12 octubre 2008

ESTAMPAS DE LUZ DESDE LA CARCEL DE ALICANTE

¿Qué será de la humanidad después de esta tragedia?
(Enrique Barberá Tomás)

Carabineros, guardias civiles y militares, fusilados en el Cementerio de Badajoz en 1936. Imagen de "Recuperando Memoria".

Enrique Barberá Tomás, "el carrasca", era un representante sindical de la CNT (Confederación Nacional del Trabajo) que se enfrentó a la rebelión franquista que acabó con la legalidad de la II República.  En la Columna Alcoyana alcanzó el grado de Teniente, pero al finalizar la Guerra Civil fue detenido, encarcelado y condenado a muerte por rebelión.
Tristes ironías de la vida.
Tras muchos meses de espera e incertidumbre en su celda, en la que cualquier noche podían comunicarle la ejecución de la sentencia (menos los sábados, domingos y festivos, eso sí, que los fascistas eran muy respetuosos con las prácticas religiosas), finalmente Barberá fue fusilado un 16 de septiembre de 1942.
Tenía 34 años.

Madrid, durante la Guerra Civil. Fotografía extraída de Skyscrapercity.

Su libro, "Estampas de Luz" fue publicado por su hija Marcela cuando recibió como única herencia del "Carrasca" el diario que escribió el detenido en papel higiénico de la Prisión de Alicante. La historia del documento es terrible: tras el fusilamiento de Enrique, su esposa recibió escondidos en un petate los rollos manuscritos del autor, que tuvo que esconder varias décadas bajo tierra por miedo a ser descubiertos por las autoridades franquistas victoriosas.
La obra es un testimonio estremecedor en el que Enrique, día a día, deja sus impresiones sobre la miseria de la vida y del penal benaluense. "El equilibrio se restableció ayer: se fueron trece y llegaron catorce". Eran bromas macabras de hombres que no sabían si esa noche era la última noche de sus vidas: "Llorca exhibe un encendedor de treinta centímetros de mecha; los carceleros le dicen que su duración será aproximadamente lo que a él le queda de vida. Hablan y ríen de cómo tendrán que morir".


El encuentro con compañeros queridos también ocupa importantes fragmentos de su novela: "El amigo Quiles se une a nuestra triste peregrinación. Es desagradable ver ingresar a seres queridos. En la celda número 10 somos ya 5 alcoyanos; pasaremos en franca amistad los pocos días que nos quedan". 
Uno de los recuerdos más tristes y sobrecogedores es cuando el detenido escuchaba el jolgorio de las Hogueras de Sant Joan de 1941 desde la cárcel: "hasta nuestros oídos llegan los truenos de la traca en Alicante; los alicantinos se divierten en vísperas de la noche de San Juan. Lo que a nosotros nos importan son los truenos que revientan y encienden el mundo formando en nuestros cerebros esta interrogante: ¿Qué será de la Humanidad después de esta tragedia?"
También tenía recuerdos para los compañeros que en la noche del 25 de junio, después de la fiesta grande de nuestra ciudad, fueron "paseados" por los franquistas y asesinados junto a la tapia del cementerio de San Blas: "el patio está muy triste. Se nota el vacío que dejaron los de Aspe."
El ilicitano Miguel Orts, aprovechando la visita de la periodista y escritora Rosa Montero, le regaló un ejemplar de la novela. Pocas semanas después, Rosa Montero dedicó un brillante artículo periodistico alabando el estilo literario del anarquista alcoyano. De repente, numerosas editoriales se interesaron por sacar a la luz los testimonios de Enrique Barberá.
Hoy, en plena efervescencia de la Ley de la Memoria Histórica, "Estampas de Luz" es un libro escrito durante dos años en rollos de papel higiénico que lucha contra el olvido.
Fuente: D. Emilio Soler Pascual. "Pretérito Imperfecto"

 
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