07 septiembre 2009

"SER ALICANTINO DUELE... ¡¡EN EL MÁS ALLÁ!!": D. FRANCISCO MAS MAGRO



"Esta campaña está dedicada a todos los alicantinos que han pasado a mejor vida. Y a los que aún están por ahí abajo y que con el paso del tiempo, obviamente y sin exclusión, irán a hacerles una alegre visita"
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Para informarte y participar en la Campaña de Concienciación Ciudadana "SER ALICANTINO DUELE... ¡¡EN EL MÁS ALLÁ!!", visita ESTE enlace de la Asociación Cultural Alicante Vivo



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Mas Magro y su queridisima esposa, Dña. Encarnación. 1948. Fotografía extraída del libro "Francisco Mas y Magro (1879-1958) Padre de la Hematología Española".
                            

"En las largas veladas de la noche, sin limitación de tiempo, trabajaba en la paz del recinto, entre libros y aparatos (...) Mi esposa, amada compañera en mi dificil camino, ha sido siempre luz que ilumina la tortuosa ruta del trabajo, tan duro como improductivo"
(Francisco Mas Magro. Cuadernos de autobiografía)

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LA CURIOSIDAD
Esquela publicada en el "Diario Información", el 27 de diciembre de 1958. Fotografía extraída del libro "Francisco Mas y Magro (1879-1958) Padre de la Hematología Española".

El 24 de octubre de 1955, el ilustre doctor D. Francisco Mas Magro recibió un telegrama desde el Instituto Nacional de Cardiología, sito en México D.F.: "Estimado Doctor. Mucho le agradezco su colaboración para la curación de mi hijo (...) Creo que usted podrá darse cuenta del tipo de padecimiento que tiene (...) Le agradezco de antemano y de todo corazón tanto como compañero y como padre, lo que pueda hacer por él".

Un año después, en abril de 1956, saltó la noticia del "aislamiento" del virus de la leucemia humana, con el consiguiente telegrama desde la Presidencia del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC): "Madrid. Ilmo. Sr. D. Francisco Mas y Magro (Jr). Alicante. He recibido su nota sobre el aislamiento del virus de la leucemia. Realmente, la noticia tampoco es terminante, sino simplemente es un supuesto del autor en cuestión, que considera descubierta una cosa pero no de modo terminante (...) El problema desgraciadamente no está del todo aclarado"

El padre de la hematología española, discípulo de D. Santiago Ramón y Cajal, autor de más de catorce libros y seiscientos trabajos de propia investigación en revistas nacionales e internacionales, miembro activo de las sociedades médicas de hematología de Alemania, Francia, Italia, Los Angeles, Zaragoza, Madrid, Barcelona, Valencia y Murcia, candidato en 1953 al Premio Nobel de Medicina, ganador del Premio Couder en 1950, divulgador de los conceptos básicos de la alergia, y la persona que logró la transmisión experimental de la leucemia al cobaya y, posteriormente, la citada demostración del virus de la leucemia en su forma de inclusión viral, se quedó totalmente solo e incomprendido con su descubrimiento. Ironicamente, se sabe a través de las historias clínicas revisadas por su hijo, que trató a más de mil seiscientos enfermos de leucemia, de los cuales sanaron alrededor de cuatrocientos.

Plaza de Calvo Sotelo, 12. Alicante. Lugar donde "trabajó y murió", tal como reza la placa colocada en la puerta por D. José Luis Lassaletta Cano

Cartel de su consulta

Dos años después, ya cansado por la edad y la incomprensión, lo recuerda su nieto (el también médico alicantino y autor de parte de este artículo) D. Francisco Mas-Magro y Magro, de la siguiente forma: "tenía un solo diente en su encía superior que asomaba al sonreír -fíjate si soy joven, que se me caen los dientes-, me dijo el último verano en Santa Pola, mientras se comía una apetitosa manzana".

En diciembre de 1958, nuestro ilustre nos abandonó. Enfermo de gripe, tuvo una complicación renal al tiempo que recibía el peor regalo de todos: una carta en la que se suspendía toda ayuda económica que el Consejo Superior de Investigaciones Científicas le concedía a su sección de Hematología. De esta manera, la Unidad quedaba prácticamente disuelta. Abatido, el 25 de diciembre no se levantó y, por la noche, viéndose morir, pidió a sus nietos Quinita y Francisco que subieran a su casa a cantar villancicos ante el Nacimiento de Cristo, porque era Navidad. Moría a las cinco de la mañana del viernes 26 de diciembre.

