Según las normas generales de división de palabras a final de renglón y de línea de la Real Academia Española de la Lengua, queda muy bien especificado que bajo ningún concepto se puede abandonar una vocal suelta al inicio de una palabra, cortar y continuar en la siguiente línea:
Cuando la primera sílaba de una palabra es una vocal, no se dejará esta letra sola al final del renglón: amis- / tad, y no *a- / mistad. Si la vocal va precedida de una h, sí puede dejarse esta primera sílaba a final de línea: he- / rederos.Sin embargo, en uno de nuestros edificios más representativos, se rotuló su nombre empleando este método erróneo, seguramente con tal de encajar las letras del mosaico de trencadís de una manera igualitaria y proporcionada, anteponiendo cuestiones estéticas a las normativas (algo que encaja muy bien con el espíritu modernista y vanguardista de la época).

MER-CADO DE A-BASTOS
