11 marzo 2010

PRESENTACIÓN DEL LIBRO "25 DE MAYO: LA TRAGEDIA OLVIDADA". ASÍ LO VIVIMOS

Anoche se celebró en el Club Información de Alicante la presentación de la 2ª Edición del libro de Miguel Ángel Pérez Oca, "25 de Mayo: La tragedia olvidada".

El acto, que contó con las intervenciones de D. Jordi Navas, Director del Club Información, Dña. Teresa Argiles, de la Editorial ECU, Dña. Ana Antolín, Periodista de Información TV, D. Daniel Moya, Miembro de la Comisión Cívica, Juan José Amores, Presidente de Alicante Vivo, y D. Miguel Ángel Pérez Oca, escritor, comenzó puntualmente a las 20:00 horas y se alargó, tras un interesante debate, hasta las 22:00 horas.

Momentos antes del inicio de la presentación.

La presentación, en una sala con bastante afluencia de público, contó con la dirección del citado señor Navas, que iba dando paso a cada uno de los ponentes. Fue un crisol de opiniones, a veces enfrentadas, que mostraba cada uno de los puntos de vista no sólo de la novela, sino del terrible acontecimiento del Bombardeo del Mercado Central.

Mientras Dña. Ana Antolín acercaba a los asistentes la humanidad y profesionalidad del escritor, D. Daniel Moya y Juan José Amores decidieron centrarse en la visión más real y sentimental, respectivamente, de la masacre acaecida en el Mercado Central.

Tras las intervenciones de los invitados, D. Miguel Ángel Pérez Oca habló de la elaboración de la novela y dio paso a un intenso debate en el que se contó con la participación de numerosos asistentes, como D. Manuel de Parra, Dña. Carmen Sánchez Brufal, D. Manuel Alcaraz, D. Álvaro García o D. Eusebio Pérez.

D. Jordi Navas, al comienzo de su intervención

Dña. Ana Antolín, aprovechó para leer diversos fragmentos de la novela.

D. Daniel Moya explicó, entre otras cosas, los desacuerdos a todas luces insalvables entre la Comisión Cívica y el Ayuntamiento de Alicante a la hora de instalar el Monumento en honor a los 398 CIVILES muertos en la plaza del Mercado

Juan José Amores decidió centrar su exposición en la parte más sentimental y humana de la tragedia, haciendo incapié en un texto enviado a Alicante Vivo por una amiga que vivió en su propia familia los horrores del bombardeo.

“Somos una familia de armadores y marineros de El Campello. Cuando empezó la guerra, mi madre y mi tío nos enviaban paquetes con comida para el resto de la familia desde Casablanca. Los mandaban al consignatario Lamagniere, en Alicante, donde trabajaba un señor que los protegía para evitar que los robasen dado el hambre que existía en la ciudad. En aquella ocasión, esperábamos el alimento para unos días después, pero una vecina de El Campello nos informó que había llegado con adelanto el día 25 de mayo. Fueron mi abuela y mi tía a recoger los paquetes.
Cuando bajaron las escaleras con la mercancía, mi abuela gritó:
- ¡¡¡María!!! ¡¡¡bombes!!!
Y volvió a entrar corriendo a la portería. Se quedó sentada; le había alcanzado la metralla. Mi tía también se quedó tendida en la calle, con otro trozo de metralla adherida a la pierna. Apoyó su pierna destrozada sobre la pierna buena para evitar que la mala se le descolgara del cuerpo. Mi abuela desde dentro gritó:
- ¿Marieta que t'han fet?
Mi tía contestó:
-¡La cama!
Ya no la volvió a escuchar nunca más. Se giró y vio algo en la barriga de mi abuela, quizá otro trozo de metralla. Las bombas seguían cayendo. Un señor pasó corriendo intentando huir del bombardeo. Al ver a mi tía malherida, la cogió en brazos sin dudar. Mi tía le indicó que mi abuela también estaba herida y que estaba dentro de la portería pero el hombre contesto:
- Xiqueta, jo solo puc emportarme a una.
La cogió en volandas y la llevó hacia la Casa Socorro. Se iban refugiando en las porterías que iban encontrando abiertas entre bomba y bomba. Mi tía dice que alguna mujer refugiada en alguna portería se desmayó al ver el estado de su pierna. Pero ella no perdió la consciencia ni un segundo. Llegaron a la Casa Socorro y mi tía pidió que la atendiera el médico Don Álvaro Campos, amigo de su familia. Le dijeron que Don Álvaro era un fascista, pero mi tía insistió. NO le importaba. Don Álvaro, al verla, gritó:
-¡Pero Marieta! ¿Qué haces tú en Alicante? ¡Yo he mandado a toda mi familia al campo!
Don Álvaro, al ver el estado de la pierna, la trasladó al Hospital. Allí estuvo 6 meses, compartiendo habitación con dos chicas heridas en el mismo bombardeo: una que perdió una pierna y otra los dos ojos. Mi tía salvó la suya: le pusieron 4 clavos y un aparato que iba desde la nalga hasta el tobillo. Le quedó una cojera toda su vida, pero siempre se ha desenvuelto de maravilla. De mi abuela poco se sabe. Mi tía dice que murió porque nadie la vio. No tuvo la opción de ser salvada. Se quedó dentro de la portería sin que nadie reparara en ella. Moriría desangrada, triste y sola, sin saber el paradero de su sobrina malherida. Luego, pasó la pala y los cuerpos los llevaron al cementerio de Alicante. Imaginamos que está en la fosa común, pero nunca lo pudimos saber. Se llamaba Asunción Giner Llorca. Y está en la lista de fallecidos de este libro bajo la aclaración “25 de mayo”. Mi madre y su hermano quedaron huérfanos aquel día.
A partir de entonces, cada vez que pasaba con mi madre frente al 9 de Pintor Agrasot decía con voz muy queda:
-Aquí murió tu abuela el 25 de Mayo, sola…
Luisa Maria Oncina Carratalá”

Del mismo modo, recordó que "el bisabuelo paterno de mi mujer, Antonio Ortiz, barrendero de profesión, murió destrozado por una bomba mientras limpiaba la calle Gerona. Sus restos, que recogieron mutilados con una manta, no pudieron ser identificados jamás y no están en esta relación. Nunca estarán en ningún lado. De nuevo, desconocemos quien estaba debajo de las bombas"

Por último, D. Miguel Ángel Pérez Oca dio una lección de historia y documentación cuando relató al público los motivos que le impulsaron a escribir la novela en el año 2005.

"Yo no quería escribir el libro", explicó. "Yo lo que deseaba era leerlo. Pero veía que el tiempo pasaba y nadie se dignaba a hacerlo"

Del mismo modo, leyó un manifiesto ante la sala en el que exigia a las dos partes enfrentadas más humildad y los citaba a una reunión que sirviera en un futuro para "limar asperezas" y conseguir que "este 25 de Mayo esté el Monumento levantado".

Desde Alicante Vivo, queremos aprovechar este artículo para dar las gracias a todos los asistentes y, en especial, a nuestro compañero Miguel Angel Pérez Oca, por darnos la oportunidad y el privilegio de participar en tan importante acto.

¡¡MUCHA SUERTE, MICALET!!

 
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