En 1976, dos décadas después de que nuestro ilustre crevillentino lo anunciara, el Instituto Nacional del Cancer de EEUU presentó en España como propio, el primer virus leucémico. A ninguno de los asistentes españoles al Congreso se les movió un átomo de su orgullo patrio ni se acordó de Mas Magro.

"Plaza del Dr. Mas Magro", en Alicante. Pero no nos equivoquemos. NI es "plaza" NI es NADA. Se trata de una incómoda rotonda para vehículos a la que, además, se agujereó para las obras del TRAM.

A su entierro, cuya ceremonia religiosa tuvo lugar en la cercana Iglesia de Nuestra Señora de Gracia (en la "Muntanyeta"), acudió el alcalde de Alicante, D. Agatángelo Soler Llorca, nieto del propio profesor de Mas Magro, D. José Soler y Sánchez. Precisamente, el Ayuntamiento acordó rotular con el nombre de Doctor Mas Magro una "¿¿plaza??" cercana al Hospital del Perpetuo Socorro y del Castillo de Santa Bárbara, donde ahora se halla una estación del TRAM y el monumento a Jaime II. Y años más tarde, gracias a la perseverancia de D. Joaquín Santo Matas, el que fuera Presidente del Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert, el alcalde D. José Luis Lassaletta Cano colocó una placa en su vivienda en la capital, que aún hoy podemos ver.

Sin embargo, Alicante aún no ha erigido ningún monumento al médico adoptivo más grande que jamás ha tenido. ¿Lo hará alguna vez?

En Crevillente, por su parte, existe un colegio de Educación Primaria y Secundaria que lleva su nombre, una Casa-Museo que sirvió de estudio al médico y un busto en bronce, siendo el estado de estos dos últimos "algo mejorables".

El Despacho-Laboratorio del Dr. Mas Magro, expuesto en la Casa del Parc Nou. Fotografía extraída del libro "Francisco Mas y Magro (1879-1958) Padre de la Hematología Española".

El monumento al Dr. Mas Magro, en Crevillente. Vemos su rostro lleno de pintura y restos de pegatinas en el pedestal, junto a la leyenda

Como cuenta el citado D. Joaquín Santo Matas en su obra "Treinta alicantinos al servicio de la Humanidad", por increíble que parezca, el paso del tiempo no ha hecho justicia con el doctor Mas Magro. Es una vergüenza, pero si no fuera por unas pocas personas y por la lucha a través de la comunicación oral y escrita de su propio nieto para extraer de la sombra del olvido todos los méritos del profesor, hoy aún no tendría el lugar historico y cientificio que le corresponde. Como ejemplo, basta decir que en 1983, la doctora Dña. María José Caparrós, propuso para su tesis, el estudio de la vida y obra de este insigne médico, rechazando la iniciativa un Catedrático de Historia de Medicina por "no considerar de interés al personaje".
                                 
Ser alicantino duele.... ¡incluso en el más allá!

EL PERSONAJE
El Dr. Mas Magro en 1930. Fotografía extraída del libro "Francisco Mas y Magro (1879-1958) Padre de la Hematología Española".

El esfuerzo de D. Francisco Mas Magro por descubrir, por la dedicación constante a su trabajo, por la fortaleza ante las adversidades, y por su amor incondicional a la Medicina, quedará por siempre reflejado en la historia de la provincia de Alicante. No en vano, fue un hombre sencillo, como tantos grandes eruditos, apegado a su tierra, que rehusó atractivas propuestas foráneas y lo dio todo por el servicio a los demás.
                               
Al inicio del siglo XX, las ciencias biomédicas eran las más avanzadas, dentro de un panorama de penuria económica y de “oxidación” de las universidades, que hizo inviable no sólo la investigación, sino también la buena instrucción.

Una de las figuras más importantes de la “generación de plata” que se inició en el S. XIX, fue D. Francisco Más Magro, médico y padre de la hematología europea, además de figura eminente en la investigación tuberculosa y en los estudios sobre la alergia celular.
                           
