el cumplimiento de la "misión de la mujer".
Así pues, la Sección Femenina no cesó de reclamar para sí la formación y el control directo de la niñas y jóvenes a quienes había que inculcar pautas estrictamente femeninas.
Por ejemplo:
La situación de la mujer en la España nacional es la historia de una vuelta a la sociedad patriarcal y a un papel de sumisión que parecía olvidado durante el régimen republicano. La nueva España de Franco tenía como objetivo la difusión de valores y pautas de comportamiento que para las mujeres tienen un significado ideológico y social muy marcado. La familia y el hogar serán sus principales ámbitos de actuación sin olvidar las labores asistenciales.
Para la Sección Femenina, el hecho biológico de nacer mujer determinaba de modo absoluto el cumplimiento de la "misión de la mujer".
Así pues, la Sección Femenina no cesó de reclamar para sí la formación y el control directo de la niñas y jóvenes a quienes había que inculcar pautas estrictamente femeninas.
Por ejemplo:
-Ten preparada una comida deliciosa para cuando él regrese del trabajo. Especialmente, su plato favorito.
-Ofrécete a quitarle los zapatos. Habla en tono bajo, relajado y placentero.
-Retoca tu maquillaje, coloca una cinta en tu cabello. Hazte un poco más interesante para él. Su duro día de trabajo quizá necesite de un poco de ánimo, y uno de tus deberes es proporcionárselo. (buenísima)
-Durante los días más fríos deberías preparar y encender un fuego en la chimenea para que él se relaje frente a él. Después de todo, preocuparse por su comodidad te proporcionará una satisfacción personal inmensa.
-Escúchale, déjale hablar primero; recuerda que sus temas de conversación son más importantes que los tuyos (¡maravilloso!)
-Nunca te quejes si llega tarde, o si sale a cenar o a otros lugares de diversión sin ti. Intenta, en cambio, comprender su mundo de tensión y estrés, y sus necesidades reales.
-Si tú tienes alguna afición, intenta no aburrirle hablándole de ésta, ya que los intereses de las mujeres son triviales comparados con los de los hombres.
-Recuerda que debes tener un aspecto inmejorable a la hora de ir a la cama... si debes aplicarte crema facial o rulos para el cabello, espera hasta que él esté dormido, ya que eso podría resultar chocante para un hombre a última hora de la noche. (¡sin desperdicio!)
-En cuanto respecta a la posibilidad de relaciones íntimas con tu marido, es importante recordar tus obligaciones matrimoniales: si él siente la necesidad de dormir, que sea así no le presiones o estimules la intimidad. Si tu marido sugiere la unión, entonces accede humildemente, teniendo siempre en cuenta que su satisfacción es más importante que la de una mujer. Cuando alcance el momento culminante, un pequeño gemido por tu parte es suficiente para indicar cualquier goce que hayas podido experimentar. Si tu marido te pidiera prácticas sexuales inusuales, sé obediente y no te quejes.
-Ofrécete a quitarle los zapatos. Habla en tono bajo, relajado y placentero.
-Retoca tu maquillaje, coloca una cinta en tu cabello. Hazte un poco más interesante para él. Su duro día de trabajo quizá necesite de un poco de ánimo, y uno de tus deberes es proporcionárselo. (buenísima)
-Durante los días más fríos deberías preparar y encender un fuego en la chimenea para que él se relaje frente a él. Después de todo, preocuparse por su comodidad te proporcionará una satisfacción personal inmensa.
-Escúchale, déjale hablar primero; recuerda que sus temas de conversación son más importantes que los tuyos (¡maravilloso!)
-Nunca te quejes si llega tarde, o si sale a cenar o a otros lugares de diversión sin ti. Intenta, en cambio, comprender su mundo de tensión y estrés, y sus necesidades reales.
-Si tú tienes alguna afición, intenta no aburrirle hablándole de ésta, ya que los intereses de las mujeres son triviales comparados con los de los hombres.
-Recuerda que debes tener un aspecto inmejorable a la hora de ir a la cama... si debes aplicarte crema facial o rulos para el cabello, espera hasta que él esté dormido, ya que eso podría resultar chocante para un hombre a última hora de la noche. (¡sin desperdicio!)
-En cuanto respecta a la posibilidad de relaciones íntimas con tu marido, es importante recordar tus obligaciones matrimoniales: si él siente la necesidad de dormir, que sea así no le presiones o estimules la intimidad. Si tu marido sugiere la unión, entonces accede humildemente, teniendo siempre en cuenta que su satisfacción es más importante que la de una mujer. Cuando alcance el momento culminante, un pequeño gemido por tu parte es suficiente para indicar cualquier goce que hayas podido experimentar. Si tu marido te pidiera prácticas sexuales inusuales, sé obediente y no te quejes.
Sacado de "Economía doméstica para bachillerato y magisterio" Sección Femenina 1958.
Y se me olvidaba...
¡ARRIBA ESPAÑA!