14 octubre 2007

LA FALTA DE ORTOGRAFÍA MÁS POPULAR DE ALICANTE

Según las normas generales de división de palabras a final de renglón y de línea de la Real Academia Española de la Lengua, queda muy bien especificado que bajo ningún concepto se puede abandonar una vocal suelta al inicio de una palabra, cortar y continuar en la siguiente línea:

Cuando la primera sílaba de una palabra es una vocal, no se dejará esta letra sola al final del renglón: amis- / tad, y no *a- / mistad. Si la vocal va precedida de una h, sí puede dejarse esta primera sílaba a final de línea: he- / rederos.
Sin embargo, en uno de nuestros edificios más representativos, se rotuló su nombre empleando este método erróneo, seguramente con tal de encajar las letras del mosaico de trencadís de una manera igualitaria y proporcionada, anteponiendo cuestiones estéticas a las normativas (algo que encaja muy bien con el espíritu modernista y vanguardista de la época).

Se trata del rótulo indicador del Mercado Central de Abastos de Alicante, finalizado en 1921, que como todos hemos visto alguna vez, transcribiéndolo, dice:
MER-CADO DE A-BASTOS

Esta "A" que se queda suelta en el renglón superior es una clara falta de ortografía que pasa inadvertida, pero que quizá, alguno, en pleno examen de lengua, haya visualizado en su mente para resolver alguna duda de división de palabras... ¿quién sabe?

A pesar de esto, es incuestionable la belleza del rótulo, a la que no le resta ni un ápice de belleza, y por supuesto, lo anecdótico de dicha falta. Eso sí, es probable que a día de hoy, cometer un atropello a las normas de ortografía como éste en un edificio público emblemático como un Ayuntamiento, Aeropuerto o similar, desataría ríos de tinta en la prensa solicitando la vuelta al colegio del responsable.

 
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