D. Francisco nació en Crevillente un 18 de febrero de 1879. Hijo de Francisco Más Candela, médico titular de la Villa, y de Maria Teresa Magro Candela, inició sus estudios preliminares en la pequeña escuela de la villa. Posteriormente, completó su formación académica en el Seminario Diocesano de Orihuela.
                                                
El ejemplo de un padre estudioso, buen profesional y recto en sus acciones, dio fuerza a la decisión de estudiar medicina. Madrid le dio la bienvenida en octubre de 1896, iniciando los estudios en la Facultad de San Carlos. Siendo alumno del profesor Gómez Ocaña (1860-1919), catedrático de Fisiología, fue introducido en las técnicas de los estudios biológicos. Los conocimientos de tinción histológica de Simarro y Cajal, serían asumidos por el joven estudiante, quien perfeccionaría la práctica en beneficio de sus propios trabajos.
                                 
Las primeras manifestaciones de su actividad científica y de investigación fueron en 1900, siendo aún estudiante. En las postrimerías del año, se presentaron en Murcia numerosos casos de triquina. El joven Más Magro se impregnó de los conocimientos que sobre el tema encontró en la biblioteca familiar, encerró en una caja su microscopio Leitz (que le ofrecía aumentos de entre 85 y 500 diámetros), una pinza, una tijera curva de histología, una aguja montada en su mango de madera, medio centenar de portaobjetos, algunos cubreobjetos y ciertos colorantes generales, y marchó hasta la capital de la huerta.
                                 
Una vez en el Laboratorio Municipal murciano, ante la atónita cara de los ilustres médicos y veterinarios que se afanaban en orientar la causa de la epidemia sin lograrlo, enfocó dos “hermosos quistes con su triquinella arollada dentro de un leve cascaron calcáreo”. La larga cola de facultativos, fue pasando por el objetivo, confirmando lo sucedido. En volandas le llevaron al Ayuntamiento. El alcalde le propuso para Director del Laboratorio, con sueldo y hotel pagado espléndidamente.

En 1897. Fotografía extraída del libro "Francisco Mas y Magro (1879-1958) Padre de la Hematología Española".

"La bacteriología es la meta". Así inició, de la mano del profesor Ramón y Cajal, sus andaduras por la investigación, de tal modo que, en 1901, publicó su primera “Nota Clinica”, “ Meningitis cerebroespinal epidémica”, en “El Siglo Médico”, un prestigioso boletín de divulgación científica editado en Madrid. Esta “Nota” escrita y enviada desde Crevillente, el 17 de abril de 1901, fue leída en la Real Academia de Medicina de Madrid.

Le siguieron otras dos, ambas también, en “El Siglo Médico", en 1903: “Bacillus botulinum no patógeno” y “Un parásito del sarcoma”. En ese año concluyó los estudios de medicina y marchó a su pueblo natal, en donde junto a su padre, probablemente enfermo, inició una nueva visión del quehacer médico: el de la práctica sanitaria, recibiendo del mismo la experiencia del profesional que ha dedicado, plenamente, su vida al paciente.

El profesor Jaime Ferran, había leído las “Notas Clinicas” del joven crevillentino, y en 1903 escribió a Más Magro invitándole a trabajar junto a él en su despacho de Barcelona.

En abril de 1903, en el XIV Congreso Internacional de Medicina, de Madrid, conoció a Van Gehuchten, de Lovaina; Waldeyer, de Berlín; y Veratti, de Pavía. “Los dos primeros me eran acreditados, por haberlos citado Ramón y Cajal.”. Con Veratti mantendría una científica amistad. Ambos figuraron, con el tiempo, como colaboradores de la revista “Archiv für experimentelle Zellforschung”, que se publicaba en Berlín, bajo la dirección de la profesora Ana María Rotha Erdmann.

En 1907, conoció Más Magro a Gustavo Pittaluga y Fattorini, quien ocuparía posteriormente la Cátedra de Parasitología y Medicina tropical, en la Facultad de San Carlos, de Madrid, y con quien mantendría una estrecha amistad.

Si observamos desde un plano general la obra de Francisco Más Magro, vemos que se apoya en tres grandes columnas: la tuberculosis, la alergia celular y la leucemia humana. Pues bien, probablemente, esta trinitaria visión germinó de las experiencias de un joven Médico Titular, que observó cómo y de qué enfermaban sus pacientes.

Francisco Más Magro retomó más seriamente la actividad científica en 1910, e inició la publicación de sus estudios sobre hematología. “Las granulaciones de los eosinófilos”, en la “Revista Valenciana de Ciencias Médicas”. Ya en junio de 1910, fue admitido como Miembro Numerario de la Sociedad Aragonesa de Ciencias Naturales.

