07 febrero 2008

CUANDO FUIMOS HÉROES... (MONUMENTO A LOS HÉROES ALICANTINOS DE LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA)


Otro monumento olvidado en Alicante... otra página de la historia en la que se borra de la memoria de los alicantinos héroes...


El Castillo de San Fernando, se levantó en plena ilustración, en 1813 durante la Guerra de la Independencia, con motivo de la defensa de la ciudad ante la invasión napoleónica 1813. Toda la población participó en el levantamiento de esta fortaleza, que por suerte no entró en funcionamiento, ya que la ocupación no llegó hasta Alicante por poco, pues el General francés Louis-Pierre Montbrun bombardeó la ciudad el 16 de Enero de 1812 desde el cerro de Los Ángeles, pero sus tropas ese mismo dia se fueron a Francia, requeridas para la invasión de Rusia.Además, para recordar el gran esfuerzo de la construcción del castillo, así como el de todo un país que protagonizó un levantamiento popular el 2 de Mayo de 1808, y que se enfrentó al invasor hasta lograr expulsarlo, se levantó un memorial en el romántico cementerio de San Blas (creado apenas unos años atrás, en 1805) en recuerdo a todos estos héroes que por todo el país, incluido Alicante, defendieron aquello que les unía. Este cementerio, que entró en un largo proceso de abandono y degradación cien años después, tras haber sido inaugurado el actual en 1918, se clausuró por la República en 1931, y su demolición se inició en 1959 tras retirarse su carácter sagrado. El monumento fue trasladado a su emplazamiento actual, en el acceso al parque del Castillo de San Fernando. Desde entonces, cayó en el olvido en medio de una glorieta a la que pocos prestan atención.

Uno escucha a diario debates, críticas, ideas contrapuestas, e incluso a veces, insultos y descalificaciones sobre patrias, nacionalismos, unidad territorial, descentralización... Incluso, a veces, actos en ataque a los sentimientos e ideas libres que cada persona puede tener.

A veces es triste pensar a qué se reducen estas discusiones, y que en lugar de trascender a lo filosófico, a lo cultural o incluso a lo psicológico y antropológico del estudio de los grupos sociales humanos, acaban convirtiéndose en circos políticos llenos de tópicos y convencionalismos.
Esta sociedad es cada vez más heterogénea, las fronteras se difuminan, y en lugar de aceptarlo, deseamos dibujar otras nuevas, y aún más fuerte, para que no se borren y queden muy claras.
Desearía hacer desde aquí una llamada a la reflexión sobre un sentimiento de nación, para comprender cómo lo defienden hoy nuestros gobernantes. Justo esos a los que se les llena la boca de palabras, al tiempo que las manos se les vacían de trabajo y sus pantalones ganan tallas.
El sentimiento de nación no tiene definición. Es un concepto abstracto y un sentimiento, que cada uno poseemos de un modo único e individual, pero que nos agrupa en sociedad, tratando de unir a los individuos diferentes en colectivos a través de una idea transversal de lo que los mantiene en cohesión: la cultura, el idioma, la tierra, las ideas... Tu nación puede ser tu casa, como en ese famoso eslogan publicitario, tu barrio, tu ciudad, tu provincia, tu país, el planeta o el universo, si lo deseas.
Pero sea cual sea tu nación, no es aceptable que olvides su historia, y que cuando hubo héroes que dieron sus vidas por defender la libertad en su nación, soldados y trabajadores que levantaron castillos para proteger a los ciudadanos ante ejércitos invasores, gobernadores como Nicolás Peris que se mantuvieron hasta el último instante con las llaves del castillo en la mano, capitanes de barco como Archibald Dickson que aguardaron entre bombas y torpedos hasta el último pasajero posible para salvar al mayor número de inocentes, escritores como Gabriel Miró que se dejaron hasta la última gota de magia en su pluma para describir del modo más sublime su tierra, héroes como Trino González de Quijano que por salvar las vidas de inocentes enfermaron hasta morir, ... hoy se les olvide del modo más miserable.Se les olvida a ellos, y a los alicantinos que también fueron héroes anónimos, cada uno a su manera.
La comparativa con aquellos que hoy nos gobiernan se hace pudorosa, y se torna trágica y triste, sobre todo cuando se les llena la boca al decir que defienden una patria común. Pues bien, esa patria, existe por la historia que la ha forjado. Esa misma historia de esa misma patria que hoy olvidan y sólo recuerdan cuando la política interesa.

Pero es esa misma historia que a ellos también les olvidará, por su paso nefasto y nulo en cuanto a aportaciones positivas. Nadie les recordará por sus gestas, sino por lo catastrófico de su mandato, y seguro, la desaparición de nuestra historia si no lo remediamos.

En la placa se "adivina": Alicante a los héroes de la Guerra de la Independencia. 1808
En el reverso del monumento se encuentra otra placa circular, puesta a posteriori de un modo pésimo, con motivo del "CL aniversario en 1960"

Los nombres que un día se creyeron grabados a fuego sobre la resistente roca para contar a las generaciones futuras el ejemplo del valor y de la defensa de unas ideas y un sentimiento, se borran lentamente, hasta que un día, aquellos que hoy dicen defender esa misma patria enriqueciéndose a costa del dinero de los ciudadanos y negándose a escucharles, decidan que hay que derribar su homenaje, y se levante encima cualquiera de sus calamitosas ideas.

Hoy el Castillo de San Fernando se encuentra en un estado de total abandono, con graves riesgos en su estructura, y con el conjunto escultórico realizado posteriormente en un avanzado estado de deterioro. Si alguien arrancara mañana uno de los leones para llevárselo a su chalet, tendría el camino libre.
Sirva el reportaje sobre el estado de este monumento, a modo de reivindicación por recuperar tantos monumentos destruidos: el Panteón de Quijano destrozado, el busto del Doctor Rico decapitado, la escultura de Gabriel Miró asaltada, el homenaje a Carlos Arniches pintarrajeado, el busto de Ramón de Campoamor desaparecido, el Monumento a los Mártires de la Libertad olvidado, la placa en recuerdo a Nicolás Peris abandonada...

Defendamos la memoria de Alicante, porque cuando los recuerdos se borren y las generaciones pasen, si nadie la mantiene, quedará vacía de recuerdos.

 
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