Entre los términos de Alicante y Agost, a la altura de la partida del Moralet, hasta hace pocos años se disfrutaba de un paisaje singular.
En un radio de unos tres Kilómetros siguiendo en paralelo la carretera de Agost, existía un entorno único, el motivo de este era, el paisaje que se había formado por la extracción de arcilla durante años.
Junto a este entorno, aun se podían ver las ruinas de las casas que en su día habitaron los hombres y mujeres que extraían la arcilla de forma manual, para la elaboración de alfarería tan conocida en esta zona, tradición que aun hoy en día sobrevive, aunque de forma mas industrial.
Todo este entorno esta sufriendo un cambio radical, junto a este paraje, en el denominado Valle de Agost se encuentra una explotación minera de yeso a cielo abierto, que esta originando un cambio drástico en el paisaje, no solo por el gran cráter que se ha formado por los años de extracción, sino por el material de desecho que se está vertiendo por toda la zona.
Antiguas edificaciones, pozos y hornos relacionados con la extracción de arcilla que han formado parte de este paisaje durante años, están desapareciendo sin remedio.
Lo que en su día fue transformado por la mano del hombre y compensado por la naturaleza, hoy se vuelve a destruir, pero esta vez, con peores consecuencias.