Un estudio más extenso, “Las granulaciones eosinófilas de los leucocitos del hombre y los mamíferos”, le valió el premio del Instituto Médico Valenciano, en el Certamen de 1909-1910. En enero de 1911, su monografía “Investigaciones urológicas de la glucosa”, le acreditó como Miembro Correspondiente de la Real Academia de Medicina de Valencia. Se inició el camino hacia el reconocimiento de su trabajo de laboratorio. En este mismo año, publicó cinco trabajos que le otorgarían renombre internacional en el campo de la tuberculosis. Cuatro de ellos se pudieron leer en la “Revista Valenciana de Ciencias Médicas” y un quinto, en la “Revista de Medicina y de Farmacia”.

La Real Academia de Medicina y Cirugía de Murcia le otorgó el título de Académico Correspondiente, el ocho de enero de 1911 , por su monografía: “Diagnóstico de la tuberculosis pulmonar por los modernos procedimientos de laboratorio”. Es en el referido año, en el que el profesor Arthur Pappenheim, de la Universidad de Berlín, le escribió invitando al alicantino a colaborar en la revista de su dirección, “Folia Hämatologica”

Médico, esposa y nieta, en una bonita estampa familiar. Fotografía extraída del libro "Francisco Mas y Magro (1879-1958) Padre de la Hematología Española".

El 29 de noviembre de 1912, aportó una comunicación a la Real Academia de Medicina y Cirugía de Valencia, que se publicó en la Revista Valenciana de Ciencias Médicas, tomo XIV, nº 283: “Nuestros procedimientos de coloración del bacilo de la tuberculosis”, que sería el primero de una serie de estudios que le llevarían al reconcocimiento internacional en el campo de la hematología de la tuberculosis.

La producción científica se desarrolló en 1913 con la publicación de más de diez artículos de investigación, centrándose, siempre, en la morfología de la sangre, nuevos conceptos sobre la hemocelularidad y adentrándose cada vez más en los dos temas más destacados de Mas Magro: la alergia y la leucemia. Sin embargo, no dejó los estudios sobre la tuberculosis. Una comunicación a la Real Academia de Medicina de Valencia, el 29 de noviembre de 1912, apareció publicada en junio de 1913: “Coloración del bacilo de la tuberculosis”.


En Barcelona, el 22 de julio, participó activamente en el I Congreso de Médicos de Lengua Catalana. El interés de ésta es su aportación con la ponencia: “La leucocitosis leucoblástica promielocítica”, primer paso al estudio de la causa de la leucemia humana.

El fallecimiento de su padre en 1914, supuso un giro más en la vida del ilustre fisiopatólogo. Como consecuencia, su actividad profesional en Crevillente concluyó, y D. Francisco, con su esposa Encarnación, y su único hijo, se trasladó a Alicante, instalándose inicialmente en la calle de San Fernando y posteriormente en la avenida de los Mártires nº 3 , en donde continúaría la labor de estudio y consulta. En ese año formó parte del comité del Partido Conservador de Alicante, de tendencia maurista, como vice-tesorero, junto a próceres capitalinos como Pérez Mirete, Elier Manero, o Gadea Pro.

La revista alemana “Berliner Medizinische Wochenschrift”, publicó un editorial en el que resumía los trabajos de Más Magro en torno a la tuberculosis, con relación a importantes hallazgos de los profesores Knoll y Fischer, de la Universidad de Basilea, obtenidos utilizando los métodos del investigador español. Su estudio, “La Hematología de la Gota”, presentado bajo el lema “Labor IV”, mereció en 1915, una “Mención Honorífica” de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Barcelona.

En 1916, Mas y Magro tomó contacto con los profesores Di Glulielmo, Negreiros Rinaldi y Ferrata , y como consecuencia de esta relación profesional, Mas Magro tradujo al español el trabajo de Ferrata, “Megacariociti”, y la segunda edición del tratado del citado profesor, “Emopatie”.

