ANÉCDOTAS DE FOGUERES (II) ~ Alicante Vivo

La primera foguera del maestro Ramón Marco

Si a un alicantino, más aún si foguerer, se le pidiera que cite tres artistas de Fogueres, con toda probabilidad nombraría a Gastón Castelló, a Ramón Marco y a Pedro Soriano. Yo al menos lo haría así. Y si a continuación se le indicara que mencione el más laureado, sin duda que acertaría al señalar al gran Ramón Marco.
Una biografía telegráfica de Ramón Marco Marco hablaría de un maestro de maestros, el “Mestre” como gustaban llamarle sus compañeros de profesión, que dedicó toda su vida al arte de Fogueres, desde su infancia, como luego veremos, hasta su fallecimiento a los 87 años en abril de 2006. Aunque empezó de la mano de varios artistas valencianos, de los que heredó su arte escultórico y su barroquismo, él siempre afirmó que su maestro fue otro grande, Gastón Castelló. Y curiosamente entre bambalinas de su propio taller, por azares del destino, daría sus primeros pasos como artista otro genio del arte foguerer, Pedro Soriano.

El "Mestre" Ramón Marco Marco (foto Las Provincias)

Dicen algunos que, de no haber dedicado su existencia a Les Fogueres, podría haber triunfado en el mundo de la escultura, pero animado por Tomás Valcárcel construye su primer monumento en 1941 para la Foguera Calderón de la Barca, y a partir de ahí sólo cabe hablar de premios y reconocimientos: 22 primeros premios en Categoría Especial, categoría que casi cabría afirmar que se instituyó para él, para poder catalogar su arte en un escalafón aparte de los demás artistas foguerers del momento, uno de ellos ex-aequo (1956), curiosamente el único así otorgado en la máxima categoría en la historia de la Fiesta; 4 grupos de ninots indultats; único artista alicantino que ha plantado la Falla Oficial del Ayuntamiento de Valencia (1960); 8 veces constructor de la Foguera Oficial del Ayuntamiento de Alicante (1965, 1966, 1968, 1976, 1977, 1978, 1991 y 1996), que sería ésta la última de sus obras firmadas con su nombre, si bien bajo su dirección se construirían todavía algunas más.
El Gremi Artesà de Fogueres, del que había sido Presidente, en 1982 le concedió el primer carné de Categoría A de artista foguerer, que le permitía contratar con cualquier distrito fuera cual fuera el presupuesto. Obtuvo en el año 2002 el Premio “José Ángel Guirao”, reconocimiento a toda una trayectoria festera, en el marco de los Premios “Festers d’Alacant”. Y por último, el Ayuntamiento de Alicante rotuló una calle en su honor: Calle Artista del Fuego Ramón Marco, en las inmediaciones de la rotonda de la Gran Vía, detrás del Centro Comercial.
Para haber intentado que fuera breve, me he extendido bastante en esta nota biográfica, no podía ser menos. Pero en ninguno de los innumerables artículos que se han escrito sobre él se recoge la anécdota que voy a referir. Y es que su primer monumento realmente no fue el de Calderón de 1941, no. Fue una modesta foguera infantil que con sólo 15 años plantaría por propia iniciativa en el barrio en el que creció, su Barrio de San Blas, en 1934. Una foguera muy desconocida que, sin embargo, está documentada en los expedientes de la época que se conservan en el Archivo Municipal de Alicante, y que ahora vamos a sacar a la luz.

Bocetos originales de la Foguera Infantil Barrio de San Blas 1934 (A.M.A.)

Se trata del Expediente I-11/34, Foguera Infantil BARRIO DE SAN BLAS, cuya plantà en la calle Pintor Gisbert fue autorizada por la Comisión de Fomento del Ayuntamiento con fecha 19 de junio de 1934. Contiene dos bocetos, de distintas caras del monumento, aquí reproducidos, realizados a lápiz, de dimensiones aproximadas de 23 x 35 centímetros. En el primero de ellos se lee el lema “Bellees de San Blas”, y en el segundo aparece muy claramente la firma que se haría famosa apenas una década más tarde: R. Marco.
En el primero de los bocetos se puede leer una parte de la explicación de la foguera: “La falla ésta representa lo mal acondicionado que está el Barrio de San Blas. Primera dos niños pegándose, una mujer tirando un cubo de porquería por el balcón”. Igualmente crítica termina dicha explicación en el segundo: “Un turista que viene a ver el Barrio se queda tonto de ver lo que pasa en este Barrio. Un hombre cae dentro de un bache y pocas cosas más”.
Lamentablemente se desconocen más detalles, ni tan siquiera las dimensiones reales que tuvo la foguera, y no se conserva fotografía alguna de la misma, por lo que sólo nos queda deleitarnos con una muestra de los monumentos que llevaron a Ramón Marco Marco, maestro de maestros, a lo más alto de Les Fogueres de San Joan. Que los disfruten (fotos: Revista Oficial Fogueres'2004; edit. Comissió Gestora de les Fogueres de San Joan; aut. Armando Parodi Arróniz; originales A.M.A.).