Como si la tierra misma necesitara gritar ¡Aquí estará el campo de los Almendros! , manos anónimas han plantado en el lugar del Memorial del Campo de los Almendros, dos jóvenes ejemplares por los que corre ya la savia reparadora que esta tierra Alicante sabe crear y repartir.
Como el olmo seco de Antonio Machado, Antonio el hombre bueno, han reverdecido los almendros y del mismo modo nuestro corazón espera otro milagro de esta temprana primavera alicantina.
En este Alicante, ahora más vivo que nunca, renacen la esperanza y el deber cumplido.