El Premio Roel, otorgado por el Instituto Médico Valenciano, inició 1918. En septiembre del citado año, recibió una significativa petición del Dr. Fidel Fernández Martínez, de Granada: la participación del joven profesor de Alicante en el proyectado “Tratado Iberoamericano de Medicina Interna”. Se trataba de un extenso libro de siete tomos de casi mil paginas cada uno, en el que los capítulos XXXIII y XXXIV del tomo II, dedicados a “Enfermedades de la sangre y de los órganos hematopoyéticos”, habían sido desarrollados por el alicantino.

En 1923, divulgó un trabajo que sería clave en el panorama científico internacional: “El síndrome hemático de la anafilaxia”, aparecido en “Archivos de Cardiología y Hematología”, que dirigía su amigo Gustavo Pittaluga, como conclusión primera de una serie de trabajos preliminares, publicados a lo largo de la década anterior, en la misma revista, en el volumen 1, nº 6, en noviembre de 1920. En ese trabajo experimental, Mas Magro se adelantó en varios años a las publicaciones de Lansteiner.

Es cierto que muchos de los conceptos que Más y Magro publicó en España, no calaron con la profundidad que debieran entre los grupos científicos del momento, probablemente por no existir un ambiente adecuado capaz de asimilar la modernidad de los avances del investigador.Sin embargo, Europa lo había comprendido. El ensayo de Más Magro fue solicitado por la redacción del prestigioso “Virchow’s Archiv für Pathologische Anatomie und Physiologie und für Klinische Medizin” de Berlín, quien lo publicó en 1923 : “Über die morphologisehen Blutveranderungen bei Anaphylaxie”.

En el verano de 1921, escribió y publicó su libro “La Fórmula Leucocitaria y su Valor Clínico”, con prólogo del profesor Teofilo Hernando.

En 1924, entabló relación con diversos investigadores europeos. El profesor Merkley invitó a Mas Magro a colaborar en la Revista “Strasbourg Médical” en el apartado de “Le Sang”. Esta publicación estaba reservada, hasta entonces, a colegas franceses. Así mismo, la profesora Rhoda Erdmann le propuso hacerlo en “Archiv für experimentelle Zellforschung”, de Berlín.

El día trece de mayo de 1925, recibió una carta del Secretario General del Instituto Médico Valenciano: “Al Sr. Dr. Más Magro se complace en manifestarle que como verá por el adjunto oficio, le ha sido concedido un premio de la Fundación Roel, tema libre”. Sería el segundo que recibiera el crevillentino. En estas fechas se encontraba preparando su participación en el X Internationalen Zoologen-Kongress, de Budapest, de 1927.
D. Francisco en su laboratorio. Fotografía extraída del libro "Francisco Mas y Magro (1879-1958) Padre de la Hematología Española".

Mas Magro fue el único científico español invitado a la primera conmemoración internacional, tras de la Gran Guerra. En la Sala III, del Palacio de Congresos de Budapest, bajo la presidencia del barón Prof. Koranyi, Mas Magro dictó una conferencia sobre “Las células mesenquimatosas polimorfas”, que fue publicada en “Archiv für Experimentelle Zellforschung” (Vol.3, sept. 1927, pág.275).

Se inició la década de los treinta con un conjunto de prohombres de la medicina, la mayoría sucesores de Cajal, que constituyó, hasta la llegada de la contienda civil, la llamada “generación de los sabios”: Nicolás Achúcarro, Pío del Río Hortega, Jaime Ferrán y Clua, Turró, Oloritz, Sanchís Banús, Mas Magro..., constituyen una selección de tantos que aportaron con sus estudios el reconocimiento internacional, científico, de España.


El 15 de abril de 1931, fue invitado a formar parte de un selecto grupo de científicos franceses reunidos para fundar e iniciar la andadura de lo que sería la prestigiosa Sociedad Francesa de Hematología, y la Sociedad Internacional de Hematología.

En abril de 1933, el profesor Beltrán Báguena, catedrático de Patología y Clínica Médica de la Facultad de Medicina de Valencia, escribió a Más Magro con la intención de que aceptara impartir una serie de clases sobre Hematología, en un curso de la Facultad, y en marzo de 1934, le vuelve a invitar para impartir el curso “Cinco lecciones de Hematología Clínica”, en la Facultad de Medicina de Valencia. Estas experiencias docentes, iniciadas por solicitud de otros, supusieron el comienzo de una serie de cursos a realizar en su laboratorio de Alicante.

