ALPERI DICE "NO" A LOS COLEGIOS DIGNOS

La segunda jornada del debate en las Cortes de los presupuestos de la Generalitat para 2008 se convirtió en un auténtico quebradero de cabeza para Luis Díaz Alperi, alcalde de Alicante pero que ayer actuaba de diputado del PP en el Parlamento valenciano.

El primer edil, de hecho, se opuso durante el debate de las cuentas autonómicas, aceptando así la disciplina de voto del PP, a una enmienda del PSPV que reclamaba la construcción del nuevo colegio Benalúa y del Pedro Duque, ambos en barracones desde hace varios años. También rechazó otra propuesta para iniciar las obras del centro educativo de San Gabriel, que funciona en unas condiciones extremadamente precarias. Los socialistas tendieron una trampa a Alperi de la que el primer edil o no supo o no quiso salir. Habitualmente, las propuestas alternativas a los presupuestos suelen votarse en bloques temáticos. Sin embargo, el PSPV optó por desgajar la enmienda número 1857, que contenía una iniciativa para agilizar la construcción de los tres citados centros educativos, para que se votara por separado. Y efectivamente, pese a tratarse de medidas muy concretas, Alperi no se movió de su escaño para alinearse con la negativa de su grupo a la propuesta socialista, defendida por el diputado Adolf Sanmartin.
La posición de Alperi en las Cortes Valencianas se produce después de años de polémicas por la mala situación de los colegios mencionados y, especialmente, tras la entrevista publicada por este periódico en la que la nueva edil de Educación, Mari Carmen Román, consideraba «horrorosas» las aulas prefabricadas que pueblan los colegios de la provincia, la demarcación valenciana con mayor número de barracones. El colegio Benalúa, situado en una céntrica zona de la capital alicantina, lleva desde 2000 en prefabricadas y con constantes movilizaciones de los padres del centro, sin éxito, para que se inicien los trabajos que permitan la construcción de unas nuevas instalaciones. El colegio Pedro Duque, ubicado en la confluencia del centro comercial Gran Vía, lleva en barracones desde hace cuatro cursos. Año tras año, además, va creciendo el terreno dedicado a las prefabricadas. La situación del colegio San Gabriel es diferente. El centro educativo se mueve en la precariedad, la falta de espacio y la ausencia de servicios como el comedor desde hace años. Pese a todos esos problemas, la enmienda fue rechazada con los votos del PP, incluido el de Alperi, y el respaldo tanto del PSPV como de los diputados de Compromís, el grupo que comparten en las Cortes EU, Bloc e Iniciativa. El diputado y vicesecretario general del PSPV en Alicante, Manuel Bueno, denunció la actitud de Alperi durante la sesión plenaria de las Cortes. «Viene poco por aquí y, encima, cuando lo hace es, como en esta ocasión, para votar en contra de los intereses de los alicantinos», censuró Bueno. Para el parlamentario socialista, el primer edil alicantino está «usando el escaño en contra de la ciudad». «Está anteponiendo los intereses del PP a los de la ciudad de la que es alcalde», concluyó el vicesecretario general del PSPV en Alicante. Una argumentación que también le sirvió a Bueno para criticar de nuevo a Alperi una vez que, en la sesión parlamentaria vespertina, el primer edil alicantino votó también en contra de la enmienda 2464, que también se desgajó del bloque, para crear una línea de 600.000 euros para elaborar un estudio inicial del proyecto del nuevo hospital de Alicante.
Sobrecostes del 48% en Ciegsa El PP también aplicó el rodillo para rechazar varias enmiendas del PSPV en las que se pedía auditar «los retrasos» y «sobrecostes de obra» de Ciegsa, la empresa pública encargada de la construcción de colegios. PSPV y Compromís critican que se reduzcan las inversiones de Ciegsa mientras aumentan los gastos de funcionamiento al tiempo que siguen los sobrecostes. El socialista Adolf Sanmartín destacó la «ausencia total de informes que justifiquen la modificación o alza de determinados contratos», mientras que en nombre del grupo parlamentario de Compromís el nacionalista Josep María Pañella cifró los sobrecostes de obra en la sociedad del Consell entre el 40 y 48% del coste inicial de los proyectos.
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