Artículo publicado en el Blog de Benalúa y enviado a los medios de prensa y a Alicante Vivo para su máxima difusión.
La Estación de Benalúa, cuya línea original a Murcia cumplirá el año que viene 125 años, es una de las últimas joyas arquitectónicas de Alicante, y se encuentra en un estado ruinoso y lamentable, por culpa de la administración (Ayuntamiento de Alicante y Adif), que se dedican a otras cosas, como proyectos faraónicos y grandes negocios, pero que no afrontan nunca los auténticos problemas de la ciudad, sino que van de aplazamiento en aplazamiento.
Este emblema de la tardía revolución industrial en nuestra provincia, que nos conectó con Elche, la Vega Baja y Murcia, es un auténtico icono urbano. Esperamos que algún día se pueda recuperar, porque mientras tanto, las únicas noticias que genera son las de proyectos que nunca arrancan o la basura acumulada y los incendios provocados por quienes han acelerado su proceso de degradación ocupándola ilegalmente.
En este artículo, queremos reivindicar una denominación justa, legítima y acorde con la historia de la estación, puesto que la prensa y los propios ciudadanos, se refieren a ella como "Estación de Murcia". Pues bien, este nombre nunca ha existido, se trata de una denominación popular para diferenciarla de la estación de trenes previa, que nos comunicó con Madrid, y que también se implantó en las proximidades del barrio.
La denominación oficial de la primera estación fue "Alicante-Término", como bien indicaban (e indican) los rótulos oficiales y los títulos de billete. La regentó la empresa Madrid-Zaragoza-Alicante (MZA), hasta que el monopolio nacional (RENFE) la absorbió. Desde entonces, se la conoció como "Estación de RENFE" (aludiendo a la compañía ferroviaria) o "Estación de Madrid" (aludiendo al destino principal de los trenes que desde aquí partían). Incluso, podríamos aventurarnos a que directamente, cuando se pregunta por "La Estación", se entiende que nos referimos a este lugar.
Paralelamente, ocurrió algo similar con la Estación de Benalúa (éste fue su nombre original), que fue regentada por Ferrocarriles Andaluces hasta que RENFE absorbió dicha empresa. Al ser las dos de la compañía nacional, ya no podría ser válido identificarlas por la concesionaria de la línea, por lo que el saber popular dictaminó un veredicto eminentemente práctico. Las dos estaciones de Alicante, se denominarían según los trenes que de ellas partieran: la de los trenes a Madrid, Estación de Madrid; y la de los trenes a Murcia, Estación de Murcia.
Un recurso práctico, puesto que una confusión al quedar en la "Estación del tren" a más de uno seguramente le conllevó una buena caminata por el borde del barranco de Benalúa hasta la otra estación al percatarse del equívoco. Sin embargo, aunque en otras ciudades han sucedido fenómenos similares (véase en Barcelona, con la "Estació de França"), las estaciones emblemáticas suelen mantener el nombre original, reconociendo su singularidad e iconicidad. De hecho, muchas acaban dando nombre a la zona en la que se emplazan, reconociendo su gran presencia urbana. Este es el caso de estaciones como Atocha, Chamartín, Mediodía o Delicias (en Madrid), o la mítica King´s Cross-St. Pancras en Londres.
Reconocemos, por tanto, que el nombre popular ha calado hondo, y la ciudad reconoce a la estación como Estación de Murcia. Sin embargo, no es su nombre original, como bien prueban estas fotografías, y los documentos originales relativos al hermoso edificio.
La estación, que nació al mismo tiempo que el barrio que le dio nombre, en 1884, se llamó "Estación Alicante-Benalúa", puesto que esta zona era un páramo alejado de la ciudad, al borde del mar, junto a un barranco y una inmensa meseta, que los mayores llamaban "Antigones". Fue tan importante para la ciudad el desarrollo de un barrio como éste, que la estación recogió el nombre para definir el lugar donde se ubicaría y diferenciarse de la estación de MZA.
Es posible que además de todo esto, el hecho de que el alcalde constitucional -interino- de Alicante en aquellos momentos fuera don José Soler y Sánchez (miembro de Los Diez Amigos), tuviera algo que ver por el cariño que le profesó al barrio. Quizá esta denominación ayudó también a promocionar de algún modo el nuevo barrio (¿un primitivo reclamo promocional o nombre publicitario de una estación?).
En esta estación trabajaron cientos de vecinos del barrio, y los viajeros que a ella llegaban recibían la bienvenida a la ciudad con el mar y el barrio de Benalúa como telones de fondo. Desde la Gran Vía del Catedrático Soler, un auténtico balcón al mar, se observaban los trenes ir y venir, con sus columnas de humo, sus silbidos y su traqueteo junto a la Playa de Benalúa (o del Baver).
Por ello, por ser un patrimonio de los alicantinos, y especialmente de los benaluenses, que estamos perdiendo a pasos agigantados todas nuestras edificaciones decimonónicas, solicitamos a todos cuantos llegue este mensaje que se conciencien y propaguen esta idea: la estación se llama "DE BENALÚA".
Desde el Blog de Benalúa queremos iniciar un espíritu de concienciación urbana, para tratar con más cariño a esta edificación, y recuperar un nombre inherente a la ciudad, que evoque la pertenencia a Alicante y a nuestra historia. Denominarla "Estación de Benalúa" despierta un tono especial en quien alude así a este edificio, del mismo modo que llamar por el nombre de pila a una persona, en lugar de por un genérico "usted" o algo parecido.
Queremos que cuando se restaure el edificio, si algún día podemos verlo, se recupere y mantenga el rótulo original pintado sobre la piedra de la fachada, y que la denominación oficial para el menester al que finalmente se destine, sea siempre "Estación de Benalúa".
Este nombre aludirá a la historia y a un barrio de gran importancia en el desarrollo urbano y social moderno de la ciudad de Alicante. Asímismo, al igual que la denominación "Benalúa-Sur", contribuirá a mantener la historia del barrio para las generaciones futuras, cuando se pregunten porqué aquellos lugares conservan ese mismo nombre.
Este artículo fue mandado a los principales periódicos de Alicante, medios radiofónicos y asociaciones vecinales. El eco que se hicieron del mismo podéis verlo en este artículo.
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