Amaneció 1936 con fatales augurios. En el transcurso de esta etapa de beligerancia, el científico siguió trabajando y recibiendo invitaciones a participar en diferentes congresos internacionales: VIII Congreso Internacional de Alta Cultura Médica de Argel, marzo de 1937; o, II Congreso Internacional de Transfusión Sanguínea, París, 1937. Pero las circunstancias de España durante los últimos años de la República impidieron la salida de Mas Magro del país. Las conferencias de Argel y Paris, fueron leídas por el Prof. Paul Chevalier, amigo personal del sabio alicantino.

En agosto de 1940, publicó en la Revista Clínica Española, dirigida por Jiménez Díaz, su estudio sobre el “Problema hematológico de las leucemias agudas”, y en 1941 apareció su libro “La Hematología aplicada a la Clínica”. Otro nuevo libro: “Hematología y Patología de la Sangre” fue muy bien acogido, poco después, entre los clínicos en general. Fue el resultado de los cursos impartidos en los últimos años.

En 1944, Más Magro es nombrado Director Honorario de la revista científica, “Clínica Hispánica", casi al mismo tiempo que se publicó “Anemia Perniciosa y Megaloblastosis”. El libro fue una revisión y puesta al día del complejo sindrómico de la anemia grave.

En 1945, Más Magro escribió y publicó uno de sus más importantes libros, resumen de toda su experiencia en el campo de la alergia. “Sangre y Alergia”, es la manifestación, ampliada y corregida, de los conceptos que sobre la enfermedad fueran descritos y publicados en 1917, en “El Siglo Médico”.

1948 apareció cargado de trabajo y de agradables novedades para el investigador crevillentino.En febrero, el Prof. Chevalier ya estaba preparando la Reunión Internacional de Hematología de París, y convocó a su compañero y amigo. Pero Más Magro tenía serios problemas políticos y diplomáticos para acudir a las manifestaciones científicas a que le convocaban (sobre todo por su presencia en “zona roja” durante la guerra, y la aparición de un articulo de alabanza al ilustre sabio en el diario republicano “El Luchador” en enero de 1938).

Paradójicamente, un 28 de mayo de 1948, en la sesión del Consejo Ejecutivo del Superior de Investigaciones Científicas, celebrada en Madrid el día 24 de marzo, a propuesta del Instituto Nacional de Ciencias Médicas, se acordó crear en Alicante una “Sección de Hematología”, dependiente de dicho Instituto, y designar a Más Magro, Jefe de la referida Sección, del Instituto de Medicina Experimental, de la cual, a finales de1948 había sido nombrado ayudante su hijo Francisco Más Magro (Jr).

Como colofón al inmenso trabajo personal, el día 9 de diciembre de 1950 recibió una carta del Director de la Real Academia Española de Medicina, en la que se le comunicaba la concesion del Premio Couder de Medicina en atención a su “talento, trabajos y virtudes” demostrados "en el ejercicio de su profesión”. Fue el reconocimiento de la comunidad científica española a la importante labor de uno de sus paisanos. El Premio Couder siempre se ha considerado como el “Nóbel” español.

La publicación, en 1951, del resultado de sus estudios sobre la leucemia humana, en la revista italiana “Il Progesso Médico” , bajo el título “Ricerche morfologiche e speriméntale sulla patogenesi della leucemia mieloide acuta. La transmissione sperimentale della mielosi acuta umana”, avivó la curiosidad de la comunidad científica y social, causando un importante impacto en el mundo de la investigación. En el mismo, Más Magro comunicó por primera vez al mundo, la etiología viral de la leucemia humana.

Poco antes de morir, en 1958. Santa Pola. Fotografía extraída del libro "Francisco Mas y Magro (1879-1958) Padre de la Hematología Española".
El libro “Etiología, Hematología, Clínica, Diagnostico y Terapéutica de la Leucemia”, aparecería por primera vez (hubo una segunda edición en 1955) en primavera de 1952, y fue un resumen del camino que Más Magro se trazó desde aquel primer trabajo de investigación sobre la materia, que fue expuesto en 1913, en forma de comunicación al Primer Congreso de Médicos en Lengua Catalana , celebrado en Barcelona.

A finales de 1955, el doctor Más y Magro (Jr) logró fotografiar el virus de la leucemia. Con los medios, pobres, sencillos y escuetos, en relación con los modernos sistemas actuales, utilizó la modificación de una técnica de su padre, empleada en 1917 para la coloración del virus del tracoma, perfeccionada en 1932, que permitió teñirlo en su clámide incolora. Ratificaron el descubrimiento los posteriores trabajos de los profesores Braunsteiner de Viena; Pujman y Soyka, de la Universidad de Praga.

