Disminuir texto
Publicado por Juan José Amores
Artículo de PETETE
En Enero nace Manuel Miguel Hernández Manresa, “Manolillo”, hijo del poeta Miguel Hernández; en el siguiente febrero nace Julio Oca Masanet, ”Petete”. Su padre era Eusebio Oca Pérez, maestro nacional, dibujante y escultor. Y en marzo nació Ricardo Fuente Caamaño, “Ricardito”, hijo de Ricardo Fuente Alcocer, catedrático de dibujo en Madrid.
Tras diversos avatares, coinciden los tres padres en un periodo corto en el Reformatorio de Adultos de Alicante, en un momento cultural y humanista, que bien se podría titular de Cárcel Ateneo, ya que además de los nombrados, también están José Ramón Clemente, escritor, Miguel Abad Miró, pintor, José Juan Pérez, músico, Melchor Aracil Gallego, pintor, Gaston Castelló Bravo, pintor, Vicente Olcina, pintor, José Maria Lobregad Andrés, poeta, y otros muchos que desconozco. Quiero explicar el porqué nombro concretamente sólo a estos.
De todos los citados, yo, "Petete", tengo escritos, dibujos, música que fueron hechos exclusivamente para mi, unos cuantos cuando cumplí ocho meses y otros con motivo de mi segundo cumpleaños, el 18 de Febrero de 1942. En Marzo, el 28 fallece Miguel Hernández.
Mi padre y los artistas citados hacían con frecuencia dibujos y pequeños juguetes para los hijos de los compañeros prisioneros, no eran muchos éstos, ya que la etapa de guerra y su juventud no era la mejor para iniciar una nueva familia. Los que no tenían entonces descendencia, creaban para sus novias o amigos que tuvieron mejor suerte que ellos y estaban en libertad.
Uno de los últimos regalos que Manolillo recibió de su padre fue un pequeño y peculiar librito encuadernado en la misma cárcel, dos cuentos ilustrados por mi padre, siendo el texto escrito por el poeta de Orihuela, muerto al poco tiempo.
Hace apenas unos días, en un viaje que hago a Alicante, acompañado de mi hijo Sergio, entre otros encuentros impresionantes de la época del 1937 al 1943, visitamos a Ricardillo, el que nació un mes después que yo, y puedo asegurar que fue una mezcla de nostalgia y aprecio difícil de describir ya que de los iniciales tres hijos, tan sólo quedamos dos, "Petete" y "Ricardillo".
Hubieron más hijos posteriormente, pero de la época citada, sólo nosotros dos y antes de que nosotros no estemos, en memoria de aquel grupo tan compacto afín en ideales políticos, humanos y artísticos, creo que es nuestro deber, hacer que no se queden en el olvido y que tras ser tan cruelmente tratados y condenados por sus ideas, emerjan entre tanta indiferencia y materialismo, y sus nietos hablen y luchen por ellos.
Si fuera creyente os pediría que rezarais por ellos, como no lo soy os pido que los recordéis
