Esta mañana he dado un agradable paseo por las instalaciones de la Volvo Ocean Race.
Sin entrar en valoraciones superficiales del tipo "me siento como un paleto pordiosero en un lugar sólo apto para superguays", os tengo que decir que ni me ha gustado ni me ha dejado de gustar; es, simple y llanamente, el espéctaculo y el lugar que me esperaba encontrar.
Edificos no aptos para gente "humilde", cafeterías "fashion", muchas bermudas de marca y zapatos náuticos Martinelli y, sobre todo, muchos alicantinos paseando por un puerto ahora sí abierto a los ciudadanos, tras varias décadas cerrado con un escueto y vergonzoso "Prohibido el Paso".
En fin....
Lo mismo de siempre.
Por el interés te quiero Andrés.
Espero que os gusten las fotos.
Del resto, ya me contaréis vosotros.