14 noviembre 2008

LA CASCADA DEL PANTANO DE ELCHE (2)

Nunca volverá a ser igual

El pantano de Elche, como cualquier otra presa hidráulica, fue concebido para amansar y conducir con tino las aguas que, en estas tierras todavía más, tanta falta hacen. Sin embargo no ha sido esa su historia aún tratándose de una singular obra de ingeniería del s.XVII y que constituye la primera presa de arco de Europa desde los tiempos de los romanos.

La idea de su construcción se remonta al año 1589, sin embargo los primeros trabajos se demoraron hasta el 1632. Durante más de un siglo logró estar en actividad, no todo lo eficaz que se quisiera, ya que entre 1782 y 1786 quedó inservible hasta su reparación. Sin embargo el gran desastre llegó con una avenida de agua el 3 de septiembre de 1793, fecha en la que la presa quedó destrozada.
No fue hasta 1842 cuando se pudo reparar de nuevo el pantano. Para ello fue necesario el concurso del Ayuntamiento de Elche quien teniendo en cuenta la escasez de agua que sufría la ciudad y la consiguiente pérdida de cultivos, consideró de suma importancia la reparación. Sin embargo el Consistorio se encontraba sin fondos suficientes aún habiendo pedido prestadas 14.000 libras al Conde de Torrellano (que las cedió a un interés del 3%), por ello se determinó organizar una Junta con todos los propietarios de las acequias Mayor y Marxena, quienes obtuvieron la titularidad del pantano a cambio de hacerse cargo de la reparación y el empréstito.


De esta manera pudo reconstruirse la potente pared cuyo núcleo está formado por rellenos y el revestimiento externo de sillería. Su capacidad, 384.283 metros cúbicos, es algo mayor que el embalse de Almansa y ligeramente menor que el de Tibi. Aún así el pantano ha venido colmatándose de residiros a lo que se sumó un nuevo incidente, en 1995, cuando la compuerta reguladora reventó y la presa se vació acompañada de una gran avalancha de fangos.
Por fin en 2007 se iniciaron los trabajos de rehabilitación a fin de crear, en cuenta de un embalse regulador, una marjal propicia para la nidificación de aves, el esparcimiento popular y la concienciación medioambiental.


Y así es como yo lo conocí hace unas semanas, el 26 de octubre, día siguiente a San Crispín, festividad que Elche celebra acudiendo a este paraje. Aquel domingo no pude resistirme a ascender por la ladera hasta lo alto de su enorme pared, contemplar la fuerza de la cascada que, por primera vez en mucho tiempo, desbordaba el vaso contenedor, fotografiar la gran lengua de agua que ya se había acumulado y alegrarme del pronto aprovechamiento de un paraje tan singular.
Sin embargo aquel recuerdo gozoso nunca volverá a ser igual, los pasados días algún vándalo ha forzado el acceso a la galería superior para abrir la compuerta reguladora de manera que se ha obstruido completamente y el embalse ha ido vaciándose sin que ninguna maniobra haya conseguido evitarlo.


La Confederación Hidrográfica ha denunciado el acto de sabotaje al considerarlo un delito medioambiental y criminal ya que de haber abierto más la compuerta el agua habría arrastrado a las personas que hubiesen transitado por el cauce en aquel momento. Ojalá la investigación obtenga algún resultado.

Juan Ángel Conca 

Fuentes:

 
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