Un 16 de enero de 1953, en la rutinaria paz del laboratorio, recibió el ilustre hematólogo una carta del profesor Bañuelos, catedrático de Patología y Clínica Médica, de la Universidad de Valladolid: “Distinguido e ilustre compañero: Me dirijo a Vd. como Ponente que soy para proponer candidatos para el Premio Nóbel de Medicina de 1953...”. La propuesta marchó a Suecia el 28 de enero y fue recibida por el “Medizinisches Nobelkomitee” del “Karolinisches Medico-Chirurgisches Institut” el 16 de febrero, fecha en que acusa su recibo. No existieron apoyos oficiales ni científicos españoles. En noviembre de 1953, el Nóbel de Medicina se concedió a los científicos Lifman y Krebs.

En abril de 1958, Más Magro es un anciano de setenta y nueve años con una sola ilusión, llegar a los ochenta. Espíritu fuerte y optimista, en un cuerpo ya gastado, preparaba su cercano cumpleaños. Sin justificar adecuadamente, el CSIC. le retiró la pequeña ayuda económica. Y, con ella, los pobres materiales que el Consejo le había proporcionado: Un microspopio binocular y una cámara para microfotografías. Y Más Magro claudica y se deja llevar.Como ya hemos dicho al principio, en la madrugada del 26 de diciembre, el sabio pasó a la historia. Terminaba el año 1958.

Aún resonaban los ecos de la alocución del profesor Paul Chevalier, de la Universidad de París, quien en el V Congreso de la Societé International d¨Hematologíe, septiembre de 1954, al realizar un recorrido por la historia de la hematología mundial afirmaba: “Parmi, les plus illustres des investigatuers, citerai-je en France, mon maitre Justin Jolly, en Allemagne Pappenheim, en Suisse Naegeli, en Italie Ferrata,; puis Downey en Amerique, Whitby en Anglaterre, Más Magro en Espagne, et bien d’autres, une multitude d’autres: ils sont trop nombreux pour ètre rápeles”.

(FRANCISCO MAS-MAGRO Y MAGRO -MÉDICO-)


SU PANTEÓN
Monolito levantado en el Cementerio Municipal de Crevillente, en el que podemos leer una placa de D. Ramón de Campoamor. Alicante Vivo©

-El Panteón de D. Francisco Mas Magro se encuentra en la Calle Numeración Nueva, números 243-246, del Cementerio Municipal de Crevillente (Partida Cachapets S/N.)

-Construído en 1890, el Panteón es propiedad de D. Manuel Magro Lledó, el que fue Alcalde de Crevillente desde 1867 hasta 1868. En él están enterrados no sólo D. Francisco Mas Magro y su hijo, sino varias generaciones familiares.

-Su estado es francamente bueno.


Aspecto exterior del Panteón familiar. (Alicante Vivo©)

Planta Superior del Panteón, en donde podemos encontrar el altar. (Alicante Vivo©)

Planta inferior del Panteón, en donde descansan los restos de D. Francisco Mas Magro (padre) y D. Francisco Mas y Magro (hijo). Alicante Vivo©


Todos los datos sobre la ubicación del Panteón han sido facilitados por el personal del Cementerio Muncipal de Crevillente, que se ofrecieron amablemente a acompañarnos en aquellas horas atípicas de Agosto (¡¡Gracias, Pepe!!) Del mismo modo, todas las fotografías del interior de la cripta y todos los datos bibliográficos y fotografías del galeno han sido publicados con permiso y la ayuda incondiconal de D. Francisco Mas Magro y Magro, nieto de nuestro ilustre médico. También debemos mostrar nuestro agradecimiento a D. Joaquín Santo Matas, cuyo texto "La soledad e incomprensión de un hematólogo universal" fue nuestra fuente de inspiración al inicio del artículo.

Fuentes:
-"Francisco Mas y Magro (1879-1958) Padre de la Hematología Española".(Francisco Mas-Magro y Magro. Ayuntamiento de Crevillente
-"Treinta alicantinos al servicio de la Humanidad" (Joaquín Santo Matas)

JUAN JOSÉ AMORES LIZA y ALFREDO CAMPELLO QUEREDA

 
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